⚪Capítulo 141⚫El repuesto.

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—Tengo o más bien tenía dos hermanos mayores — me mira —, eso ya lo debes de saber, Ciara era la segunda, yo el tercero y Baldassare el cuarto. Ya casi nadie habla del primogénito, porque mi padre movió cielo, mar y tierra para que sucediera.

—Supongo que tomaste su lugar... — comento en voz baja.

—Eso se fue dando con el tiempo, pero sí, me convertí en el heredero de la corona, o el anillo, sin pedirlo — me responde —. Mi hermano mayor se llamaba Federico, y era la estrella central, el afamado, el temido de todo el estado, era un Cacciatore — dice como si fuera explicación suficiente —. Pero, era demasiado orgulloso, él era... todo lo que mi padre intenta ocultar de sí mismo.

Ese comentario me hace alzar ambas cejas. Son palabras mayores.

—Mi madre lo sabe y nunca lo va a admitir, mi padre nunca fue capaz de percatarse, pero Federico no era inteligente astuto o un mínimo sabio... — su vista sigue puesta en la ventana —. Colérico, orgulloso, arrogante, vanidoso... y un complejo extraño de dictador, no puedes mezclar eso y pensar que vas a vencer.

—No veo a Donato de esa manera — admito —, creo que es más bien astuto, como tú.

—Gracias por el cumplido — me dice con una media sonrisa —. Pero no lo conoces, el éxito de un presidente, empresario, director no se obtiene solo por el mismo, si no tienes buena compañía o asesores estás perdido.

—Entonces él es... ¿orgulloso?

—De los peores, a pesar de que mi abuelo le inculco lo contrario, a pesar de que sus éxitos — me mira —, no le gusta que otros tengan la razón antes que él, y sé que es demasiado astuto para su propio bien, pero si el patriarca se ha mantenido en el poder es por el simple apellido y que mis ancestros se lo dejaron fácil. Por lo menos eso duro unos años — niega —. No contaba con que Alfonso fuera un poco más... audaz.

Asiento, a pesar de que parte de mí quisiera que la conversación tomara otro rumbo, como que me explique el inicio de toda la guerra. El estado actual, ¿Quiénes van adelantados? ¿Algún lado ya se rindió? ¿Bajas? Y sé que tiene intenciones de hacerlo, pero hoy no es su día de suerte.

—Entonces, ¿Qué paso con Federico? — alza una ceja y suspira.

—Algo me dice que ya lo sabes...

—Sé que se mató, con mi hermano — le respondo al segundo, mi rudeza al hablar le hace soltar una carcajada —, es lo que me dijeron — me encojo de hombros, quizás debí ser más delicada.

—Si se mataron, fue una tragedia — me dice —, al menos para mis padres y Ciara, si les dolió, yo era un niño y Bal un bebe, así que su ida no la recuerdo, no me afecta.

Me atrevo a sentir un poco de pena por Katia, no la había considerado por razones obvias.

—Me estás diciendo que su muerte fue parte importante de tú... — comienzo a decir.

—Era él el heredero, yo iba a ser un simple repuesto, el resto éramos un relleno que iba a gozar de los privilegios de no tener ese deber— me interrumpe, y lo agradezco —. Mi hermano a pesar de no haberlo tratado, solo tenía que ver su final, su poco liderazgo, coraje para saber que era... un poco estúpido.

—Decían que no tenía relación con...

—Con Evan Blake, claro que no, según me han dicho fuentes fiables, era mejor que Federico, mejor en todo — me responde y no noto ni una pizca de enfado, resentimiento, lo dice como un hecho —. Mi hermano no iba a morir, esa cita era para eliminar al tuyo, pero de nuevo, el intelecto de Evan era superior y se volvió una masacre. No murió por ser menos fuerte, murió por ser estúpido.

Vindicta (Segunda parte de Mirada Cruel)Where stories live. Discover now