HELLBOUND WITH YOU TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL

Capítulo 244 Chica mala

En el instante en que esas palabras salieron de la boca de Alex, el corazón de Abi se derritió mientras se miraban el uno al otro. La lluvia siguió cayendo y por alguna razón, esto les recordó su primer beso.

Los ojos de Alex se posaron en sus labios. Quería besarla. Pero Abi se le adelantó cuando sus manos se envolvieron alrededor de su cuello y sus labios se estrellaron contra los de él. Ella lo besó salvajemente como un cuervo, más salvaje de lo que nunca había sido, que Alex quedó completamente desprevenido. Pero lo primero que le vino a la mente a Alex fueron las palabras de celebración '¡Sí! ¡Finalmente estamos bien! Finalmente estamos bien '.

Alegría era un eufemismo para explicar lo que sentía. Fue como si finalmente se despertara de la parálisis del sueño. Se preguntó cuándo Abigail se había convertido en su todo. En este momento, sentía que su amor por ella no estaba ni cerca del día que se lo confesó. Caía aún más profundo cada día y no podía creer que una pelea le hiciera darse cuenta de lo desesperado que se había vuelto por ella. Ya no le era posible vivir sin ella.

Cuando sus labios se separaron, estaban jadeando por aire. Maldita sea, su esposa era tan dominante y sexy y ¿qué pasaba con este calor entre ellos en este momento? Esto estuvo mal. ¡De repente sintió ganas de hacerlo allí mismo!

De repente, Abi lo inmovilizó de nuevo. ¡Joder, estaba demasiado excitado! No podía creer que su cuerpo actuara como una hoja que ella pudiera empujar y tirar en cualquier momento que quisiera. Podía ver la dominación salvaje en sus ojos y Alex casi lo pierde.

Cuando Abi estaba a punto de besarlo de nuevo, Alex la detuvo con toda la cordura que pudo reunir.

"Esposa, por favor, entremos. No puedo dejar que te quedes aquí bajo la lluvia más", dijo y antes de que Abi pudiera responder, la recogió y se precipitó dentro de la casa. Alex estaba malditamente duro y su mente estaba llena de deseo por ella.

Ni siquiera vio a los hombres que los miraban y simplemente subieron corriendo las escaleras con ella en sus brazos. En el momento en que la puerta de su habitación se cerró, sus labios chocaron inmediatamente, como si estuvieran tan hambrientos. Ambos se sorprendieron con la intensidad de su deseo y en ese momento encarnaron el famoso dicho; que el sexo de reconciliación era para morirse.

No pasó mucho tiempo antes de que Abi ya estuviera desnuda. Alex se sentó en la cama, con Abi a horcajadas sobre él. Se miraron a los ojos. Sus cuerpos estaban fríos y resbaladizos por la lluvia, pero la vista de Abi luciendo como una sirena fue suficiente para hacer que Alex se volviera loco.

Abi tomó suavemente su rostro y sus ojos se volvieron un poco avergonzados. "Creo que me he convertido en una chica mala, Alex", dijo de repente, haciendo que los ojos de Alex se abrieran por un momento.

Los labios de Alex se curvaron hacia arriba mientras tomaba su mano y la besaba y lamía mientras la miraba seductoramente a través de sus espesas pestañas oscuras.

"No, sigues siendo mi chica buena, Abigail ... pero también amo tu lado de chica mala", pronunció y Abi se sonrojó.

"¿E-en serio?"

Alex asintió sin dudarlo mientras seguía chupándole el dedo.

"Entonces ... ¿no te importará si te castigo?" le dijo y Alex se detuvo completamente sorprendido.

"¿Quieres castigarme?" Alex casi sonrió, pero se contuvo. ¿Y si ella estaba hablando de un tipo diferente de castigo y no del tipo travieso en el que él pensaba?

"Sí. Por hacerme llorar."

"¿Puedo saber de qué tipo de castigo estás hablando?"

Ella no le respondió. En lugar de eso, saltó de él y lo levantó de la cama. Luego lo arrastró al interior del baño, bajo la ducha. El calor entre ellos era fuerte, pero su cuerpo comenzó a sentir el frío de la lluvia penetrar en sus huesos, así que decidió que necesitaban tomar una ducha caliente para que no se enfermaran. Pero también pensó que este sería el escenario perfecto para su castigo.

Ella lo colocó en medio de la ducha y puso el agua a tope y el agua caliente instantáneamente calentó sus cuerpos.

"Vamos a darnos una ducha juntos. Pero, no puedes tocarme, ¿entiendes?" ella preguntó.

Alex solo pudo tragar y asentir con la cabeza. Este castigo no sabía si sobreviviría. Su deseo se disparó cuando vio a Abi acercarse a él hasta que sus cuerpos desnudos se tocaron. Sus brazos vagaron sobre sus brazos hasta sus hombros, detrás de su cuello y se arrastraron por la parte posterior de su cabeza. Alex apretó los puños, luchando por controlar sus brazos, ya que instintivamente querían aplastar su cuerpo contra el de él. Pero se contuvo. Mantuvo los brazos a los lados, pero no estaban relajados. Estaban tensos y apretados como resortes en espiral, listos para saltar en el momento en que ella lo permitiera.

Abi le bajó la cabeza para poder besarlo y lo hizo con pasión, pero de repente, lo soltó y dio un paso atrás, quitando el calor de su cuerpo del de él. Abigail no sabía de dónde había sacado su confianza, pero en ese momento, ya no se sentía tímida. Fue casi como si en el momento en que vio a la mujer tocar a su marido, algo dentro de ella se despertara. Era como si quisiera mostrárselo y hacerle recordar que él era solo suyo. Se sentía atrevida, tenía el control y se sentía bien.

Su mirada, una vez tímida, se transformó en una de confianza y un poco de picardía cuando miró fijamente a los de él.

Al ver esa confianza en sus ojos y la sonrisa juguetona en sus labios, Alex casi sucumbió a la tentación. Nunca antes había visto esto en Abigail y sacudió su mente. Lo excitó de formas que nunca había creído posibles. La lujuriosa bestia dentro de él gritaba para ser liberada para devorar a esta seductora ante él. Pero Alex aguantó. Por algún milagro, logró mantenerse quieto y clavado en su lugar.