HELLBOUND WITH YOU TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL

Capítulo 536: Línea de vida

Zeke se quedó allí, ya no llevaba puesto ese abrigo negro. No se veía debilitado ni herido a pesar de su intensa pelea contra Alex horas atrás. Parecía que estaba completamente curado ahora.

Abi tenía mucho que decirle y preguntarle, pero los fríos ojos de Zeke estaban llenos de intensidad. Estaban tranquilos como siempre, pero ¿por qué Abi sentía que algo andaba mal con él?

Dio un paso hacia ella. Abi no sabía por qué, pero su corazón comenzó a acelerarse. Sintió la necesidad de dar un paso atrás. '¿Por qué?' se preguntó a sí misma, pero Abi rápidamente negó con la cabeza. ¿Por qué se sentiría asustada? A pesar de que la confianza de Abi en él se vio un poco sacudida cuando vio cómo luchó contra Alex horas atrás, no podía olvidar que este hombre era Zeke, el hombre en el que Alex más confiaba. Nunca habrían llegado a este punto si no fuera por él. Él también fue quien los ayudó a salir del abismo.

Pero entonces, ¿por qué se estremecía ahora mismo cuando él se acercó? Solo podía regañarse a sí misma, diciéndose que este hombre no era un enemigo.

"Zeke", Abi hizo todo lo posible para encontrar su mirada y le habló con calma. "Parece que no se puede matar a Dinah".

No pareció sorprendido. "Es porque ella es inmortal, Abigail", fue su respuesta tranquila, lo que provocó que Abi entrecerrara los ojos.

"Lo sé, pero... se supone que soy yo quien puede matarla", argumentó. "¡Y sin embargo, ella no se está muriendo a pesar de que apuñalé su corazón con la hoja que tenía mi sangre!"

Una pizca de desesperación brilló en los ojos de Abi.

"Dime, Zeke. ¿Por qué no funciona? ¿Por qué no puedo matarla? ¿No funcionó para Alex cuando lo apuñalé?"

Zeke finalmente la alcanzó y se detuvo lo suficientemente cerca de ella.

-No -dijo Zeke-. "Cuando apuñalaste a Alex, fueron sus recuerdos y su cuerpo humano los que casi mueren y desaparecieron para siempre. Si no le hubieras dado tu sangre, ahora sería un dragón completo sin poder volver a su forma original nunca más".

Abi estaba sin palabras y confundida.

"¿Estás diciendo que convertí a Dinah en un dragón cuando la apuñalé por primera vez? Entonces, ¿qué hay de Zeres? ¡No lo apuñalé, pero se convirtió en un dragón completo!"

"Porque Alex es diferente de Dinah y Zeres, Abigail. A diferencia de Alex, Dinah y Zeres pueden transformarse en dragones simplemente bebiendo sangre superior de su raza y tu espada no los afecta. Su herida simplemente sana o se regenera muy lentamente".

La confusión nubló los ojos de Abi. "Eso... eso no tiene sentido. No entiendo-"

De repente, Ezekiel se inclinó sobre ella. "Lo sé. Pero no necesitas entender todo ahora, Abigail. Además, no tenemos el lujo de preocuparnos por las razones detrás de lo que te está pasando a ti y a los dragones y por qué las cosas no están funcionando porque en este momento, tenemos un problema mayor. Tenemos que pensar en cómo matar al dragón. No podemos dejar que el mundo sepa sobre ellos".

Él estaba en lo correcto. Todo este tiempo, realmente no tenían respuestas exactas. La mayor parte de su conocimiento se basó solo en teorías y lógica desde el principio, teorías y lógica que pronto se demostró que eran correctas o incorrectas. No había nadie que realmente pudiera explicar la verdad exacta sobre todo y ella lo entendía.

"¿Pero cómo?" preguntó Abi. "¿Cómo vamos a matar a Dinah?"

Sus ojos vagaron antes de mirarlo y cuando lo hizo, vio sus aterradores ojos oscuros brillando con tal intensidad que no pudo evitar tragar mientras abría la boca. "Dime, sabes cómo hacerlo, ¿verdad?"

El hombre se quedó mirándola. Sus ojos parecían brillar con un fuego siniestro, pero su rostro estoico permaneció tan inmutable como el mármol.

Zeke se acercó aún más a ella. Por primera vez en mucho tiempo, Abi se sintió genuinamente aterrorizada por este hombre. "Tienes razón. Hay una manera de terminar con todo esto. Y no hay otra opción".

Sintió que se le secaba la garganta.

Y luego la tierra tembló, más fuerte que nunca que Abi casi se cae al suelo si Zeke no la hubiera atrapado.

La tierra ante ellos se hizo pedazos cuando los dos dragones se catapultaron hacia el cielo. La tierra se derrumbó, creando un gran cráter.

Todos miraron hacia arriba. Uno de los dragones se quedó en el aire mientras el otro retrocedía, cayendo como un asteroide sin fuego. Era Dinah. Alguien la estaba atacando mientras caía. No podían verlo porque estaba borroso, pero sabían que no era otro que Alexander. La dragona era absolutamente inigualable y no podían creerlo.

Al segundo siguiente, la tierra volvió a temblar y cuando el polvo se asentó, se podía ver a la dragona tirada en el suelo, aparentemente medio muerta mientras Alex estaba encima de su cuerpo.

"¡A-alex la derrotó!" Abi exclamó, tartamudeando.

"Ella no está muerta. No importa cuán poderoso sea Alexander, no puede morir. Esta guerra nunca terminará. Ella se levantará pronto, lo sabes".

La esperanza en los ojos de Abigail se desvaneció y cuando volvió a encontrar la mirada de Zeke, su cuerpo y su alma parecieron congelarse. Se inclinó más cerca y le susurró al oído.

"Esta es la única forma, Abigail", susurró y antes de que Abi pudiera registrar lo que hizo, sintió un dolor agudo en el abdomen mientras la sangre comenzaba a fluir por la comisura de sus labios. La espada de Zeke atravesó su cuerpo con un rápido movimiento, tan rápido que nadie vio el movimiento de su mano. Ni siquiera hubo tiempo para que ella se estremeciera.

"¿P-por qué?" fue todo lo que Abi pudo pronunciar.

"Porque necesitamos que todos los dragones mueran. El salvavidas de estos dragones eres tú, Abigail". respondió Ezequiel. "Se supone que todos ustedes no deben existir en este mundo. Ustedes y sus dragones ya no pertenecen a este mundo, así que tengo que hacer esto. Ustedes son la única razón por la que los dragones se levantaron de entre los muertos y es por eso que solo morirán una vez que tú mueras".

Cuando Zeke dijo esas palabras, los ojos de Abi miraron hacia adelante y vio a Alex.

Él estaba allí, ahora mirándola. Su sonrisa triunfante y tortuosa se desvaneció lentamente mientras sus ojos seguían el rastro de sangre que goteaba por su cuerpo.

"A-alex" susurró y las lágrimas fluían silenciosamente por el rabillo de sus ojos cuando sus miradas se encontraron.