🔴Capítulo 95🔵 La pestilencia me acompaña

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Sin embargo, Gonzalo hace algo impensable, que nadie podrá retractar. Señala a Dante, el sacrificado. 

—No me interesa, ese está ya herido, lo quiero entero — responde Skandar antes de sonreír —, aunque aceptó a valientes voluntarios, es más honorable.

Por una razón inexplicable me siento como un trozo de carne entre una jauría de leones. Sin darme cuenta empiezo a retroceder. Ya estaba relegada del centro de atención, muchos decidieron subirse a la tarima y tomó provecho de eso.

Y lo que me parece más loco es darme cuenta que nadie alza su mano o pasa al frente. Es como si el hecho de que el castigador sea Skandar, cambiará la ecuación. Además Gonzalo no emite palabra, se le ve hasta resignado, acatado a seguir órdenes.

Dos pasos más, y dos más.

Quizás voy demasiado lento, sigo teniendo un espacio de visión.

—¿Nadie? — dice a pesar de las voces, todavía lo escucho fuerte y claro, mira su reloj y espera, estoy segura que está contando el tiempo —, supongo que ha de ser más divertido elegir...

La cosa cambia cuando menciona esas palabras, los murmullos suben el volumen y empiezo a ver manos levantadas. Algunos valientes voluntarios incluso intentan pasar al frente, pero es solo una de ellas la que me llama la atención. Una chica salta a la tarima y se arregla la chaqueta, Carol se acerca al centro, mientras algunos suspiran de asombro.

Incluso paro por un segundo. ¿Qué carajos le sucede?

—Ya paren esto — dice y desde aquí se nota su palidez —, no creo que debamos pagar todos, tienes a Dante ahí mismo...

El tipo que ya parecía una bestia amarrada, se pone peor. Tanto que dos más deben intervenir para que no sea liberado. La insulta tanto, que estoy segura que le afectó, su rostro enrojece y evita mirarlo.

—No tenemos que venir y hacer esa tontería — dice, pero su amiga Tiffany llega a tomarla del brazo.

—No te metas Carol — le dice con la voz más aguda del mundo —, vámonos...

—No — le dice arrancando su brazo —, ya lo tienes, véngate con él, solo terminemos esta mierda de una vez por todas.

Algo extraordinario sucede de repente, algo con lo que nunca creí que podría vivir. Estoy muy de acuerdo con ella, tanto que asiento sin darme cuenta.

—Ya déjalo Carol — lo vuelve a intentar Tiffany insistente —, sabes como son las cosas.

—¿Es ella la voluntaria? — le pregunta Skandar a Gonzalo.

—No lo sé — se encoge de hombros.

—¡No, claro que no lo es! — exclama Tiffany —, vámonos...

—Fue la primera en pasar al frente — repite Gonzalo, antes de ver al público —, ¿alguien más está dispuesto?

De manera inconsciente doy otro paso hacia atrás y otro más. Con este último me termino bajando de la tarima, voy lento aunque por suerte es del lado norteño. Nadie me presta atención, digo soy como una aguja en un pajar entre este mar de gente Me coloco entre dos torres humanas, los tipos están demasiado concentrados en la escena de ejecución del frente.

—No soy una maldita voluntaria — le dice a Gonzalo.

—Entonces no deberías estar aquí, deja de hacer escándalos sino quieres que te pongamos en la línea — señala justo donde estaba Jack —, ahora lárgate y no digas nada...

—Yo no me voy — dice antes de ver a Skandar —, esto no se trata de ti, ten un poco de decencia y termina con esto... por mí y todos los que estamos aquí — la voz se le suaviza, los ojos se le ponen casi llorosos. Una punzada de pena me hace hacer una mueca, Skandar claro, como siempre no le responde sino que la mira como si viera pasar una mosca.

Vindicta (Segunda parte de Mirada Cruel)Kde žijí příběhy. Začni objevovat