🔵Capítulo 79🔴Una tarde muy larga

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—Deberías decirle — sugiere Ciara, solo se separan un poco y la negación de Janice se evidencia, tanto que puedo imaginarme sus muecas —, antes de que alguien más lo haga, alguien que intentará manipularla.

—No podría, apenas y sé cómo fueron las cosas — traga —, tiene que ser a su tiempo.

—Son tiempos desesperados, algo sucederá pronto Janis, he escuchado y visto cosas que no debería — su voz tambalea. — Ambos lados están planeando cosas que no creo que sean buenas y los Blake serán las primeras víctimas.

—No es la primera vez que todos están detrás de los Blake — dice Janice y mi corazón se detiene —, ¿Cuándo terminara todo esto?

—No lo sé, pero si queremos paz debemos ser más astutos...

El orden de la conversación no solo ha iniciado una jaqueca que me taladra la cabeza, sino que me deja inmóvil. La relación de la entrenadora y la hija del patriarca es de por sí demasiado íntima, ambas comparten una historia muy intensa y ocultan cosas que quizás no es bueno que escuche. 

Pero lo que en verdad alarma es que estoy... más bien estamos en peligro.

—¿Cómo sé que estás de mi lado Ciara? — le pregunta Janice y alcanzó a ver cómo frunce el ceño.

Hace una pausa —, nada, no puedo hacer nada, pero creo que tras todo lo que hemos pasado merezco un poco de tu confianza.

—Te fuiste Ciara, desapareciste y Violet me tuvo que decir en dónde estabas — le recrimina, la rubia asiente y agacha la cabeza.

—No podía dejar que me vieras, no podía con eso — suspira —, te mande cartas, ¿siquiera las leíste?

—No me iba a meter en ese lugar Ciara, hubiera sido un infierno...

—Hubiéramos estado juntas — le responde como si fuera suficiente justificación.

—Nos hubiéramos matado ahí adentro — cierra los ojos —, y lo sabes.

—Necesitamos hacer algo... quizás podríamos huir con los Blake, llevarnos a...

—Ciara, los planes apresurados nunca nos han funcionado — la detiene —, tengo uno, solo dejemos que se cocine, no puedo darte más información pero te prometo que te protegeré...

—Gracias — le dice tras unos segundos, le cuesta terminar y sé que se ha echado a llorar después —, por escucharme, por tomarme en cuenta.

—Nunca deje de hacerlo — le dice antes de darle un beso en la frente.

Cuando se vuelven a abrazar sé que es el mejor momento para huir. Me levanto y decido regresar por donde vine, me arriesgo si paso por el polideportivo de nuevo.

Corro cuando sé que no me escucharan, por suerte todos trajeron otra mudada para el partido y la fiesta después de la victoria. Paso a muchos y empujó a algunos que caminan lento, pero se me complica al llegar al graderío del estadio, así que me toca ser paciente. Me acerco a la tarima y por suerte Celeste está a la vista para devolverle los cables. No me recrimina por la tardanza, al parecer los problemas técnicos aumentaron y comenzarán en quince minutos.

Me tomó un rato ubicar mi asiento, no ayuda que casi todos tengamos camisolas azules de la selección norteña (Ted me la compro y no pude negarme). Es en el camino en el que me tomo mi tiempo para pensar en la conversación, el temor regresa y las preguntas sobran. Hablaron de algo que le pasó a Skandar, justo después de que me fuera de Nueva York, algo que nos tuvo que pasar de niños.

Sabía que tenía un bloque con mi memoria. De hecho prefiero evitar ese tipo de pensamientos, me afectan mucho no poder recordar mi propia vida, a mis padres me ha dejado con un insomnio espantoso. Intenté buscar una respuesta en internet pero Violet se dio cuenta así que me recomendó buscar ayuda con un psicólogo. Eso fue hace tres semanas y me he olvidado por completo.

Vindicta (Segunda parte de Mirada Cruel)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ