Capítulo 60: Jongdae

34.3K 4.2K 3.3K
                                    

  ¡Era Chen! Felices ponipollos a lxs ganadors. Feliz navidad, lectorxs de Proyecto Haema.


La paranoia está floreciendo.

Las transmisiones de PR lo resumirán.

Ellos intentan empujarnos a las drogas,

manténganse todos callados y confiemos en que

nunca vamos a ver la verdad al rededor.

(Muse, Uprising).

(Muse, Uprising)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


     Tipear, navegar, indagar, ¡un agujero!, tipear, backdoor: acceder, tipear, caballo de troya, estudiar la información, números, letras, códigos matemáticos, descargar, copiar, copiar, copiar; sistemas operativos, máquinas, protocolos.

     Mi bebida se terminó y tiré solo aire de la pajilla. No quería levantarme, pero sentía sed. Miré el reloj: las doce en punto, no supe si de la noche o de la mañana, me era irrelevante. Calculé que podía resistir unos minutos más y acomodé mis enormes gafas antes de continuar.

     Tipear, navegar, indagar, sistemas operativos, máquinas, protocolos.

     Mi lengua se pegó a mi boca y se sentía agrietada. Cubrí mi rastro, borré mis caminos, mis pruebas. Ordené a mis dedos detenerse y levanté mis brazos, estirándome. La espalda y el cuello traquearon muy fuerte. Me levanté y vi en la silla la marca de mi trasero. Caminé a la cocina y bebí de un solo trago un vaso completo de coca cola. Eructé y estuve listo para continuar.

     Ding dong —sonó el típico timbre, el que la mayoría de las veces pasaba en mutismo. Mi corazón corrió desbocado y controlé el impulso de esconderme bajo los escritorios. Tal vez fuera solo un error, así que esperé como si me hubiera congelado, pero el timbre se volvió loco. Ding-dong, ding-dong, ding-dong, ding-dong, ding-dong. Me coloqué tras la puerta y me llevó dos intentos para que mi voz saliera fuerte y sin tartamudeos.

Password —pedí.

—Dinosaurio trooooll.

     Reconocí la clave en voz de D.O. y el alivio me destensó los músculos inmediatamente. Cuando abrí la puerta, él entró con la misma confianza de siempre.

—¡Chen, Cheeeen! ¡¿Hace cuánto no nos vemos?!

—Ocho meses, dos días, cuatro horas y siete minutos con cuarenta y dos segundos, cuarenta y tres, cuarenta y cuatro... Creo.

—Fueron cinco horas, no cuatro.

—No. Cuatro. A menos que... ¿Estás contando desde que nos saludamos o desde que nos despedimos la última vez?

—Estoy bromeando, Chen.

—¡Oh! —reí.

—Awww qué lindo, Chen-Chen, aún haces ese sonido de cerdito cuando ríes. —Me apretó las mejillas y me aparté un poco.

Proyecto Haema [Fanfiction EXO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora