🔴Capítulo 40🔵Pero yo también tengo mis planes

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Siento temor, pero no porque me descubran, estoy a una distancia prudencial, además esta oscuro, lo que temo es por lo que vaya a presenciar. ¿Qué están haciendo? Y después de lo del primo de la chica, ¿de qué hablarán?

Ambos se acercan en donde estaba antes, en la orilla de la fuente,  Skandar espera que Nadine se siente, se demora un poco debido a lo que considero que son mareos. — Tomate esto, y quédate ahí — dice Skandar mientras le ofrece un vaso de agua.

—Ah, gracias, qué cuidadoso eres siempre — le dice la chica con una exagerada sonrisa.

—No me lo agradezcas, lo hago porque un poco más y podrías terminar haciendo un escándalo, lleno de vómito — le responde luciendo aburrido.

—Lo sé, por eso te recalco lo detallista, ¿cómo quieres que te lo agradezca? — eso último lo pregunta en voz muy baja y con un acento... ¿seductor? La sola insinuación me hace querer desaparecer, pero también un sentimiento amargo se aloja en mi estómago.

Oh, esto es demasiado incómodo.

Para mi sorpresa Skandar no sonríe, sigue manteniendo la expresión aburrida.

—Tomate eso Nadine, ahora — le dice firme.

La chica se carcajea mientras sacude la cabeza —, por Dios Cacciatore, así que mis sospechas son ciertas, ¿alguna vez te has excitado? Porque esto es muy extraño, de hecho, si una chica un día lo logra, yo misma le regalaré una casa en Viena — trago y trato de ahuyentar todo pensamiento incorrecto, ahora no es momento de recordar.

—Puedes ponerla a mi nombre también — le comenta sin lucir un mínimo de pena —, me estoy aburriendo, llamaré a alguien para que te venga a vigilar... — está por sacar su teléfono cuando la chica lo interrumpe.

—No, no por favor no hagas eso — dice antes de tomar un trago, su garganta se mueve antes de alejar el vaso y relamerse los labios —, mmm vodka, me conoces muy bien, me gusta.

—Es agua, y desde que llegue has estado tomándote todo el vodka que se te pasa enfrente — le responde encogiéndose de hombros —, lo que pasa es que a penas puedes saborear otra cosa.

—Deberías comprarte un poco de sentido del humor — le dice sin verse abrumada por la presencia de Skandar, lo que me hace recelar —, eres demasiado amargado, aunque conozco muchas formas de hacerte sentir mejor, o por lo menos que cambies esa cara — la chica intenta levantarse, pero los brazos le tiemblan tanto que regresa a la banca de un sentón.

—Yo también conozco algo que te puede hacer sentir mejor — dice Skandar con una media sonrisa —, que vayas a alcohólicos anónimos o a rehabilitación, creo que necesitas más la segunda.

La chica se queda viéndolo, me doy cuenta de un par de cosas. No parece lastimarle el rechazo o los comentarios toscos de Skandar, es más, creo que se los espera. A diferencia de la interacción que tiene el desalmado con otros, a ella no parece intimidarle Cacciatore. O por lo menos esa faceta de Skandar, la que le gusta lucir en público. 

—No sabes lo que me gusta esa sonrisa, por si no tiene planes después de la gala puedes acompañarme, haré una fiesta en el pent-house — le dice y como esperaba, no está ofendida —. Sería lindo tener compañía...

—Creo que eso nunca te hace falta — Skandar entrecierra los ojos —, termina con eso, tengo que regresar...

—¿Tienes? — alza una ceja y ambas nos fijamos en su inquieto pie —, ¿por qué tan apurado?

—Te dije que estaba aburrido, y tengo los suficientes modales como para no dejarte sola en ese estado, pero ya me estoy aburriendo — le dice y suena más como una amenaza —, termina con eso, ya.

Vindicta (Segunda parte de Mirada Cruel)Where stories live. Discover now