Capítulo 122: HunHan

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—Mamá, él es Luhan. Luhan, ella es la señora de Oh. —Nos presentó una vez se acomodó en sus interiores. Creo que mi rostro estaba completamente rojo.

—¿Estás disfrutando de mi casa, Luhan? ¿Sabes que Sehun te trajo aquí sin mi permiso? Esto no va a durar mucho tiempo más.

—Eh, yo —intenté responder, pero Sehun me interrumpió.

—¡Eres tan graciosa! Traje a Luhan con el permiso de la dueña de la casa. La última vez que revisé, las escrituras pertenecían a mi abuela... Él se va a quedar hasta que ella así lo quiera. Ve y dile que lo corra, quisiera ver qué te responde.

—Estás muy confiado porque esa vieja alcahueta te deja hacer lo que te da la gana. Si te hubiera criado lejos de ella, posiblemente serías una persona de bien y no un hombre que recoge a...

—¿A qué? —preguntó con seriedad. Yo ya sabía a qué: «a putos», «a gays», «a cazafortunas». Adivinaba muy bien lo que la madre de Sehun pensaba de mí.

—Llévalo a cenar esta noche a casa, quiero que tu padre lo vea con sus propios ojos —dijo antes de salir.

     Sehun se lanzó a la cama y me sonrió como si con eso intentara disculparse.

—No te preocupes, Lu, no tenemos que ir. Ella ama señalar todas mis decisiones. No es algo contra ti, sino contra mí.

—Yo... —pasé la mano por mi cabello, lamí y mordí mi labio inferior mientras decidía qué decir— creo que debemos ir. Se ha llevado una horrible impresión de mí, no la culpo. Tal vez si cenamos junto a tu abuela y me ve con ropa, para variar.

—¿De verdad? Me gustaría hacer eso, pero solo si deseas.

—Sí, sí, hagamos eso.

     Bueno, intenté arreglarme elegantemente casual.

     Sehun fue casualmente desarreglado.

     ¡Bah!, de todos modos, el que tenía que impresionar era yo, no él, pero de esa manera lucía como si el adinerado fuera yo, nada más falso. Las apariencias son las mejores mentirosas. Saludé con una venía a cada persona en el comedor. La abuela de Sehun me sonrió con confianza, la madre me desdeñó con la mirada y el padre apenas me contestó, pero sus ojos me revisaron de arriba abajo. Mientras yo sentía que me encogía, Sehun estaba como si nada, tomando asiento antes de que las personas mayores lo hicieran.

     Al parecer, la suerte no estaba de mi parte: el menú de la noche fue poco amable. Iniciamos con una entrada que consistía en caracoles. Debo decir que nunca en mi vida había comido eso. Tomé un trago de mi copa mientras intentaba observar cómo los demás comensales lograban comerse esas cosas y estaba tan distraído que el líquido bajó de mala manera, quemando mi garganta.

—¡Argh! —soné.

—¿El vino está muy fuerte, querido? —preguntó la abuela.

—No suelo beber —respondí con timidez.

—¿El Chardonnay es demasiado para ti? —sonsacó la madre antes de dirigirse a la empleada— Yoona, ve por agua para Luhan.

—Dale un mes más conmigo y estará lavándose los dientes con Sauvignion blanc, madre, igual que tú —comentó Sehun.

—No te aconsejo que le enseñes esas cosas a Luhan —replicó la abuela—. Él y yo preferimos el chocolate caliente, ¿cierto? —sonreí en respuesta. El chocolate de la abuela de Sehun era delicioso, de eso no había duda. Solíamos beberlo mientras jugábamos cartas.

Proyecto Haema [Fanfiction EXO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora