HELLBOUND WITH YOU TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL

Capítulo 247 Qué pasaría si

El sol había salido y atravesaba la habitación cuando Alex se despertó. Su esposa todavía estaba durmiendo, así que silenciosamente dejó la cama y se fue a duchar. Mientras el agua goteaba por su cuerpo, no pudo evitar recordar la última vez que estuvo en esta ducha y todas las imágenes tentadoras que Abi había grabado en su mente. La ducha pasó rápidamente de caliente a fría para enfriar su cuerpo y su mente.

Se secó el cuerpo y envolvió una toalla alrededor de su cintura mientras usaba otra toalla para secarse el cabello. Salió del baño y notó que Abi estaba despierta.

"Buenos días," la saludó con una sonrisa, todavía secándose el cabello mientras caminaba medio desnudo ante ella, mostrando su cuerpo impecable.

Abi, todavía medio despierta, lo miró sorprendida y complacida. Una dulce sonrisa se curvó en su rostro cuando le devolvió el saludo. "Buenos dias."

Alex caminó hacia ella y apretó las palmas de las manos contra la cama mientras se inclinaba y le daba un beso de buenos días en la mejilla. "¿Has dormido bien?" preguntó, examinando su rostro.

Abi se frotó los ojos un poco antes de mirarlo, su toalla estaba envuelta alrededor de su cuello y su cabello aún estaba húmedo. No podía creer que un dios sexy estuviera parado frente a ella, medio desnudo, tan temprano en la mañana.

Alcanzando la toalla, Abi se la puso en la cabeza y continuó secándose el cabello. "Dormí bien", le dijo y Alex le mostró su gloriosa sonrisa, dejándola hacer lo que quisiera con él.

"Está bien, ve y vístete", Abi se apartó y Alex finalmente se incorporó.

"Esposa, ¿por qué siento que no quieres verme desnuda?" Una sonrisa se curvó en su rostro y se inclinó de nuevo, su nariz casi frotando la de ella. "¿Es porque te estoy excitando con solo estar parado frente a ti medio desnudo?"

Abi se mordió los labios. Su esposo se estaba burlando de ella, pero esta vez, Abi no se sonrojó. En cambio, levantó el dedo y le tocó la barbilla.

"Sí ..." le dijo, su mirada se volvió mortalmente sexy. "Siento que me estás pidiendo que te castigue de nuevo", agregó y la primera reacción de Alex fue un trago. ¡Oh Dios! ¿Qué acaba de decir su esposa? ¡La chica mala estaba apareciendo de nuevo!

Alex se apartó y se aclaró la garganta. "Está bien, iré a cambiarme."

Con solo eso, Alex se giró y se dirigió a la puerta mientras Abi se reía en silencio. Sin embargo, su sonrisa se desvaneció instantáneamente cuando vio su espalda.

...

La pareja pasó otro día haciendo cosas mundanas mientras pasaban el día juntos. Solo quedaban tres días más antes de la cirugía de Abi, por lo que Alex tuvo mucho cuidado. Prohibió que cualquiera visitara la casa, sin importar quién fuera, a menos que fuera un médico. Estaba decidido a no causar más disturbios ni a dar ninguna razón para que la tranquilidad de Abi se viera interrumpida.

Pero por alguna razón, Abi parecía estar perdida en sus pensamientos desde esa mañana y Alex no pudo evitar sentirse un poco preocupado, pensando que algo andaba un poco mal con ella.

La luz se desvaneció y la oscuridad envolvió el cielo, pero Abi todavía parecía preocupada. Cuando Alex intentaba llamar su atención, ella lo miraba y respondía, pero luego su mente volvía a divagar. Ella estaba en silencio y parecía estar en profunda contemplación. Alex finalmente decidió preguntar qué estaba pasando, pero en ese momento, una llamada lo interrumpió.

El teléfono de Abi fue el que sonó.

"¿Hola?" La escuchó saludar a la persona al otro lado del teléfono y luego, su rostro de repente se puso pálido.

Alex frunció el ceño y se acercó a ella.

"¿Qué ocurre?" preguntó, preocupado, por el horror en sus ojos.

"Betty ... dijeron ... que la pequeña Betty estaba en condición crítica y que tal vez no lo lograría esta vez", tartamudeó mientras el teléfono se caía al suelo.

Alex maldijo. Sabía lo importante que era esa niña para Abigail. ¿Por qué tenía que llegar esta noticia ahora? ¿Por qué las cosas no podían permanecer tranquilas ni siquiera por unos pocos días?

Abi insistió en ir al hospital a visitar a la niña. Alex no tuvo más remedio que dejarla ir, no cuando parecía estar muerta de preocupación y devastada de esa manera. Aún así, le preocupaba lo que esta noticia podría afectar a su salud y estado mental.

Alex piloteó el helicóptero con Abi a su lado. No quería conducir un automóvil para evitar la posibilidad de tener otro accidente automovilístico.

Cuando llegaron al hospital, corrieron inmediatamente a la habitación de la pequeña Betty, pero no se les permitió entrar, pero ella pudo ver lo que estaba sucediendo. Había muchos médicos adentro y estaban tratando de reanimarla y lo único que Abi podía escuchar era el sonido que venía de la máquina; ese único y largo pitido que indica que el corazón de la niña ya no late.

Abi abrazó a Alex, fuerte y fuerte, mientras enterraba su rostro en su pecho. No podía ver lo que estaba pasando. A pesar de que sabía que esto iba a suceder, todavía le dolía. La pequeña Betty era tan joven y esto que le sucedió fue demasiado cruel.

"Alex ... ¿dónde está el doctor Qin? Él puede salvarla, ¿verdad?" Abi sollozó y tembló en el abrazo de Alex.

Eso era cierto. ¿Dónde estaba ese tipo? Dijo que volvería después de dos días. Se suponía que ya estaría de vuelta.

Acariciando la espalda de su esposa, Alex sacó su teléfono. Tenía que conseguir a Zeke. Esta niña no podía morir. ¡Eso sería un golpe letal para Abigail! ¡La niña no debe morir!

Alex marcó frenéticamente el número de teléfono de Zeke, pero la llamada no se realizó. Su agarre en el teléfono se apretó y casi se rompió en sus manos.

El mundo no le estaba dando lo que quería. ¿Por qué? Todo lo que quería era un poco de paz durante unos días, pero eso parecía ser algo que el universo no le permitiría tener. Maldita sea. Estaba empezando a enojarse.

Podía ir a buscar a ese tipo, pero no quería dejar a su esposa ni por un momento. Sin embargo, si la niña moría...

Mientras Alex hacía todo lo posible por contener su ira, vio a un hombre con bata de médico abrir la puerta y entrar corriendo a la habitación. El alivio inundó el corazón de Alex cuando vio que el médico era el hombre al que había estado tratando de detener. Con Zeke aquí, las posibilidades de supervivencia de la pequeña Betty aumentaron exponencialmente.