⚫Capítulo 140⚪ No es una historia bonita

Start from the beginning
                                    

—Parecía una ciudad fantasma, ni la policía se paseaba por ahí — le digo, dándome cuenta de que no me va a responder —, salieron unos niños quizás unos quince, estaba cargando a un chico, ni siquiera se le puede llamar herido, estaba casi moribundo — de nuevo se recuesta y mira a la pared —, los tuve que llevar al hospital, por suerte me ayudaron con los gastos... fue como su acto milagroso, ese chico estuviera enterrado de no ser así.

Cierra los ojos y niega un par de veces —, ¿te fuiste a meter ahí, sola? — hay cierta incredulidad en su tono, se tiene que restregar los ojos un par de veces y se sostiene la cabeza.

—Fui con Claire y Edmon, en una de las ambulancias de los Henderson, al parecer son muy cotizados por hacer ciertos encargos — digo, asiente como si ya estuviera familiarizado con el término. Eso me pone los pelos de punta. — Al parecer los niños venían de familias desintegradas, formaron una comunidad en esa pocilga y...

—¿Por qué me cuentas todo eso? — me interrumpe —, empezaste por hablar de mí, luego de cómo te obsesionaste por mi pasado, después de cómo te lanzaste a una misión casi suicida y terminas contándome como le salvaste la vida a un niño... ¿A dónde pretendes llegar con todo eso?

—Oh, creo que ya lo sabes — le respondo sin más —, esos niños no viven solo de robar, o de vender droga, y creo que eso también lo sabes.

—Solo dilo Sanderson, solo dilo...

—Las peleas Skandar — le digo, sin pensar —, ese niño había salido de un ring de peleas ilegales, peleas en donde drogan a perros gigantes y los ponen a pelear a muerte con ellos — me mira otra vez —. En donde apuestan cantidades millonarias, estoy segura de que estaban siendo explotados, y todos ellos tenían que...

—¿Te metiste en ese mercado? — me pregunta de repente.

—Ya te dije que sí.

—¿Ibas con la cara descubierta? — no me deja terminar, incluso vuelve a sentarse.

—Claro que no — le aseguro, lo que lo hace soltar un suspiro —, excepto con los niños, ellos nos conocieron a todos...

Se queda en silencio, tanto que temo que esté a punto de soltar una pila de insultos e intente amenazarme con un simple grito.

—No tenía alternativa, era eso o el chico moría desangrado — le digo, lo que lo hace asentir —. Eran tan solo eso, niños que vivían... viven en una constante pesadilla, y que quizás la estén pasando ahora.

—Entonces, sabes que los conozco, sabes que conozco ese lugar — me dice en voz baja, se recuesta en la pared con la mirada perdida, los hombros caídos y las piernas inquietas —, solo dilo, sé que lo tienes en la punta de la lengua...

—Hablaban de un hombre que temían, al parecer era el que organizaba las peleas — continuo, esforzándome por no evadir su mirada —, en un momento pensé que eras tú el que organizaba esas peleas, el que esclavizaba a esos niños...

—¿Qué? — mi comentario lo descompone, al menos es lo que puedo ver en su actitud, intenta decir algo más, pero a diferencia de otros momentos, la voz no sale, se queda en completo shock. De nuevo se sienta, solo que esta vez flexiona sus piernas e intenta parar el temblor de estas.

Toma un par de respiraciones antes de que me vuelva a acercar, cuando me mira, retrocedo por reflejo, es tan bizarro lo que creo que pasa por su mente que intento evitarlo a toda costa. Sin embargo, finjo... no muestro ninguna reacción y al contrario, me voy por la defensiva.

—¿Ahora te vas a ofender? — digo entre dientes —, por favor, te he visto hacer cosas enfermizas, te he visto atacar a personas a sangre fría... ¿qué carajos pensabas que iba a creer?

Vindicta (Segunda parte de Mirada Cruel)Where stories live. Discover now