🔵Capítulo 26🔴¿Buscar la paz que merezco o quedarme a luchar?

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Se suponía que iba a salir de la escuela una hora antes, hoy es la reunión con Alfonso y prefiero llegar puntual para salir lo más rápido de ese lugar que alguna vez fue mi hogar seguro. Pero mis planes se ven alterados por Violet. Me manda a llamar una hora antes de lo planeado, algo que más allá de asustarme solo me da curiosidad. La cual aumenta cuando me doy cuenta de que no me llamó desde el estacionamiento sino desde una oficina vacía de Saint Lincoln.

Es Sunny la que me dirige hacia dicha oficina en el ala de administración. Tengo que acelerar el paso para que el parloteo de la secretaria se acorte. El problema es que la chica es consciente de ello y por eso acelera su manera de hablar. Del piso tres al uno ha cambiado de tema unas seis veces, si seis.

Paso del clima a sus nuevos zapatos, de sus nuevos zapatos a su queratina del cabello, de la queratina al festival navideño, del festival a su rol en el festival, de su rol a las actividades del festival y como si hubiera armado todo esto a adrede, decide hablar de mí. O más bien de mi secuestro, es tan imprudente y amable como lo imaginé.

—Con mi pareja estaremos viendo el juicio de esos desgraciados — me está diciendo a un par de pasillos de mi destino —. Oh esperemos que paguen por lo que les hicieron, ojalá se haga justicia, aunque con los patriarcas de su lado eso está asegurado.

—Espero que sí — alcanzó a decir en esos milisegundos de silencio, antes de que vuelva a la carga. Ahora está hablando del tráfico que está por venir por fin de año, y como prefiere gastar en taxis en lugar de usar el asqueroso metro.

Ya no le prestó atención a lo que dice después, porque hemos llegado a la oficina, Sunny abre la puerta y Violet me recibe estando ya sentada en la silla. Frunzo el ceño al notar su expresión, está demasiado seria.

—Siéntate — me pide al alzar la mirada —, en frente de mí, por favor.

—Hola — la saludo, antes de hacer lo que me pide —, ¿es algo malo?

—No del todo — me responde entre dientes antes de ver hacia la puerta —, gracias por traerla Sunny, puedes seguir con tu trabajo.

—Oh, está bien, dejaré abierto para que se ventile la oficina — nos dice muy sonriente.

—No será necesario, por favor ciérrala por completo... —empieza a decir Violet.

—Oh, pero la oficina lleva años abandonada, el polvo les podría resultar...

—¡Cierra la puerta por favor! — repite Violet esta vez subiendo el volumen —, ahora Sunny — agrega después con una sonrisa.

—Ahora mismo licenciada Materrazzi — dice con una tímida risa —, que les vaya bien, nos vemos — tartamudea nerviosa tras dar un par de pasos al frente y luego para atrás —, en fin, adiós, adiós, adiós — vuelve a quedarse quieta antes de salir por completo y cerrarnos la puerta.

Cuando regresó con Violet la mujer voltea los ojos por unos instantes, la sola expresión me hace carcajear.

—Pero veo que no te agrada la alegre secretaria — le comento —, antes de tu explicación, dime por qué esa chica medio chiflada e insoportable sigue contratada en la institución más influyente y poderosa del estado...

—Por la misma razón por la que nunca expulsarán a los hijos de las familias más importantes, tú misma lo has dicho — me señala emocionada —, por influencia, poder y algo que detesto llamado nepotismo.

—¿Quiénes son sus padres? — le pregunto nada sorprendida.

—Tío, en este caso — me aclara —, administrador de una de las empresas recolectoras de basura — alzo una ceja —, no hagas esa cara, es una de las empresas más fructíferas de esta hermosa pero muy sucia ciudad.

Vindicta (Segunda parte de Mirada Cruel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora