🔵Capítulo 20🔴Fiereza y Valentia

1K 91 13
                                    

La clase pasa con normalidad, en realidad no sucede nada relevante. La clase de historia siempre ha sido así. Pepper además le gusta dar créditos extra por participación, lo que vuelve más interactiva la asignatura. Todo va muy bien, así que cuando suena el timbre, ya tengo mis cosas guardadas. Edmon se apresura y ambos salimos del aula como si hubiera una peste en ese lugar.

De nuevo tengo que soportar las miradas de todos esos idiotas hasta llegar a la cafetería. Nuestros amigos ya están sentados desayunando, no nos demoramos en encontrarlos ya que el lugar está casi vacío.

—¿Cómo te fue? — me pregunta Anni cuando ya estamos sentados.

—Pepper me regaló unas galletas de chocolate — le respondo feliz.

—Nos regaló, qué hombre maravilloso — me dice Ted.

—Ah no, tú me debes comprar una crepa — lo señalo —, lo prometiste.

—La acabo de pedir, ya no debe demorarse el mesero — se defiende.

—Y cuéntenme, que ha pasado por aquí — digo después de que sirvan mi crepa —, debe ser mucho...

Los cuatro hacen silencio y se miran entre ellos, como sorprendidos.

—¿Qué pasa? —les pregunto.

—Nataly, creo que la única que tiene que contar eres tú — me dice Edmon —, lo nuestro puede esperar.

—Lo tuyo es urgente — dice en acuerdo Anni, está incluso pálida—, desapareciste por un mes, eso fue aterrador.

Y que lo digas.

—Sí, pero lo mío puede que no sea cosa del otro mundo — intentó restarle importancia.

Claire se ríe mientras niega —, solo sé que un momento todos te vimos en esa tarima a punto de firmar un papel y luego tras unos disparos, bombas o lo que jodidos sea, ya no estabas — resopla —, Nataly te esfumaste mientras nosotros cuatro intentábamos ir por ti.

La miro por unos segundos —, ¿cómo salieron del hotel? — susurro mientras los veo uno por uno —, ¿salieron a salvo?

Los cuatro asienten con rapidez.

—Unos agentes de policía nos hicieron retroceder — contesta Edmon —, no dejaron ir a nadie a la mesa, no nos quedó de otra que protegernos entre nosotros.

—Protegerse — menciono en voz baja.

—Los disparos seguían, así que tomé a Anni del brazo y la saque a rastras — Ted baja su tono de voz —, por suerte abrieron todas las puertas, detrás de mí iban los chicos — mira hacia Claire y Edmon.

—Nuestros familiares ya estaban afuera esperándonos — comenta Anni —, excepto Papá, creo que se encontraba con don Alfonso — me mira —, todos nos regresamos a casa Nataly, pero no nos tranquilizamos.

—Te intentamos llamar en el hotel, pero ninguno tenía señal — sigue contando Claire —, te llamamos una infinidad de veces en casa, pero no contestaste nunca.

—Al siguiente día fue lo peor — me dice Edmon —, las noticias, la prensa, la radio y en redes... en todo estabas tú y tu hermano menor — niega —, con la palabra desaparecidos en los titulares.

—Esa fue la peor parte — agrega Ted —, fuimos a dejar una denuncia a la policía estatal, al parecer no fue necesaria porque ya la habían hecho.

Abro más los ojos —, ¿quién?

—Me imagino que los Cacciatore — me responde Anni —, en realidad todo el mundo estaba en caos.

Vindicta (Segunda parte de Mirada Cruel)Where stories live. Discover now