🔵Capítulo 10🔴 Mi regreso a la vida.

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 —¿En verdad te vas a ir? — la cara de tristeza de Cindy me hace replantear esa decisión, solo para hacerla sentir mejor —, Nats, me vas a dejar.

—Pero no te pongas así, prometo que vendré seguido a visitarte — le digo mientras tomo su mano —, vendré por ustedes también — Martha y Maggie a comparación de Cindy, lucen felices por mí.

—Y más te vale que lo hagas — me dice Maggi, arreglándose el cabello, el viento no ha sido amable con mantenerla peinada —, o si no te caeremos de sorpresa.

—En realidad esa no es mala idea — le respondo con una sonrisa mientras los meseros nos traen limonadas a todas.

Aprovechamos el rato de sol para sentarnos en las mesas del jardín, y por suerte los jefes de las enfermeras les dieron este tiempo para despedirse de mí. Ellas ya estaban enteradas de mi partida desde ayer, la única que acaba de enterarse es la pobre Cindy.

—Sí pero no será lo mismo — la decepción de mi amiga se refleja en su tono —, ¿qué pasará con el coro?

Con todo lo de ayer, a duras penas y pude pensar en el concierto de coro.

—No estaré lejos de aquí, prometo que vendré a los ensayos que pueda Cindy — le digo con la esperanza de que así suceda —, no es la última vez que me ves, eso te lo prometo.

—Promételo por escrito — me dice mientras se levanta y agarra una servilleta de otra mesa, va con un mesero y le pide un bolígrafo, cuando regresa empieza a escribir algo —, este es un juramento en donde te comprometes a venir a verme al menos dos veces por semana.

Las enfermeras la ven extrañada, yo, por el contrario me rio de su acción.

—Me parece — le digo mientras me pasa la servilleta y el bolígrafo —, ¿tú te quedarás con el juramento? — le pregunto mientras coloco mi nombre en el papel.

Pensaba poner la firma que practiqué para mi juramento en la asamblea, pero eso me trae deplorables recuerdos. Tendré que practicar otra firma.

—Tú por supuesto, que sea el remordimiento y la culpa la que te muevan a venir a verme — me dice sonando muy apasionada.

—No será la culpa, créeme — me acerco y le doy un abrazo, que ella prolonga por mucho más, casi siento que se aferra a mí.

—Te voy a extrañar muchísimo mi Nat — la aprieto aún más.

—Yo igual, gracias por querer ser mi amiga — le digo pensando cuando la conocí justo aquí en la cafetería, estaba perdida y triste por todo lo que me habían arrebatado y ella me tendió la mano. Me hizo compañía cuando nadie quería hacerlo y por eso estaré eternamente agradecida. — Volveré Cindy, te lo prometo.



Tanto Martha como Maggie me acompañan a mi habitación. Cindy prefirió seguir con su itinerario.

Es Maggie la que se adelanta a abrir la puerta, ambas han estado comportándose extraño desde la mañana. No es cuando Martha me insta a entrar que entiendo el por qué. Encima de la mesa hay un pastel de chocolate y dos regalos que supongo que es de parte de ambas. 

Me tapo la boca emocionada.

—Un pequeño regalito de parte de ambas — dice Maggie detrás de mí —, mañana te vas muy temprano y ya no te podremos ver, entonces decidimos actuar hoy.

Me acerco a la mesa casi riendo y luego las vuelvo a ver a ambas.

—No era necesario — les digo —, no tenían por qué...

Vindicta (Segunda parte de Mirada Cruel)Where stories live. Discover now