Capítulo 46: Kyungsoo

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Supongo que es verdad, no soy bueno en aventuras de una sola noche.

Pero aún necesito amor, pues soy solo un hombre.

Estas noches nunca parecen ir acorde al plan.

No quiero que te vayas, ¿tomarías mi mano?

Oh, ¿no te quedarías conmigo?

Porque eres todo lo que necesito.

Esto no es amor, es fácil de ver...

Pero, cariño, quédate conmigo

 (Sam Smith, Stay with me).

 (Sam Smith, Stay with me)

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      Tae Oh estaba bastante llorón, pero no le recriminaba demasiado porque sabía que era mi culpa. Cuando no me dejaba dormir –lo que era siempre–, no le gritaba que se callara. Le decía: Cállate, por favor. Aunque, de todos modos, no me hacía caso. Sin embargo, con el paso de los días, se estaba sintiendo mejor. Ya no tenía fiebre ni diarrea y sus síntomas de la abstinencia en general eran menos. Me merecía las ojeras que tenía.

     La cosa con los niños es que aunque no estén enfermos hay muchos detalles que uno debe cuidar y que al inicio fueron difíciles de aprender. Yo, a estas alturas ya lograba sostenerlo de la manera correcta y ponerle el pañal de modo que sus meados y cacas no se le escurrieran por las piernas. Eso era un triunfo.. debieron vernos las primeras veces: sus nalguitas se habían puesto rojas porque no le echaba suficiente crema después de asearlo y demás. Las rozaduras del pañal no son ninguna broma.

     Esa tarde, estaba terminando de acomodar mis dos maletas y la maleta con las cosas del parási... quiero decir, de Tae Oh. Salí tirando de ella hasta la estancia mientras el bebé berreaba entre mis brazos y encontré a Jongin de pie mirándome con seriedad. Me detuve en seco y observé al reloj: Eran las diez de la noche.

     —Me asustaste, Moreno. Creí que volverías en dos días o algo así.

     —Sí, me adelanté... —respondió sin ganas. Yo fui a la cocina por el biberón de Tae y se lo metí en la boca. Se calló instantáneamente.

     —Me vuelve loco cuando grita tanto. Ni siquiera te oí llegar —le dije a Jongin.

     —¿Puedo hacer eso? —preguntó señalando el biberón. Le entregué al bebé en brazos para que lo alimentara y él se sentó en el sofá mientras le daba de comer; yo me senté cerca. Había llegado un poco sospechoso ese moreno.

     —¿Y qué tal todo? ¿Por qué te adelantaste?

     —Mi padre está deprimido, no quiere estar en casa sin mamá y se fue de ahí después del funeral. No soporta entrar, dice que le trae demasiados recuerdos. Y mi hermana solo se la pasa llorando en los brazos de su esposo; tampoco se acercaba a casa. Nadie quiere estar en ese lugar sin ella...

Proyecto Haema [Fanfiction EXO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora