Capítulo 18: Jongin

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Tus suturas están afuera, pero estás cicatrizando mal.

(...) Todos tienen su turno, ahora es el tuyo

para interpretar el papel.

 (Regina Spektor, One more time with feeling).

 (Regina Spektor, One more time with feeling)

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Fuente weibo.com.

Imagen facilitada por Gabi A



     No me di cuenta de que me había robado la foto de ese pelirrojo hasta que estuve en mi auto, la guardé en la guantera puesto que de ningún modo iba a regresar para devolverla. Me sentía enojado porque me estaba llevando tremendo susto con eso de que sospeché que podía tener hepatitis B y encima ese doctor Park se va a contarle mis intimidades a su amiguito. ¿Habían visto conducta menos ética? ¡Cómo se notaba que eran practicantes apenas! No volvería a dejarme atender por alguien que no tuviera varios años de experiencia. ¡Nunca más! Ahora, solo iba a hacer lo posible por olvidar todo ese mal rollo. La vida me estaba dando otra oportunidad y yo la tomaría felizmente.

     Mientras le platicaba mis desgracias a mi mejor amigo, este me ponía al tanto de cómo él y Sehun se hacían cada vez más cercanos. Ahora se veían todo el tiempo, de modo que casi no había espacio para mí y estaba un poco celoso, pero no dije nada, Luhan parecía estar muy entusiasmado con su amor de pene grande y se merecía disfrutarlo.

     Mi trabajo seguía siendo horrible, siempre me daban los peores clientes, los de los proyectos más pequeños y con peor paga, lo menos elaborado. Mi madre seguía llamando de vez en cuando para preguntar cuántas veces había comido y si arreglaba la cama antes de ir a trabajar. Mi hermana me enviaba correos con screams molestos que me ponían de mal humor. Mi padre de vez en cuando me escribía un correo para saber cómo estaba y, de esa forma los días empezaban a tener un ritmo lánguido y llevadero.

     Iban a pasar por la televisión La vida es bella, así que mi plan para esa noche básicamente era verla mientras me ahogaba con ramen, cerveza y helado. Fui al supermercado por mis provisiones y entonces lo volví a encontrar, a ese tal... en ese momento ya había olvidado su nombre después de lo difícil que fue escucharlo. Estaba usando la gabacha azul que era el uniforme del Super-Star-Market. En realidad, no era un local muy grande, se las ingeniaban con un par de cajeros y un chico que acomodaba la mercadería, lo que él estaba haciendo en ese momento. Me escondí tras los estantes del pasillo para espiarlo. Su vientre había crecido desde el último mes, estaba seguro. A pesar de que usaba su uniforme más grande de lo que necesitaba en realidad, podía apreciarlo. Me esforcé para leer de la plaquita dorada y sí, lo logré, «Do Kyungsoo», decía. Lo pronuncié en un susurro.

     Parecía sofocado mientras acomodaba unas cajas de leche en lo alto del estante, tenía que pararse de puntas cada vez porque él era de corta estatura. Luego, se sujetaba para bajar sin irse al suelo, apuntando sus rodillas hacia los lados, tomaba un par de cajas y hacía un esfuerzo casi sobrehumano por volver a subir y acomodar los productos. Su frente estaba perlada en sudor, se veía pálido. Yo no debía acercarme, sabía que era mala idea, pero él cerró los ojos y exhaló mientras se tocaba su vientre, una gota de sudor resbaló por su sien y me sentí mal por verlo trabajar tan duro en su condición, entonces ignoré la sabia voz de mi consciencia y fui a hablarle.

Proyecto Haema [Fanfiction EXO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora