Capítulo 21: Jongin

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En mis momentos más débiles, lloro;

porque me gusta la forma en las lágrimas quedan en mi mejilla.

En mis momentos más oscuros, lloro.

Oh, cómo adoro la forma en que las lágrimas se adaptan a mi cara.

Me gustan saladas, me gustan mojadas (...),

así que, lloro fuerte, las dejo caer,

y no pararé hasta que todas mis lágrimas se derramen.

(Lykke Li, Let it fall).

(Lykke Li, Let it fall)

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Fuente mahfe 

     ¿Les ha pasado que tienen uno de esos días terribles donde se arrepienten de haberse bajado de la cama por la mañana? Días donde los karmas acumulados empiezan a cobrarse la cuenta sin piedad alguna... Pues ese día en mi vida había llegado.

     La leche que le añadí a mi café estaba mala, mis pantalones favoritos se llenaron de tinta, mi cabello no quiso dejarse peinar decentemente, casi llego tarde al trabajo porque no encontraba las llaves de mi auto, no había espacio en el estacionamiento, el cliente rechazó mi propuesta, mi jefe me envió a casa temprano, y no, no era un premio.

     Había sido una mañana horrible en la empresa, la peor hasta la fecha. Lo único bueno fue ver a Luhan con el cabello oscuro y ese peinado hacia arriba similar al de Kyungsoo. Ese lunes llegó radiante el muy sabandija, presumiéndome de su pasado amanecer en la playa, follando bajo las estrellas como animalillo salvaje, mientras yo me había puesto medias tibias y quedado dormido viendo un programa donde hacían un pastel gigante con los personajes de la película La era de hielo. Claramente, él se estaba convirtiendo en un rebelde sin causa y yo en un anciano. Al fin superé (y sobrepasé con creces) la barrera de los años que nos separaban, y todo por culpa de un motero con pene gigante.

     —A mí me gustó tu trabajo y al jefe también, el cliente es un idiota así que no te preocupes —dijo Taemin abrazándome mientras cruzábamos la calle hasta la cafetería del frente.

     —Si tanto le gustó mi trabajo entonces, ¿por qué me envía a casa?

     —Para darte tiempo de pensar otra propuesta sin que te estreses... Él la amó, estoy seguro, por eso no te regañó después de que la rechazaran.

     —Ya... —dije con desanimo. Tal vez tenía razón, pero aun así no me sentía mejor.

     Al entrar observé a una bolita pelirroja frente al mostrador. Kyungsoo se tocó la barriga como una mujer embarazada... bueno, más o menos porque no lucía afectivo ni tierno, daba la apariencia de que internamente estuviera amenazando a su bebé con algo como: Deja de moverte, producto, o voy a fumar para joderte.

Proyecto Haema [Fanfiction EXO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora