Capítulo 100: Kyungsoo

33K 3.9K 2.1K
                                    

Nunca me he abierto de esta forma.

La vida es nuestra, la vivimos a nuestra manera,

La vida es nuestra, la vivimos a nuestra manera,

estas palabras no las digo porque sí

y nada más importa.

  (Metallica, Nothing else matters) 


Créditos Shinae 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Créditos Shinae 


     Entré a una casa en penumbras; era la dirección que Chen me había enviado por un mensaje. Mi cuerpo entero estaba en alerta y mi arma, preparada para disparar en cualquier momento. No me temblaba el pulso ni había titubeo en mi andar, pero me detuve cuando escuché una voz conocida.

—¡Papáá!

     No un tono feliz, sino uno de alarma y exigencia, como cuando algo lo asustaba o tenía hambre. Asher, mi bebé. Al fin, lo había encontrado. Di en un pasillo con varias puertas a cada lado y empecé a abrir una a una, pero todas estaban vacías; sin embargo, mientras más avanzaba era más claro su llanto.

—Nooooo, papá... papá... Quiero a mi papá.

—¡Aquí estoy! —grité para que me escuchara— ¡Ya voy por ti, Asher! ¡Voy por ti, mi bebé!

     Quería abrazarlo y disculparme por haber tardado tanto.

     Finalmente, llegué a la última puerta. Con un golpe de excitación por recuperarlo y además, tener la oportunidad de despedazarle el cerebro a quien me lo robó, apunté y abrí.

Jongin.

     Jongin mirándome con una sonrisa cínica, de medio lado. Asher desnudo entre sus manos, con el cuerpo entero lleno de sangre, sus brazos colgando sin vida, sus ojos cerrándose para siempre, poco a poco... mirándonos por última vez. Sentí que yo volvía a ser el niño bajo la cama. Mi arma cayó al suelo y se disparó sola.

¡BANG!

     Desperté con el corazón acelerado y completamente bañado en sudor... Mi cabello estaba tan húmedo que había manchado la almohada. Corrí al baño a vomitar, pero una vez ahí, lo único que tuve fueron arcadas, hasta que logré asimilar la horrible pesadilla y pude controlarme, dando paso a una nostalgia infinita porque un fuerte aroma a Asher me invadía la nariz. Salí de la habitación y caminé hasta la cocina, donde encontré a Jongin, quien venía entrando del cuarto de lavado y me puso un montón de ropa entre las manos.

—Déjalas en la habitación de Tae, ya están limpias.

—¿Qué estás haciendo?

—Me levanté a lavar su ropa. Hace mucho, no hacía el aseo y sus cosas empezaron a oler a polvo.

Proyecto Haema [Fanfiction EXO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora