🔵Capítulo 102🔴Confianza

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Me despierto quizás una hora después, todavía es de madrugada y está oscuro. Skandar debe de estar en el quinto sueño, y aun me tiene enredada entre sus brazos. En algún momento extiendo las sábanas para que estuviéramos calientes, pero el olor a mi sudor no me calma.

Como puedo me despego de él y me meto al baño, cierro a pesar de que eso ya no tiene importancia y me miró al espejo. Retrocedo. Estoy hecha un desastre. Despeinada, mi piel está enrojecida y veo un par de rasgones en mi abdomen y cuello. Además, todavía tengo dolor entre las piernas.

No, claro que la vista no me enorgullece, sin embargo no hay rastros de arrepentimiento. Recordar como me tomo hace unas horas, las declaraciones que hizo sus palabras, delicadeza... lo repetiría mil veces más. Aun cuando sé que eso no va a suceder nunca más. Porque debo ser realista, esto no tiene futuro, no tras muchos errores, de él y de nuestras familias. No funcionará, porque se volvería una guerra y no puedo arriesgar mi vida y corazón.

Me digo esas cosas en voz baja frente al espejo, necesito hacerme esa idea para no perder el rumbo.

Me cercioro de que haya toallas y me meto en la regadera. Debe ser un hotel, porque aunque no está del todo equipada hay una botella pequeña de champú, supongo que de cortesía. Así me enjabonó hasta terminar solo debajo del agua. Pensativa, pero todo regresa a Skandar. La felicidad, el odio, el rencor y el deseo no hacen una buena combinación.

Así se debería de definir mi relación con Skandar Cacciatore.

Ese que hace segundos pensaba que estaba durmiendo, pero que sin esperarlo lo tengo detrás de mí. Sus manos me abrazan desde atrás y me rodean el estómago. No pongo resistencia cuando me pega a su pecho. Sus labios los tengo en mi cuello y apenas volteo para verlo luciendo una sonrisa.

—¿No has tenido suficiente Cacciatore? — le pregunto.

—Te dije que no puedo saciarme contigo Sanderson — me responde después de besar mi mejilla.

—¿Y qué piensas hacer? — pregunto esperando que su respuesta sea la que deseo.

Me voltea hasta que nuestros pecho chocan —, voy aprovecharme de ti hasta que tenga suficiente — me dice y esta vez los dos nos buscamos.

Este beso es más apresurado, es más atrevido. Me muerde, lo rasguño y así nos quedamos por una eternidad bajo el agua. Cuando nos separamos él me pega a una de las paredes.

—¿Qué pasa si no tienes suficiente? — le pregunto, tocando sus pectorales, él enreda su mano en mi cabello.

—Pues me volveré aprovechar de ti, y así seguiré hasta que no tenga paz — se estrella de nuevo y lo espero con ganas. — Pero eso no sucederá, así que nos tendremos que soportar.

Vuelvo a enrollar mis piernas a su cintura, y se apoya en la pared. Ya no son necesarias las antelaciones, porque cuando lo siento, yo ya estoy preparada. Mi cuerpo y el suyo son su hogar perdido.

No sé como logro conciliar el sueño, aunque es solo un pestañeo. La peor parte es cuando Skandar me despierta. Es delicado hasta en su caricia, bueno no es como que tenga que hacer mucho para alcanzarme, me tenía apresada con sus brazos. Aunque solo necesito una frase corta para que saliera del enredo de las sabanas. Casí son las cinco y medía.

Es en el auto cuando me entrega una de las toallas para terminar de secarme el cabello. Y así salimos lo más pronto de la cabaña.

—¿Tienes hambre? — me pregunta, antes de dejar caer su mano sobre mi muslo. La falta de incomodidad o timidez se hace clara, parece que ya no tenemos nada que conocer el uno del otro.

Vindicta (Segunda parte de Mirada Cruel)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon