Proyecto Haema [Fanfiction EXO]

Capítulo 33: Baekhyun

 Y es difícil aprender, y es difícil amar,

cuando me das una dulce nada.

Y no es fácil para mí dejarlo ir porque me trago cada palabra que digo

Cada susurro, cada suspiro, acabó con este pobre corazón.

(Calvin Harris ft. Florence and the machine, Sweet Nothing).

Fuente HarryIsMyWizzard

     En mi casa, papá no dejaba de fastidiarme suspirando por Kungsoo en cada esquina, temiendo que un día alguien lo llamara para avisarle que estaba muerto. Me acosaba con preguntas, porque a pesar de que yo lo negaba, él estaba seguro de que manteníamos contacto. A veces, le decía que me había enviado un mensaje o algo, pero que siempre eran escuetos. Kyung incluso había dejado de recibir las llamadas de papá, y era algo muy cruel, pero así tenía que ser. Sin embargo, me afectaba estar ahí: en medio.

     Luego, cuando iba a verlo, era todo una locura: él desesperado por sacarse ese bebé y yo preocupándome por el momento en que ese día llegara. No quería hacerlo. No quería ver a mi hermano morir en una cirugía improvisada y que el bebé muriera en mis manos. Tenía horribles pesadillas sobre eso todo el tiempo y Kyung no me ayudaba en nada: fumaba, se comportaba mal. Gracias a dios, Jongin era un ángel que se había encargado de mantenerlo seguro y mejorar su salud.

     Por otro lado, en mi trabajo... bueno, todo era horrible. El incidente con mi paciente ya estaba empezando a olvidarse porque se comprobó que yo no fui responsable y lo hablamos después de su legrado. Lo lamenté mucho y ella también. No fue culpa de nadie, esas cosas pasan. Pensé en lo injusto que era que una mujer deseara tanto un hijo, se cuidara y aun así el bebé muriera; mientras que mi hermano...

     Y Chanyeol. Parecía estar evitándome un poco, pero yo no lo hacía. Iba a comer a las mismas horas que antes y si lo veía, me sentaba a su lado, sonreía, hablaba con normalidad, incluso participaba de las pláticas de las personas que le preguntaban sobre los preparativos del matrimonio. Todo era normal... como siempre. Si antes lo amaba así en secreto, solamente debía continuar igual hasta que un día mi corazón se cansara de ello y lo expulsara por sí mismo, como una muerte celular por apoptosis. Pero había días especialmente difíciles, como ese en el que el personal masculino planeaba su despedida de soltero.

     —Tú eres su amigo, Baek —declaró Daesung—, deberías platicar más y decirnos qué sería lo mejor. —Todos los ojos se posaron en mí en la sala de descanso de los médicos.

     —¿Yo? Ehhh... mañana es la mañana libre de Yeol... creo que algo rápido y que todos disfrutaremos es ir a un club a bailar.

     —¡Claro! Vamos esta noche. Lo raptamos en cuanto acabe su turno y lo llevamos a un club —me apoyó Seungri, el oncólogo.