🔵Capítulo🔴 21 El Club de los Cinco

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Cuando regresó a la mesa los cuatro me reciben con una mirada curiosa. Aunque la de Claire es un poco más intensa.

Anni aprovecha el tiempo para sacarnos fotos y subirlas a sus redes. Nos ha denominado como el club de los cinco, haciendo referencia a la película ochentera. Y no pierde el tiempo de ponerlo en las descripciones de sus publicaciones.

—Me gusta la referencia a la película— dice Edmon —, aunque ninguno haya estado en detención antes... — alzo una ceja —, bueno a excepción de Nataly.

—Claro y deberíamos celebrar después de clase — sugiere Anni —, vamos por un helado... — alguien no la deja terminar su pregunta, su novio Gonzalo que la abraza de la cintura.

—Me parece la idea de un helado — dice besándole la mejilla.

—El ofrecimiento era para los amigos y mellizo — alza la voz Ted mientras hace una mueca de asco —, pero si deseas invitarnos a todos, adelante cuñado.

—Claro, pero ando un poco corto de fondos — le responde antes de echarme un vistazo —, Nataly, que gusto tenerte de nuevo, espero que ninguno de estos te haya hecho pasar un mal momento — me dice tratando de sonar bromista, pero su voz baja mucho el volumen.

—No te preocupes, en realidad ha sucedido todo lo contrario — le aseguro.

—Lo sabía —me sonríe —, ¿cómo has estado? Te ves bastante bien, Anni no dejó de mencionar cuán fuerte eres y veo que es así, no imagino por lo que pasaste, pero al menos... — sigue hablando, pero no deja ese tono de pena. No quiero enfadarme por eso, sé que es una reacción normal, pero no me deja de incomodar.

Anni carraspea interrumpiendo a su novio—, cariño, Nataly está muy bien, tanto que no es necesario hablarle de esa manera — le dice un poco apenada —, es mejor hablar de otra cosa.

—Oh, lo siento mucho Nataly — salta a decir Gonzalo un poco avergonzado, asiento en respuesta —. A lo que quería llegar es... — carraspea —, debió ser duro tener toda esa atención, imagino que te acostumbrarás, pero no debe ser sencillo de digerir.

Resoplo, algo que puedo responder muy bien —, es extraño, no estoy acostumbrada, pero supongo que esto será temporal.

Después de las palabras de Skandar, decir eso me afana mucho.

—Si claro, aunque con el cargo que tienes ve como le sacas provecho — me sugiere interesado —, la atención no es del todo mala.

Interesante, lo mismo que acaba de decirme Skandar. Pero por alguna razón de la boca de Gonzalo suena mucho mejor. Quizás sea porque a Gonzalo no lo quiero desmembrar.

—Sí, incluso puedes conseguir créditos extra — agrega Edmon —, y si puedes invítame, ya que soy el único en esta mesa que necesita una beca universitaria.

Claire se recuesta en su hombro —, acabo de ver tus notas, esa beca ya es tuya hermanito.

—Claro, pero no está mal recolectar créditos — comenta Gonzalo antes de distraerse. Los seis alzamos la vista cuando Dante se acerca a la mesa —, ¿qué sucede?

—Tenemos práctica en veinte, ¿o lo olvidaste? — le dice, hago una mueca de asco al verlo masticar una goma de mascar con la boca abierta —. Levanta el culo y camina, no quiero que Pekins nos amoneste de nuevo — el chico mira por un segundo a Anni, mi amiga pone los ojos en blanco al darse cuenta.

—Pekins debe estarse drogando en el puente en estos momentos — le responde molesto —, vayan, prometo que llegaré temprano.

—Eso espero o te juro que te echaremos del equipo — le dije en tono amenazante, el resto de sus amigos se acercan. Menos mal son solo los hombres o esto sería muy incómodo.

Vindicta (Segunda parte de Mirada Cruel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora