Proyecto Haema [Fanfiction EXO]

Capítulo 106: Jongin

Cada pequeña parte de ti... La amo.

Sabes que lo hago, te amo. Incluso amo tu mirada cansada.

Incluso amo tu silueta que desaparece en la distancia.

Tus ojos, tus manos...

Quiero mirarte a los ojos y sostenerte para siempre.

Desearía poder regresar el tiempo. 

(Epik High & Jisun, Your Pieces)

     Dos días, estuve viviendo al lado de un hombre que tenía su mente en las nubes. Se acostaba a escuchar rock con los audífonos puestos, tan fuerte que podía decir cuál canción estaba oyendo aun a varios metros de él. A veces, encendía el televisor como si lo estuviera viendo, pero la realidad era que su atención se había ido a dar un largo paseo. Una tarde habló durante un par de horas con Chanyeol, pero no me permitieron oír nada.

     Yo me mantenía mucho mejor que antes, ya que al fin estaba elaborando la pérdida de Tae, así que intentaba darle su espacio sin presionarlo demasiado. Quería conocer muchos detalles que se me escapaban, pero para que toda esa información llegara a mí, debía ser paciente, eso es lo que creía.

—¿Estás bien, Soo? Luces algo triste... ¿Por qué no me cuentas qué fue lo que pasó?

—No pasó nada —respondió pasando los canales del televisor sin decidirse por alguno.

—¿Estás triste por Tae Oh?

     Pero él se levantó y fue a ducharse. No era de extrañarse que esquivara cualquier conversación en la que se sintiera expuesto emocionalmente, así que no me molesté, solo evité ir tras él y me propuse volver a sondear el asunto más tarde. Al salir de la ducha, usaba un pantalón negro y un abrigo holgado. Se me ocurrió que una caminata nos haría bien a ambos y como era fin de semana y ya no tenía que trabajar, se lo propuse.

     Caminamos a paso lento uno al lado del otro, sin tocarnos, aunque me hubiera gustado sostenerlo, pero él llevaba los brazos cruzados en su pecho, por lo que guardé las manos en mis bolsillos.

     Hablamos sobre Chanyeol y Baek... Soo me dijo que le parecía bien que ellos estuvieran juntos y eso me sorprendió porque por lo general, él no opinaba bien respecto a esos dos. Le hice muchas preguntas sobre esa pareja y la de Chen y Suho. Era para mí un modo en que él podía empezar a hablar de sus emociones sin sentirse amenazado. Funcionó porque un rato después, estábamos sentados bajo un árbol en el parque, hablando de las relaciones amorosas de otros, sin un ambiente tenso entre nosotros. Incluso sonreímos cuando comparamos a sus respectivos perritos.