Proyecto Haema [Fanfiction EXO]

Capítulo 58: Kyungsoo

¿Lo quieres todo o nada de nada?

¿Quieres dejarte llevar y perder el control?

Esta noche, por la mirada en tus ojos,

creo que puede ser el momento.

Eres mío, mío, mío.

 (Tarkan, Mine).

—¿Qué tienes que hacer mañana en la noche? —me preguntó casi con timidez, por lo que sospeché que me saldría con alguna cosa rara.

—¿Mañana? Veamos: cambiar los pañales del bebé, follarme a un moreno... Lo de siempre.

—Deja al moreno y acompáñame a un lugar.

—Chanyeol cree que está de moda follar con varias personas, así que me apunto en ello. ¿A qué hotel vamos?

     Él rio, pero luego dijo que había sido una broma muy cruel.

—Es la fiesta de aniversario de mi empresa. Nos dejan llevar un acompañante.

—Mmm no lo sé, Moreno. ¿Qué parte de tu cerebro cree que se vería bien llevarme con tus jefes?

—Todas —respondió levantando sus hombros con sencillez. Era un Calcutín tiernucho.

—Me halagas, bonito, pero no lo creo.

     Hizo un puchero.

—Me hubiera gustado presentarte a las personas con las que paso la mayor parte del tiempo. Ya conoces a Lu. Los demás son muy agradables también.

     Entonces me lo pensé mejor. En realidad debería conocer quiénes son las personas con las que mi moreno trabaja todos los putos días para mantenerme contento, así que accedí como si fuera por acompañarlo nada más y él se puso contento y me dio sexo oral. Todos ganan.

     Baekhyun aceptó quedarse en casa cuidando de Tae y así resolvimos el asunto de la niñera. Al siguiente día, llegó temprano cuando Jong aún trabajaba, porque mi hermano no tuvo que ir a la clínica, y me dio las quejas de Chanyeol mientras me ayudaba con un ligero cambio de look.

     Cuando Jongin llegó a casa desde el trabajo, yo estaba en la habitación terminando de vestirme con un pantalón oscuro y una camisa blanca, cuyas mangas llegaban a mi antebrazo. Usaba zapatillas y era la primera vez desde la graduación de Baekhyun que vestía así, con ropa que por supuesto mi hermano me había prestado.

—¡T-tu cabello!

     Me peiné con los dedos empezando a sentirme incómodo.

—¿Se ve extraño? Debería volver al rojo.