Proyecto Haema [Fanfiction EXO]

Capítulo 54: Yìxīng

—¿Lo conoces? —pregunté.

—¿Tú también?

—Es el exnovio de Sehun, el tipo que trabaja con Min.

—Ah, cierto, el que tiene esa banda. ¡Ya sabía que lo había visto antes! —se emocionó.

—Tú los recibiste en tu estudio —declaré cuando recordé que Luhan había marcado a Sehun.

—¡¿El vocalista de la banda Ohorat estuvo en mi estudio y ni me inmuté?! ¡Seré imbécil! Me pasa por ebrio. Mira, ese chino viene para acá.

—¿Te gusta la banda? —pregunté extrañado.

—¡Es mi favorita! Especialmente por el vocalista. Nunca me fijo en tu novio ni en el otro tipo, aunque, a decir verdad, tocan muy bien. Pongo su música en mi estudio; la descargué de internet.

—¿Te estás quedando conmigo? —No podía creerme que a alguien le gustara ese sonido infernal, ni siquiera porque Xiu era parte de ello.

—¿Qué? ¡Son geniales! Y ese tipo, con esos pantalones ajustados y sus tres metros de pito... ¡cielos! —rio.

     Kris estaba más loco de lo que siempre creí, y culpé al alcohol por eso. De hecho, miré mi cerveza con desconfianza y la dejé de lado.

—¡Laaaaaaay! —Luhan se me colgó del cuello y me besó la mejilla— ¿Dónde está Xiumin?

—No salimos juntos hoy, Lu.

—Awww —se lamentó antes de hablarle a Kris—. ¡Tú! ¡El tatuador! ¡Holaaaaa! —y también se lanzó a sus brazos, con la diferencia de que Kris lo abrazó tal vez demasiado —¡Así que esta es una reunión de chinos!

—Eso parece —dijo Kris ofreciéndole una cerveza de inmediato.

—Oye, Lay... ¿sabes algo de Sehun?

—Lo siento, Lu, lo último que escuché fue que se marchó de la capital y no tengo idea de a dónde. Tal vez hasta salió del país.

—Oh, está bien —respondió sin poder disimular la desilusión.

—¿Lu, estás ebrio?

—No, no, nada que ver. —Bastaba olerlo un poco para saber que me estaba mintiendo. Supe que había tomado de más desde el momento en que nos saludó tan efusivo.

     Dos cervezas después, Luhan estaba bailando por ahí animadamente porque dijo que es como lo haría un tipo llamado Jongin. Solo hacía pausas para recordarnos lo mucho que odiaba a Sehun y lo loco que sería si de repente lo viéramos entrar al bar. Luego, un hombre raro llegó reclamándole, porque, al parecer, Luhan lo había dejado solo desde hace rato y cuando no quiso irse con él, se tornó un poco violento. Me vi obligado a defenderlo y después de doblarle los ojos a Kris, tuvo que meterse y ayudarme también. Acabamos espantando al buitre y salvándole el trasero a Luhan, pero él no se encontraba muy bien, así que Kris se ofreció para llevárselo a casa. Lo ayudé a medio cargarlo durante todo el camino. Una vez en el departamento, Kris nos dejó solos un momento mientras iba a preparar café fuerte.

—¿Te sientes bien, pequeño? —él me respondió con un movimiento negativo de su cabeza— ¿No? ¿Sientes náuseas?

—No es eso... Yo... me siento solo —aceptó con voz quebrada. En ese momento, me pareció tan frágil y triste que incluso una parte de mí detestó a Sehun.

—Estarás bien —aseguré frotando su espalda. Entonces, Luhan me besó. Me sentí tan impactado por eso que ni siquiera reaccioné a tiempo para apartarme.

—Sehun, quédate esta noche conmigo —pidió mientras me rodeaba con sus brazos.

—Pequeño, estás muy ebrio.