Capítulo 40: Baekhyun

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     —¡Hola! Señora, qué hermosa que está. Los años no pasan por usted —saludé a su madre con un beso en la mano—. Y usted, presidente Park, nunca lo vi más elegante.

     —¡Doctor Byun! —me dijo su padre— Es una suerte que esté aquí. Debería ayudarnos a decidir cuáles anillos usará Chanyeol. Los que heredó mi familia o los de la familia de su madre.

     —Los míos son más hermosos —alegó la mamá.

     —Los míos más valiosos —se defendió mi jefe. Así que de eso se trataba.

     —¿Dónde están los anillos? —pregunté. Chanyeol abrió las palmas de sus manos, mostrándome en cada una de ellas un par de anillos francamente hermosos. Tomé el más pequeño de su mano derecha y el más grande de su palma izquierda—. Esto es lo que haremos: vamos a usar ambos, en una mezcla perfecta de las dos familias. Así como Chanyeol, que tiene una parte de ustedes dos —resolví con sus padres.

     —¡Jum! Muy políticamente correcto. Me alegra que aceptaras ser el padrino —dijo el señor Park, complacido. Luego, se marchó y también su madre, después de acariciar mi hombro y decirme:

     —Muchacho inteligente.

     —Gracias, me estaban volviendo loco —habló Chanyeol, al fin. 

     Me acerqué para acomodar su corbatín que estaba un poco torcido. Usaba un saco frack que lucía estupendo en proporción con su altura y piernas largas. Su cabello estaba peinado con gel, sus zapatillas brillaban, llevaba guantes blancos y olía a un delicioso perfume. Yo me había enamorado del hombre más apuesto del mundo, tuve certeza de ello en ese momento.

     —Baekhyun... —me susurró— pídeme que escape contigo y lo haré.

     Miré alrededor. Nadie parecía estar consciente de nosotros. —¿Qué estás diciendo?

     —Sabes que estoy enamorado de ti. No quiero casarme. Escaparía a una sola de tus palabras, a un solo gesto, solo dímelo. Hazlo y yo me encargaré de lo demás. 

     Mis piernas flaquearon. Me moría por pedírselo. «Huyamos, Chanyeol, porque lo que dije antes fue basura. No puedo ser tu amigo y amarte solo de esa manera. Te quiero en mi vida, te necesito sobre mi piel. Me faltas de una manera tan intensa que me es difícil respirar». Miré a las personas acomodándose en las bancas y reconocí ahí a media clínica. Si las cosas salían mal, todos ellos quedarían sin empleo por mi culpa. El director Park sonreía: se notaba feliz y orgulloso. La madre de Chanyeol presumía su bella figura con la madre de la novia.

     —No vas a escapar, Chanyeol. No hagas una locura. Todo saldrá bien. Y quita esa cara que no es un funeral.

     —Baekhyun, estás guapísimo. Eres la persona más bella de todo este lugar —dijo al tomarme la mano.

     —Compórtate, Yeol.

     —No quiero caminar por ese pasillo, Baek. Quiero estar contigo.

     —Park Chanyeol, sé un adulto. Vas a salir de aquí de la mano de Joy. Ya está decidido —él me observó como si lo hubiera herido.

     —Lo haré si es lo que deseas, pero mírame bien cuando acepte: vas a ser testigo de cómo se rompe mi corazón —dijo con sus ojos llenos de lágrimas. Tragué grueso porque no podía desmoronarme.

     —No exager... ¿Qué haces? —pregunté alarmado cuando lo sentí deslizarme el anillo de la novia en mi dedo anular. Intenté apartar mi mano pero él me sujetó con fuerza y se acercó con la cabeza inclinada para hablarme al oído.

Proyecto Haema [Fanfiction EXO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora