Capítulo 52: Kris

42.1K 4.3K 4.4K
                                    

Bienvenido a la jungla,

tenemos juegos y diversión.

Tenemos todo lo que deseas.

Cariño, conocemos los nombres.

Somos la gente que puede encontrar

todo aquello que necesites.

Si tienes el dinero, cariño.

 (Guns n' roses, Welcome to the jungle)

 (Guns n' roses, Welcome to the jungle)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


     Recuerdo la primera vez que vi a esa sabandija: llegó al bar donde estaba bebiendo una cerveza a la una de la tarde. Sí, cualquier hora era buena para una cerveza –y lo sigue siendo–.

—¿Es cierto que haces tatuajes a bajo precio?

     Ni siquiera me saludó ni nada, pero yo era un chiquillo rebelde, recién emancipado. Me juntaba desde hace tiempo con gente ruda. Y era verdad que cobraba barato, casi nada, por mis tatuajes, porque hace apenas una semana había empezado a hacerlos. Era un novato de mierda.

—Tal vez —respondí casi sin mirarlo.

—Quiero que me tatúes la palabra «Vendetta» en el brazo. ¿Cuánto me cobras?

     Me gustó que fuera directo, así que volteé a verlo para decirle el precio; acordamos una cita en el cuartucho que había alquilado en aquellas épocas. Por cierto... cuarto asqueroso, en aquel invierno me congelé el culo y me dio neumonía. 

     Cuando llegó, tres días después, muy puntual a su cita, yo casi lo había olvidado, pero me llevé una grata sorpresa. Se había teñido su cabello de rojo y se veía muy sexy. Tenía la piel blanca, rayando en lo pálido, y su boca era roja, de labios gruesos. Usaba pantalones que se ajustaban a los delgados palillos que tenía como piernas, y una camiseta con el logo de Pearl Jam, una de mis bandas favoritas. Sus ojos redondos me miraban con decisión.

Todo un muñeco.

—¿Cómo te llamas?

—D.O.

—D.O... Do... doll. Ya entiendo, eres un completo muñeco —respondió con una mueca de total desagrado, pero no me dijo nada más. —Siéntate por allá, Muñeco. Vamos a empezar.

—Hay un problema.

—¿Qué? ¿Tus padres no te dejan tatuarte? No quiero a ningún viejo gritando por acá, así que piénsalo bien.

—Mis padres están muertos.

—Bien.

     Volvió a hacer una mueca de desagrado. No supe por qué. 

Proyecto Haema [Fanfiction EXO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora