🔵Capítulo 129 🔴Crisis

550 58 5
                                    


No, la escuela sigue siendo un desastre que solo me atrevo a escuchar, la parte temible es en los pasillos principales. Por supuesto tomo el camino más largo, y aun sin sentir mis muslos no paro de correr.

Debe ser que la directora ya tenía el protocolo preparado, ni siquiera llego a empujar la puerta de la biblioteca cuando Lewis la abre para mí.

—Lamento la tardanza directora — le digo entrando a una muy oscura biblioteca. Las persianas están abajo, dejando los pasillos a oscuras, de no ser por tres candelabros encendidos me logran dictar un camino, y se pone peor cuando Lewis cierra la puerta con seguro.

—En emergencias no existe el orden señorita Blake — me dice empezando a caminar, vamos a la familiar puerta —, mucho menos la exigencia de puntualidad.

Ahuyento todo tipo de pensamiento que me regrese a lo que paso en esta sala. No es sano y sobre todo no tengo tiempo de pensar en eso.

—Es un desastre — logro susurrar, ella me mira por un segundo, pero alcanzo a notar su preocupación.

—Nada que no se haya prevenido — me dice antes de abrir la puerta.

Me quedo de piedra al ver la sala, sobre todo porque a pesar de la intensidad de las velas, logro reconocer a mis amigos. El primero en darme un abrazo es Edmon, Claire, Ted y Anni van poco después. Me tomo la libertad de sonreír, aunque sea por este instante, todos lo hacemos.

—Pensé que no vendrías nunca — me dice Edmon, que es el más pálido de todos —, te buscamos, pero había demasiada gente, por un momento te vi de pie y al siguiente te habías esfumado, intentamos ir...

—Hice lo mismo, es solo que me atraparon antes de todo — le digo —, no sé como estamos vivos...

—Por Janice — dice Claire restregándose los ojos —, nos guio hasta la biblioteca, fue horrible, no pudimos salvar a nadie más, nos costó salir y no sé si todos siguen con vida.

—No lo creo — dice Ted, el chico esta sentado en uno de los bancos, se balancea hacia adelante, tiene la mirada perdida y sus manos no dejan de temblar —. Los gritos, fue horrible, a penas y logré jalar a Anni, vi como los mismo imbéciles de siempre aprovecharon para pelear — se ríe con amargura —. Pelear en lugar de ayudar, que patéticos.

—Eso tenía dobles intenciones — le dice Edmon apenado —, iban por Cacciatore, iban por Nataly, fue una odisea.

—Fue una masacre — interviene Anni por primera vez, mi amiga se me acerca —, me puedes explicar que carajos acaba de pasar — su voz se quiebra por momentos. — Porque parece que entramos a una guerra, porque nos atacaron a nosotros...

—Creo que eso te lo puedes responder a ti misma — le digo sintiéndome peor —. Nunca hubo firma de cese al fuego, el día en que me comprometí se rompió el supuesto orden y han roto hasta sus propios ideales. No hay reglas, no hay orden Anni, la única manera de que pare esto será con un río de sangre como alfombra de la familia ganadora.

Mi amiga tiembla al escucharme —, no podemos quedarnos aquí, conozco a mi padre, nos buscará, y no solo pedirá la ubicación de sus hijos — veo como se esfuerza en no llorar —. Te prometo que no diremos nada, pero no podemos escapar de él...

—Creo que eso no se va a poder alumna Robinson — dice la directora antes de cerrar la puerta —. No puedo dejarlos irse, primero porque tienen información comprometedora que podría ser útil, y segundo porque desde ahora ustedes podrían ser uno de los rehenes más valiosos en el mercado.

El silencio que pensaba que inundaría la sala se ve interrumpida por una risita baja de Ted. El chico se toma el momento de sonreír antes de ver a su hermana.

Vindicta (Segunda parte de Mirada Cruel)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora