🔵Capítulo 47🔴Tensiones

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Sabía que ese lugar era infame, las noticias me lo decían con la simple búsqueda, además sé que Alfonso no miente. Intente hablar de eso con Edmon, no lo hice de forma directa, sino que traje el tema de manera sutil, ambos estábamos hablando de geografía y simule meterme el mapa del celular, le mostré el Bronx y bueno... el pobre palideció.

Después de eso no quise intentar llevar el tema con los demás, sabía qué respuesta obtendría.

Solo que esto sí que no lo esperaba, la reacción de Janice es peor que la de Edmon y eso me toma desprevenida.

—¿Y a qué viene esa pregunta? — me dice con los ojos bien abiertos y las mejillas pálidas.

Ambas estamos sentadas en el graderío del polideportivo, decidí buscarla porque necesitaba conversar a solas. Y quizás fui demasiado directa.

—Hay un trabajo de ciencias sociales que... — alza una ceja mientras le digo eso, cuando empieza a negar me pongo nerviosa —, bah, por cosas personales.

—Ah, sí — me sonríe demasiado exagerada —, y respóndeme esto, ¿por qué una cría de vida acomodada va a querer saber sobre uno de los barrios más peligrosos del estado?

—Te aseguro que estoy acostumbrada al peligro — le digo ofendida —, ¿si sabes de dónde vengo?

—Me lo han platicado antes — acepta un poco apenada.

—Era un barrio peligroso, tenía que cuidar mi espalda cada cinco segundos si no me robaban hasta el alma — continuo.

¡Por el amor de Dios, tuve que aprender a robar para salvar a mi familia!

Janice me mira con una media sonrisa, casi como si quisiera carcajearse.

—Te dije que me habían platicado de eso, así que averiguar de Vertmon no fue tan difícil — eso me deja muda —, si bien era un barrio bajo con gente de dudosa procedencia tampoco era una zona roja Nataly, investigué.

—No te conocía ese lado acosador — me cruzo de brazos.

—El punto aquí es que Vertmon no es ni la mitad de horroroso que Port asqueroso Morris — me dice ignorando mi comentario —. Es más, tu barrio es un paraíso comparado con ese lugar — me dice mientras va bajando su tono de voz y evade mi mirada.

Alzo una ceja —, ¿cuántas veces has estado ahí? — pregunto sin poder evitarlo.

Me regresa la mirada —, dos veces.

—¡Entonces ya lo conoces!

—Claro, pero no todo, es un lugar inmenso y demasiado terrorífico incluso para mí — me dice arrogante —, ahora explícame la razón por la que quieres estar en un lugar en donde la palabra pecado e ilegal es desconocida — da un paso al frente, evadiendo mi espacio personal.

Trago, no le voy a mentir esta vez —, paso algo con... bueno no sé si estoy preparada para decirlo ahora —la miro —, dame tiempo, necesito pensar unas cosas y...

—¿Y? — me interrumpe molesta —, esto es serio Nataly, si hoy tomas la decisión de meterte ahí sola sería la última vez que te vería, porque no hay manera de qué...

—No, no planeo ir, solo quería saber sobre el lugar — frunce el ceño —, te lo prometo Janice, eso sería una estupidez.

—Sí, pero a veces pienso que te gusta vivir al límite y más si la idea es estúpida — me dice mientras sacude la cabeza —, no lo menciones nunca en voz alta, no tiene buena fama. Si lo mencionas la gente podría pensar que quieres hacer algo... turbio.

Vindicta (Segunda parte de Mirada Cruel)Where stories live. Discover now