🔴Capítulo 110🔴 Sola

553 74 4
                                    


Me repito palabras de aliento al salir, al soltar la mano de Joseph, al verlo acercarse a la seguridad norteña y que él y Violet desaparezcan. Darme cuenta de que quede sola, o por lo menos en manos de mis enemigos se siente como un golpe en el estomago.

No les demuestres que te sientes mal. 

Skandar se adelantó, así que algunos guardias me dirigen con ayudantes de Kathia. Me rodean y en menos de segundo quedó atrapada entre hombres armados. Susurran entre ellos, pero por mi propia salud decido no prestarles atención, aunque se les escapan algunas palabras como Dylan, Blake, puerto y sí, prometida. Algunos hasta me ven con cierto recelo, otros se burlan por lo bajo, lo interesante es que cuando se dan cuenta de que los veo, se ponen pálidos.

Bajamos por un elevador, no me sorprende llegar al sótano, lo que sí me sorprende es la cantidad de camionetas que se estacionan en el momento en que salimos. Son demasiado ruidosas que terminó saltando del susto, sin embargo ninguno de estos desconocidos me prestó atención, al menos no hasta el momento de subirme a uno de los autos. Pasan tres camionetas, y la cuarta para frente a mí.

Todo es demasiado tosco, hasta para decirme que me suba hacen un muro, es como si temieran que alguien me haga daño, o que yo misma me lo haga.

Subo con rapidez y tomó asiento, no pasan ni cinco segundo y el auto ya está acelerando.

Me tomo mi tiempo para relajarme, pero a mi lado tengo a Testa, el asesor cabecilla de Donato. El hombre me sonríe mientras habla por teléfono y le regreso el saludo en un murmuro.

Así pasamos los siguientes minutos, quizás son quince o más, se sienten eternos. El tipo hablando de unos platillos de comida con lo que parece ser una mujer, pero el tono mimosos que esa me demuestra que quizás no solo hablan de comida. Intento evadirlo viendo la ventana, el chofer en una actitud muy seria y uno de los guardaespaldas con una expresión tan fría que tengo que ver a otro lado.

Todo el ambiente me abruma, la idea de preguntarle a Testa se asoma, ¿a dónde vamos? ¿qué planes tiene? ¿por qué el secretismo? Pero algo me detiene, estoy tensa, ansiosa y sí, sola. 

Sola.

¿En dónde carajos está el maldito de Skandar?

Modero mi respiración y me quedo mirando un punto en específico para no tener un ataque, pero antes de ponerme a cantar una canción en mi mente, Testa habla.

—Qué día más maravilloso — suelta viendo la ventana —, el verano en esta isla siempre será hermoso, pero hoy es... glorioso.

Le regaló una media sonrisa y asiento.

—No te preocupes chiquilla, esa timidez se estará evaporando mientras pase el tiempo — me dice —, ahora sin embargo necesito de tu empeño y cooperación.

Lo volteo a ver —, ¿a dónde vamos?

—Lo llamamos reuniones de pacto — me dice —, se habla de los logros y hay comunicados de prensa.

La ansiedad ahora se manifiesta por el dolor de estómago. Prensa, medios. Oh no.

—Que se supone que...

—Oh, el resto es mejor si te lo dice don Cacciatore, no quiero decirte que será divertido porque sé que para ti no lo será, pero debes recordar a quienes representas hoy — me dice de nuevo con esa actitud de alegría, es molesto —, estaremos en el hotel en menos de dos minutos.

Entramos a otro sótano y el protocolo es igual. En dos bloques quedamos el asesor y yo encerrados, tanto que me impide verlo del lado derecho. No sé ni por donde camino hasta que llego a otro ascensor. Nos acompañan cuatro guardaespaldas mientras subimos un piso, y después es lo mismo. Subimos un graderío y esperan que una puerta se abra, es ahí donde encuentro mi liberación.

Vindicta (Segunda parte de Mirada Cruel)Where stories live. Discover now