HELLBOUND WITH YOU TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL

Capítulo 33 Realmente increíble

Abigail miró por la ventana cuando un taxi se detuvo frente a una enorme mansión. Se quedó boquiabierta en cuanto la vio. No sabía cómo llamarla, pero no era una casa. Era mucho más grande que eso. Era tan grande que Abi pensó que todo su pueblo podría caber allí.

Se dirigió lentamente hacia ella mientras miraba a su alrededor. El jardín del amplio patio delantero no era tan colorido; era bastante sencillo y el diseño parecía hecho a propósito para no llamar la atención de la gente.

Al acercarse a la entrada, Abi sintió que la enorme casa no era tan sencilla como parecía por fuera. Ahora que estaba más cerca, se fijó en los exquisitos escalones de mármol blanco de la puerta principal, que la empequeñecían, y lo asimiló todo lentamente. Ahora podía ver que todo, desde las paredes hasta las ventanas y los cristales, parecía una magnífica obra de arte. ¿Qué aspecto tendría el interior?

Después de pulsar el timbre, Abi contuvo la respiración mientras permanecía de pie junto a la puerta doble de bronce y cristal, que se abrió con un chirrido.

Un anciano con traje de mayordomo estaba ante ella con una sonrisa. El mayordomo había sido informado por su amo cuando llegó a casa esta madrugada de que una dama llamada Abigail Chen podría llegar a la mansión en el futuro. ¿Pero la dama llegó realmente apenas unas horas después? Su amo no debería haber utilizado la palabra futuro... debería ser más tarde, suspiro.

"Buenos días, señorita. ¿Es usted la señorita Abigail Chen?", saludó inmediatamente y Abi asintió.

"Por favor, sígame", dijo entonces y en el momento en que ella entró, se quedó asombrada. Nunca pensó que el interior fuera a tener este aspecto.

El suelo de mármol blanco bajo sus pies parecía extenderse durante kilómetros y la enorme y hermosa lámpara de araña que le daba la bienvenida colgaba elegantemente del alto techo. El pasillo tenía grandes y hermosos paneles moldeados que parecían muy caros, pero de buen gusto.

Al recorrerlo, vio también pequeñas salas de recepción que debían ser habitaciones donde la gente esperaba cuando venía de visita. Estaba segura de que este interior era definitivamente como esos pequeños chateau antiguos, el tipo de vivienda que uno esperaba ver en Europa. Incluso podría apostar que esta casa podría estar construida en el siglo XIX o posiblemente incluso antes.

Cuando el mayordomo la condujo al interior, el pasillo se abrió a un espacio más amplio, con una gran escalera en el centro. Los peldaños de mármol blanco, los pasamanos de bronce a ambos lados mientras se dirigía hacia el piso superior, hicieron que Abi se quedara boquiabierta. Incluso empezó a imaginarse a hombres en frac y mujeres en traje de noche subiendo y bajando esos escalones.

Pero la cosa no acababa ahí. Había otro candelabro gigantesco de una escala increíblemente vasta, mucho más bonito e impresionante que el primero que vio. También había una gigantesca chimenea a un lado con exquisitos mantos de mármol y paneles de espejo.

Abigail nunca había visto una extravagancia así. La fiesta a la que la llevó Alexander ni siquiera se comparaba con la escala de este lugar. Era como comparar un ratón con un elefante. Este lugar fue construido con dinero y prestigio y el hecho de que todo siguiera en un estado magnífico, a pesar de su antigüedad, era testimonio de lo rico que era Alexander Qin. ¡Imagínese el costo de mantener todo en este lugar!

Ella había leído sobre lugares como éste, pero pensaba que esos lugares ya no existían en este milenio. Se sintió como si de repente se hubiera transportado a cientos de años atrás.

Estaba totalmente impresionada. Pensó que sólo vería un lugar tan hermoso como éste en su imaginación.

"Por favor, espere aquí, señorita Chen. Le diré al maestro que está aquí". El mayordomo la condujo a un sofá y Abi se sentó tranquilamente. Seguía mirando a su alrededor con gran curiosidad. '¿Por qué Alexander Qin está viviendo en un lugar como este? ¿Cuántos vivían aquí? ¿Vivía aquí todo su clan?'

Abigail pensó en lo que Kelly le había dicho; que Alexander Qin era ultra rico y ultra misterioso. Parecía que tenía razón. No podía ni imaginar lo que había en los dos pisos siguientes. Este lugar era absolutamente apto para la realeza. Pero, por alguna razón, Abi sintió una extraña e inquietante sensación en el momento en que entró en la casa.

El tiempo pasó y Abi finalmente escuchó algún ruido proveniente de la gran escalera.

Y entonces, apareció Alex. Llevaba unos pantalones de tonos oscuros y una sencilla camisa blanca. Llevaba el cabello oscuro despeinado y, obviamente, parecía que acababa de despertarse y había bajado corriendo a verla.

Tenía los ojos muy abiertos, evidentemente sorprendidos, mientras la miraba.

El corazón de Abi se aceleró al instante de verlo. No llevaba frac ni traje, pero seguía siendo tan impresionante como siempre, tanto que Abi pensó que le creería si le dijera que no era humano, sino una especie de dios. Tenía un aura que lo hacía tan increíblemente hipnotizante que ella temía que saliera y desapareciera de la Tierra a cualquier cielo del que viniera.

El hombre bajó los hombros y se pasó los dedos por el cabello antes de meterse las manos en los bolsillos. Caminó elegantemente hacia ella.

"Abigail... eres realmente increíble, ¿lo sabes?", dijo mientras se acercaba a ella. Parecía que no podía creer que ella estuviera allí. Era obvio que no esperaba que ella viniera al día siguiente.

Ella le dijo anoche que se lo pensaría y se presentó en su casa en menos de 24 horas. Se quedó sin palabras. Fue un maldito pensamiento rápido por parte de ella.

"¿Te has tomado el tiempo de pensar en todo lo que te dije anoche? ¿Tienes tanta prisa? ¿Eh? ¿Abigail?"

"Sí lo pensé y no tengo prisa. Es sólo que... hoy es el primer día del mes".

". . ."