Proyecto Haema [Fanfiction EXO]

Capítulo 64: Joonmyeon

Tú eres mi cenicienta 

y tu único príncipe soy yo (...)

Te juro que conocerte no fue un accidente.

Finalmente estoy confesando esto,

pero tú ya estabas en mi camino,

incluso antes de conocerte.

 (Ulala session, Love fiction).

     Abrió un tipo enorme, de verdad enorme.

—Hola, amor de mi vida, el trasero más delicioso de todo el continente. —Creí que ese Chen era bastante lanzado por el modo en que saludó a D.O., en especial cuando detrás estaba el esposo con su bebé.

—Delicioso, pero no para tu paladar —le respondió antes de empujarlo—. Quítate, vengo por el inodoro, no por el contenido.

     Entramos a una habitación cruzada por unas mesas que tenían un montón de computadoras y cables. Aparte de tres sillas y una manta acolchada en el suelo, no había nada más ahí. Un joven frente a la computadora nos miró pasar como en procesión. D.O., Jongin con el bebé, Chanyeol y yo. Parecía que no le agradó nada la visita porque de inmediato se lanzó hacía la pared con los ojos muy abiertos, podía notarlo a pesar de que casi toda su cara estaba cubierta por unos enormes lentes de pasta negra.

—Hola, Chen, vine a pedirte un favor. Este tipo de acá necesita que un hacker le salve el culo y no le pude decir que no porque lo trajo ese gigante, que es el que me salvó el culo a mí con lo del bebé. Y por cierto, el tipo este que sostiene al bebé es con quien vivo ahora. Todos —se dirigió a nosotros—, este es Chen, el genio de las máquinas, y esa cosa alta de allá es Kris.

     El hombre más alto miró a Jongin por todo lado y creo que lo intimidó, porque el moreno se pegó un poco a mí y vi que sostuvo a su bebé con más fuerza. El llamado genio de las máquinas comenzó a hiperventilarse y se escondió en otra habitación. D.O. lo siguió y pude escuchar su conversación desde afuera. En realidad, todos pudimos, porque aquel departamento era diminuto.

—Oye, Chen, solo revisa los datos y me los llevaré, te lo prometo. No. No te pongas así. Respira. Chen, respira. ¡Nadie te va a comer!

     Kris se movió para ir con ellos.

—No le grites al niño, D.O.

—Es tu culpa que esté así, Kris. Lo sobreproteges mucho.

—Es que tú eres un grosero y lo asustas. No te preocupes, Chen, yo te cuidaré.

—¿Lo ves? Estás haciendo de Chen un mimado.

—Bueno, al menos yo le doy amor. Tú solo vienes a verlo una vez al año.