⚪Capítulo 142 ⚫ Desperdicios

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— Pasaron un par de horas, cuando abrí los ojos, no me encontré lo que esperaba — me mira de nuevo —. No era un club de campo, no era la playa, no era un parque o el aeropuerto. Era una calle casi abandonada, gris, apestosa y destruida, había mugre en todas partes y personas o cadáveres tirados.

—Supongo que te dio una gran explicación...

—Es un hombre duro, pero creo que no se atrevió a ser claro — me responde —. Salió del auto sin decir nada y se encontró a una persona que salió de la nada, era un hombre bajito, su piel pálida lo hacían ver aterrador. Hablaron un par de minutos, casi me animo a salir, pero tenía demasiado miedo que espere a que regresara — se inclina a la mesa y toma un poco de agua, pero no del vaso si no de la jarra, se empapa la camisa, pero lo ignora —. Cuando regresó se sentó y espero unos segundos, digamos que el sermón suena a veces en mis pesadillas. No me puedo olvidar de él.

"Tu hermano tenía la costumbre de actuar por impulso en lugar de reflexionar, de tomar lo que quería sin pedir permiso — su voz resonaba como un eco de los abismos —, mostraba una rudeza y una imprudencia en sus reacciones. Optaba por confrontaciones en lugar de buscar soluciones, un tosco, consentido y obstinado..."

—Lo interrumpí con temor, le pregunté la razón de insultar así a mi sagrado hermano. Nadie se atrevía a hablar mal de él, porque hasta ese entonces me habían dicho que el supervillano de Evan lo había matado por un ataque de envidia — me dice casi como si contara un chiste, esa sonrisa se borra poco después.

—Porque es la verdad, tu hermano no fue lo que esperaba, era el heredero y no supo manejarlo, no supo valorarlo — me respondió  Donato, con dureza, su mandíbula se tensó y sin preverlo me tomo de la mano, cosa que me hizo saltar del susto —. Sabes que eres tú, ¿verdad?

—Esa pregunta me tomo desprevenido, un niño de diez años no se preocupa por su futuro — continua Skandar viendo su mano derecha, como si solo así podría regresar a ese momento —. Me estaba dictando el futuro, estaba decretando lo que iban a ser mis años venideros en cuestión de minutos.

—Eres tú Skandar, eres el próximo, todo se estaba acomodando para ti, siempre fuiste tú, mi sucesor — soltó en un tono amable, como si me estuviera felicitando por una calificación —. Por eso, no quiero que sigas los pasos de tu hermano, no quiero que te acomodes, no quiero que te conviertas en él, eres diferente lo sé, ahora solo falta que te lo pruebes tú mismo. Las personas como Federico tienen el mismo final, y ese no será el tuyo.

—Esas palabras chocaron, a pesar de lo crueles que eran, de lo bueno que sonará para mí — me dice, bajando la voz —, me costó aceptar que era un buen manipulador, que, al insultar a mi hermano, me alzaban a mí, era un sube y baja de emociones que solo él sabía controlar. Sus dulces palabras me llevaron a prometerle que le haría caso, que confiaría en él y que lo seguiría a donde fuera.

—¿Te llevo con ese señor? — preguntarle algo suena desalentador, querer borrarme cada palabra que dice me parece buena idea.

—Me dijo que íbamos a salir, que el hombre de afuera iba a ser mi guía, que confiara en él — niega de nuevo —. Su nombre era Bart, y de cerca era aún más desagradable, el hombre apestaba a alcohol y fluidos, cosa que me hizo retroceder, mi padre me obligo a caminar después de eso.

—Te va a llevar a ese centro de entrenamiento, donde vas a formarte — se puso de rodillas, extraño, nunca lo había visto así —, te va a guiar y cuando termines, serás alguien nuevo, el futuro patriarca ideal, Skandar Cacciatore será temido, venerado, serás el orgullo del sur, la envidia del norte.

—Me estás diciendo que te dejo con ese tipo, solo y se...

—Se despidió con un abrazo, uno fuerte cosa que jamás hacía — me dice, con la mirada perdida al frente —, me dio un beso en la frente y me dijo... te veo pronto hijo — se vuelve a reír por lo bajo —. Elegía las palabras con pinzas porque no les gustaba engañar, no dijo en un rato, ni mañana, ni en una maldita semana... pronto puede ser tan hermoso y tan cruel a la vez.

Vindicta (Segunda parte de Mirada Cruel)Where stories live. Discover now