Capítulo 35: Sehun

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Dale un respiro a mi corazón.

Dices que eres tú quien me ama más y luego pateas y cierras la puerta.

Hey, mientras que tú encuentras tu camino, quiero darte las gracias por el paseo,

y por sacar la espina de mi lado y llamarme tu cariño.

(Aerosmith, Another last goodbye).

(Aerosmith, Another last goodbye)

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Fuente Google


     Crecí en cuna de oro: me educaron los mejores tutores, tuve las nanas más caras del planeta, fui a los colegios más prestigiosos, un par de ellos en el extranjero. Tuve todo, absolutamente todo, menos calor familiar. Sí, la mía es la típica historia del niño rico que se cría en soledad. Soy un cliché con lazo de plata, rolex y zapatillas italianas. La única persona de la que sentí calor humano fue mi abuela, pero es difícil disfrutar de ello cuando estás lejos, en una escuela en Holanda o en un colegio en Inglaterra. Cuando me gradué de secundaria, mi padre empezó a presionarme para que entrara a Harvard y me preparara para heredar su negocio. Fue ahí cuando me revelé.

     No quería una vida que ya habían escrito para mí, vivir en una mansión ocupada por un par de criadas que caminaban silenciosamente en la cocina, trabajar todo el día para no disfrutar de las cosas que acumulaba con un salario millonario, estudiar, obtener un título en finanzas. No quería ser parte del negocio lucrativo de producción que engordaba los billetes de mi padre y empobrecía a la gente esa que toda la vida observé desde las ventanas de la limusina que me llevaba de un lado a otro.

     Escapé de casa y muy fácilmente me encontré perdido y desamparado hasta que entré a un bar cualquiera. Pedí un trago e inicié una conversación casual casi forzada con los tipos de al lado: Xiumin y ZhouMi. Durante varios meses, estuve discutiendo con mis padres, escapando de casa, apareciendo una o dos noches después solo para discutir una vez más. Hasta que logré decidir qué era lo que quería en realidad y me mudé de una vez por todas. Con mis generosos ahorros, compré mi pequeñísima casa e inicié el taller en el que trabajo con Xiumin y aun así me sobró mucho dinero. Mis padres no me hablaron durante seis meses. Ahora lo hacen, por intervención de mi abuela, pero siempre acaban reprochándome que estoy lanzando mi vida a la basura. Soy la oveja negra de la familia, la vergüenza, toda su mierda.

     Abuela es la única que se preocupó por conocer dónde vivía. Se espantó mucho cuando me visitó y desde entonces deposita cierta cantidad de dinero a mi cuenta. Ella cree que estoy muriendo de hambre, pasándola realmente mal; pero no es ni un poco cierto. El negocio de los motores se me da muy bien, los clientes pagan lo adecuado. Vivo sin lujos, pero feliz. Cada día, abro mis ojos y me encuentro un lugar propio en el que no tengo que fingir que no estoy triste o enojado cuando sí lo estoy. En mi casa, no debo ser un robot programado para ser políticamente correcto, para sonreír e inclinarme a lamer traseros de personas más adineradas o a exponerme para que laman el mío aquellos con menos fortuna. Puedo levantarme o acostarme cuando lo desee, beber y comer cuando se me antoje, reír, sentir, salir, entrar, follar. Todo lo que se me dé la gana. Es ahora cuando realmente soy rico. Soy millonario. Incluso la soledad dejó de ser tan intensa en compañía de Xiumin y su novio, y posteriormente Key. Nuestra banda, mi público, las motocicletas, mis clientes y luego, él: Luhan.

Proyecto Haema [Fanfiction EXO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora