🔵Capítulo 69🔴¿Coincidencia o mentiras?

771 90 7
                                    

 —¿Qué haces tan temprano muchacha? — me pregunta Bertha entre tartamudeos.

Vine demasiado temprano para mi mala suerte (o buena) a la cocina y se supone que es después de clase. Tengo una misión y si no lo hago hoy no podre conciliar el sueño.

—Lo mencioné antes, prefiero venir temprano que quedarme, además hoy no podré por la maravillosa final de futbol — mi falsa sonrisa le hace gracia.

—Ya te dijimos que no es necesario que pongas un pie aquí, te cubriremos chica — me dice por milésima vez mientras se lava las manos y saluda a Harold el chef —, y menos antes de empezar clase.

—Lo sé, solo quiero acompañarlos, no te pongas a la defensiva — le contesto mientras me acerco a las pantallas, no me demoro tanto en ubicar mi objetivo.

—No lo hago, pero ya que estas tan feliz, ayúdame a lavar los vegetales — me dice mientras se pone a batir unos huevos.

Le sonrió —, como gustes.


A pesar de llegar cinco minutos tarde, no encuentro a la profesora por ninguna parte. Quizás por eso la clase es un caos total, muchos grupitos están carcajeándose, que se escucha hasta en el otro pasillo, por eso no me extraña ubicar a mis amigos platicando. Bueno a mis amigos escuchando a Vissoni. El chico no ha parado de cacarear sobre el partido y las tácticas y golpes que tuvo que padecer.

—¿Y qué paso con el escupitajo? — le pregunta Ted.

—Nicolás, el muy idiota, creo que intento atacar al árbitro — dice disfrutándolo —, según me contaron, estaba en la fiesta dormido encima de la lavadora — dice haciendo que se rían.

—Maldito hijo de... — Claire hace una pausa y toma un respiro —, lo debieron echar de la ciudad.

—¿Cuántas veces te pateo? — le pregunta Edmon, me sorprendo de verlo hasta con cierta confianza, un escalofrío al ser consiente de eso me deja preocupada.

—Yo solo vi cuando le metieron zancadilla — menciona Ted viendo con diversión a Claire.

—Entonces si le estaban prestando atención — menciona mi amiga con cierta molestia —, porque me dijeron que se querían ir una...

Noto que Anni me está viendo, jala una silla a su lado y me invita a sentarme junto a ella. Lo hago agradecida, me miraba como idiota ahí parada.

—¿Y como te fue ayer? — le pregunto.

—¿Cómo te fue a ti? — me dice acercándose —, ya no te vimos.

Trago —, me fui temprano, tenía tareas.

—Nosotros también — me dice y baja la voz, aunque no es necesario porque nuestros amigos andan demasiado concentrados en el relato de Jason —, aun así, no te perdiste de nada, el novio de nuestra amiga nos invitó a la fiesta de Ian.

Abro más los ojos —, ¿fuiste?

Niega con rapidez —, ni loca, ninguno fue tan tonto como para aceptar — murmura —, sería como meternos en un nido de serpientes.

—Escuche algunos en el pasillo — digo con cautela —, al parecer se salió de control.

—Según Vissoni fue aún peor de lo que te imaginas...

—¿Acaso ese idiota fue sin Claire?

—No, ambos tuvieron una cita romántica, fueron al mirador y una velada maravillosa — dice poniendo los ojos en blanco, lo que me hace mucha gracia.

—Pero veo que eso del amor ya no es lo tuyo — me tengo que tapar la boca para no soltar la carcajada.

—Todos los hombres son unos... — hace una pausa conteniéndose —, unos babosos.

—Imbéciles — le corrijo, lo que la hace reír.

—Eso, pero deja que termine de contar — me recrimina —, un par de idiotas saltaron desde el balcón a la piscina, son ocho pisos, ambos están vivos, pero con contusiones...

—¿Qué toman en esas fiestas? — digo, aunque la pregunta es absurda.

—Que inhalan más bien — me dice negando —, llegaron los de la escuela rival pidiendo un desempate, se volvió otro desastre porque el desempate fue de beerpong — continua y la veo con una ceja alzada. — Poco después llego Rafael y la cosa se pudo peor porque Nadine estaba de coqueta con un idiota y su primo lo golpeo y luego llego el desalmado a poner la calma...

—¿Con más golpes? — pongo los ojos en blanco.

—Hasta ahí no me contaron, pero si sé que hubo un mini incendio...

—¿Qué? — suelto —, ¿por qué nada de eso salió en las noticias?

Me mira por unos segundos antes de ver al frente, sus mejillas se tiñen de rosa, lo que me hace recelar.

—¿Qué paso Anni?

—Si salió, pero en una sección pequeña y se inventaron la razón del incendio por una fuga...

—¿Entonces por qué...? — hago una pausa y tomo mi teléfono, Anni suelta un suspiro y se recuesta en la silla.

—Está en cualquier medio local, pero no es del todo... malo.

Oh, quizás para ella o cualquiera, pero para mi es una pesadilla.

¿Complicidad o algo más?

Ayer en la semifinal de los intercolegiales se logró apreciar como Skandar Cacciatore, hijo del patriarca sur y futuro heredero, ayudaba a su contraparte, la señorita Nataly Sanderson testigo del norte. Cacciatore tras verla batallar con los nervios en su discurso, se acercó a darle su apoyo, haciendo carcajear al público y sobre todo relajando a Sanderson en el proceso.

Solo pudimos suspirar por el acto tan empático y sobre todo... ¿romántico? Sin duda no hay confirmación de nada, pero seguiremos hablando de nuestra pareja preferida.

—Creo que voy a vomitar — susurro viendo la pantalla.

—No es tan malo... — escucho que dice Anni, pero se le escucha nerviosa —, pudieron haber puesto... algo peor.

—¿¡Cómo qué!? — me volteo de golpe, lo que la hace saltar del susto. Pero no solo llamo su atención, sino la de mis amigos y Vissoni.

—No, no lo sé — traga —, que no se llevan bien, eso te traería más problemas, o que le caes mal...

—En todas me ha traído problemas, en todas me han acosado, amenazado y...

—¿Nataly? — pregunta Edmon preocupado —, ¿todo bien?

—¿Quien? — pregunta Claire de repente.

—No hace falta que termine de decirlo — digo dándome cuenta que si no salgo de aquí terminare haciendo un escandalo.

—¿Necesitas algo? — pregunta Jason, que a diferencia de mis amigos no se ve preocupado, solo serio. Demasiado para su manera de ser. Claro que sabe la razón de mi humor.

Me pongo de pie —, nada.

Tengo suerte de salir antes de escuchar alguna respuesta de Vissoni. Me alejo del pasillo lo más que puedo, pero es en el cruce con el graderío que me topo con una persona. No nos tocamos, por suerte o reflejo me alejo pronto para hacerlo.

—¿Por qué tan apurada? — me pregunta Skandar, me doy cuenta que tiene una venda en su mano derecha —, no deberías estar en clase.

Me le quedo viendo por unos segundos, preguntándome si ya habar leído esas revistas estúpidas. Claro que lo ha hecho. 

Por que el es el primer promotor de ellas.  

Y ahora solo me queda dejarle en claro que debe terminar así tenga que sacrificar lo que sea. 





Hola Hola, de nuevo pido perdón por los dos capítulos.

Han sido semanas bastantes cargadas pero trate de pulir estos de lo mejor.

Estoy por tener vacaciones así que desde ya esperen los 3. 

En fin, ¿qué les parecieron?

Gracias por votar, los adora Lizz.

Vindicta (Segunda parte de Mirada Cruel)Onde histórias criam vida. Descubra agora