Capítulo 121: Kyungsoo

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     Mal nacido hijo de puto, era capaz de apresarme con su legua de un modo más efectivo que su padre con cualquier cadena. Jongin era capaz de nublar mi mente a tal punto que acabara yo convertido en un manojo de deseo, demasiado excitado como para pensar con claridad, demasiado emocionado como para hacer otra cosa que no fuera responder a sus propuestas.

     Lo mordí, joder, lo mordí duro en la boca hasta que sentí el sabor de su sangre y él se quejó de dolor, haciendo que lo soltara inmediatamente. Metió su rostro en mi cuello y jadeó intentando recuperar el aire. Yo continuaba aferrándome a mi arma, pero mi atención estaba en el roce de nuestras erecciones; luego, en mi piel erizándose con su aliento.

—Cada vez que te veo, me siento traicionado en tantas maneras, Jongin. Incluso ahora dices que me amas, pero no dejo de encontrarte con Taemin. Eres un mentiroso, un hipócrita igual que tu padre.

     Él levantó su rostro para verme a la cara.

     —Espero que con el paso del tiempo descubras lo equivocado que estás —dijo antes de empezar otra ronda de besos incluso más intensos si eso era posible. Movió su cadera contra la mía y quité el gatillo del arma con el que lo apuntaba.

—¿Vas a disparar? —susurró— ¿Vas a acabar conmigo, Kyungsoo?

     Esta vez, quien lo besó fui yo.

     Me repetía que estaba mal y que debía irme de ahí, pero no quería, no podía. Necesitaba tan solo un poco de Jongin.

—¿Estoy equivocado? —le pregunté— Sé lo que veo y te veo con alguien más. A pesar de lo que crees, no estoy loco.

     Él se incorporó llevándome consigo y me sentó sobre su regazo.

—No puedes ver lo que hay dentro de mí —me dijo demasiado cerca de la cara como para que pudiera oírlo a pesar de que fue solo un leve susurro.

     Metió las manos bajo mi camisa y mordió levemente mi cuello al tiempo en que me apretaba el culo contra su cadera. Quise meter mis dedos entre su cabello, quise responder sin que la ropa me estorbara. Me di cuenta de que dejé caer el arma cuando un disparo impactó en el techo y Jongin se acurrucó contra mí, temblando como un conejo asustado, pero yo no podía parar por algo así y con mis dos manos libres rasgué su camiseta.

     Después de unos segundos, ambos estábamos desnudos, besándonos con toques groseros. La herida que me había hecho uno de aquellos tipos cuando quitó la arracada de mi oreja de un solo golpe volvió a sangrar sin que fuera consciente de ello. Tal vez Jongin me había mordido o tal vez rasguñó esa área, era imposible saberlo cuando cada caricia que nos dábamos no era menos que algo áspero y necesitado.

La gente dice que puede diferenciar entre hacer el amor y el tener sexo, llanamente sexo. Pues lo que hacíamos Jongin y yo no era sexo común, tampoco hacíamos el amor. Si tuviera que nombrarlo, diría que hacíamos el odio.

Un apasionado, violento y placentero odio.

—No me creíste —reproché entre tanto mordía su oreja— ...estuviste a punto de irte con Asher a quién sabe dónde y dejarme en ese sitio... —gemí porque él jaló el piercing de mi tetilla y me hizo sangrar— Aun después de ver dónde me tenían amarrado, pasaste la noche muy cómodamente como en una habitación de cinco estrellas.

—Si hubiera sabido... —jadeó en respuesta— pero ahora es muy tarde... No puedo borrar la imagen de ti disparándole.

—Maldito seas. —Metí la lengua en su boca y él me apretó el culo clavándome las uñas. Ambos gemimos. Me tomó con fuerza para restregarme contra sí mismo simulando una penetración.

Proyecto Haema [Fanfiction EXO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora