Capítulo 122: HunHan

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NOTA Al final del capítulo están las traducciones de las palabras en otro idioma que son mencionadas en la historia. 

Con escenas desconocidas por delante y brisa del océano en mi rostro,

el sonido de las sirenas me tienta a abandonar mi objetivo.

Dicen que cada ola de la tormenta me inundará hasta ahogarme.

Aun así, avanzaré como Odiseo. Seguiré la dirección de mi corazón

incluso si los dioses trataran de detenerme al otro lado de la costa.

Cuando tenga que soportar esto solo en el lejano campo de batalla,

mi sueño se convertirá en mi arma y todas mis cicatrices se volverán medallas.

(Luhan, Medals). 

  Luhan 

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  Luhan 

  Desperté sintiéndome observado y lo primero que vi fue el rostro severo de la madre de Sehun mirándome de pie frente a la cama. Al levantarme de manera tan abrupta, sentí que me lastimé las costillas, que todavía resentían cualquier movimiento brusco. Apenas el día anterior me habían quitado el yeso del pie, ya no usaba el cabestrillo en el brazo, mi nariz había sanado y el resto de los golpes eran poco visibles, a excepción de la cicatriz alrededor de mi cuello que se había marcado como una maldición.

—S-señora... —No logré proyectar bien mi voz. Habíamos hecho el amor la mitad de la noche y lo único que me cubría era una delgada –y sucia– sábana blanca. Podía escuchar a Sehun darse una ducha: no había cerrado del todo la puerta del baño.

     Ella levantó una ceja.

—¿Cuál es tu nombre?

—Lu-Luhan. Eeeh, lo siento, yo... Sehun está en la ducha, va a salir pronto. —Era muy incómodo no poder levantarme para presentarme. Si mis padres me hubieran encontrado así, hubieran caído fulminados. No les gustaría nada.

—¿Exactamente cuál es tu apellido?

—¿Mamá? —salió Sehun completamente desnudo y a medio secar— ¿Qué quieres?

—Quiero ver con mis propios ojos quién es la persona en la que has estado malgastando tu tiempo. —Ok, a eso me refería con el «no les gustaría nada».

—¿Te refieres a Luhan? —preguntó con tranquilidad mientras revolcaba el cajón de nuestra ropa interior, buscando un bóxer—. Deberías tocar la puerta antes de entrar.

—Estoy en mi casa, Sehun, puedo entrar donde se me pegue la gana. Y sí, me refiero a este chico, Luhan. De no haber venido hasta acá, no lo hubiera conocido, ¿no es cierto?

Proyecto Haema [Fanfiction EXO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora