Capítulo 27: Kyungsoo

41.8K 4.6K 1.8K
                                    

Las cosas no andan muy bien en Chile. Espero que todas mis lectoras chilenas estén sanas y salvas, así como las personas que aprecian. ¡Fuerza, Chile!


***

Me derriba de nuevo. Creo que necesito un amigo

Alguien que me entienda y no pretenda.

Siento como todos los días, alguien va a echar otro gancho.

No sé si me doblaré o romperé.

(The killin' time Band, Heavy).  


Fuente Xanii

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Fuente Xanii



     Mes siete... Ni se imaginan lo extraño que lucía usando pantalones sin cerrar, ya que ninguno me quedaba, sosteniéndolos con una cinta de tela para que no se cayeran, cubriendo mis interiores expuestos con un gran suéter con gorro para intentar esconderme el rostro también.

     Corría el mes de diciembre y el clima era bastante frío. Las tiendas estaban abarrotadas de gente hundida en las prisas y el consumismo, las calles estaban húmedas a causa de una reciente lluvia que se evaporaba llenándolo todo de una tenue neblina. En tanto las recorría llegó un vago recuerdo de mi infancia y de cómo esa era mi época favorita del año. Pensé en mi madre en la cocina, llenando toda la casa con olor a canela, miel y vainilla, lo que me sobrecoge y el feto dentro de mí se mueve haciéndome cambiar la sensación cálida de mi corazón por un odio infinito.

     Entré a una tiendilla de conveniencia y con mi salario de la biblioteca, compré una caja de cigarrillos. Se me antojó un marshmallow con forma de oso panda y pagué por eso también. Consumí los dos al mismo tiempo: una mordida del oso y una calada de mi cigarrillo. Mis dos manos estaban ocupadas. Me sentía satisfecho porque tenía estas fijaciones orales y una personalidad hedonista.

     Mi extraño estado de preñez tendía a sofocarme a veces y de repente, empecé a sentir mucho calor, así que quité el gorro de mi cabeza y permití que el aire me rozara la cara dándome alivio. Las personas caminaban a mi lado, felices. Tomé asiento en una banca junto a un Santa Claus de plástico y observé a la gente; muchas estaban acompañadas con sus familias, me hacían sentir solo. Miré de nuevo al muñeco a mi par y en una conducta de puro autoodio comparé nuestras barrigas... Yo era tan gordo como Santa Claus. Era un Grinch preñado.

     En medio de mi amargura creí ver al moreno de Calcuta y me levanté para que me mirara, pero no lo hizo. Caminé tras él con cortos y ligeros pasos, y cuando estaba a punto de llamarlo, una mujer se colgó de su cuello y lo besó. Me detuve en seco y fruncí el ceño... se suponía que era gay. ¿Qué significaba eso? ¿Me había mentido?

Proyecto Haema [Fanfiction EXO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora