Proyecto Haema [Fanfiction EX...

By JoeyLu17

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Kyungsoo tiene muchos planes, por ejemplo, asesinar a un hombre o a dos o a tres... Kyungsoo tiene un solo su... More

IntroducciĆ³n: G-6
CapĆ­tulo 1: Jongin
CapĆ­tulo 2: LuHan
CapĆ­tulo 3: Sehun
CapĆ­tulo 4: Kyungsoo
CapĆ­tulo 5: Jongin
CapĆ­tulo 6: Baekhyun
CapĆ­tulo 7: Baekhyun
CapĆ­tulo 8: Kyungsoo
CapĆ­tulo 9: Baekhyun
CapĆ­tulo 10: Luhan
Capƭtulo 11: YƬ XƬng
Capƭtulo 12: YƬ XƬng.
CapĆ­tulo 13: Sehun.
CapĆ­tulo 14: Jongin
CapĆ­tulo 15: Kyungsoo
CapĆ­tulo 16: Chanyeol
CapĆ­tulo 17: Chanyeol
CapĆ­tulo 18: Jongin
CapĆ­tulo 19: Kyungsoo
CapĆ­tulo 20: Luhan
CapĆ­tulo 21: Jongin
CapĆ­tulo 22: Xiumin
CapĆ­tulo 23: Kyungsoo
CapĆ­tulo 24: Baekhyun
CapĆ­tulo 25: Kyungsoo
CapĆ­tulo 26: Chanyeol
CapĆ­tulo 27: Kyungsoo
CapĆ­tulo 28: Sehun
CapĆ­tulo 29: Jongin
CapĆ­tulo 30: Baekhyun
CapĆ­tulo 31: Jongin
CapĆ­tulo 32: Kyungsoo
CapĆ­tulo 33: Baekhyun
CapĆ­tulo 34: Jongin
CapĆ­tulo 35: Sehun
CapĆ­tulo 36: Luhan
CapĆ­tulo 37: Jongin
CapĆ­tulo 38: Chanyeol
CapĆ­tulo 39: Kyungsoo
CapĆ­tulo 40: Baekhyun
CapĆ­tulo 41: Luhan
CapĆ­tulo 42: Chanyeol
CapĆ­tulo 43: Jongin
CapĆ­tulo 44: Baekhyun
CapĆ­tulo 45: Kyungsoo
CapĆ­tulo 46: Kyungsoo
CapĆ­tulo 47: Chanyeol
CapĆ­tulo 48: Luhan
CapĆ­tulo 49: Sehun
CapĆ­tulo 50: Kyungsoo
CapĆ­tulo 51: Kyungsoo
CapĆ­tulo 52: Kris
CapĆ­tulo 53: Xiumin
Capƭtulo 54: YƬxīng
CapĆ­tulo 55: KaiSoo
CapĆ­tulo 56: Chanyeol
CapĆ­tulo 57: Baekhyun
CapĆ­tulo 58: Kyungsoo
CapĆ­tulo 59: Jongin
CapĆ­tulo 60: Jongdae
CapĆ­tulo 61: Chanyeol
CapĆ­tulo 62: Sehun
CapĆ­tulo 63: Joonmyeon
CapĆ­tulo 64: Joonmyeon
CapĆ­tulo 65: Xiumin
CapĆ­tulo 66: Jongdae
CapĆ­tulo 67: Joonmyeon
CapĆ­tulo 68: Jongin
CapĆ­tulo 69: Kyungsoo
CapĆ­tulo 70: Luhan
CapĆ­tulo 71: Xiumin
CapĆ­tulo 72: Baekhyun
Capƭtulo 73: YƬXƬng
CapĆ­tulo 74: Joy
CapĆ­tulo 75: Joy
CapĆ­tulo 76: Chanyeol
CapĆ­tulo 77: Joonmyeon
CapĆ­tulo 78: Joonmyeon
CapĆ­tulo 79: Jongin
CapĆ­tulo 80: Baekhyun
CapĆ­tulo 81: ChanBaek
CapĆ­tulo 82: Kyungsoo
Cosas de Hippocampus
CapĆ­tulo 83: Baekhyun
CapĆ­tulo 84: Kris
CapĆ­tulo 85: Luhan
CapĆ­tulo 86: Jongdae
CapĆ­tulo 87: Luhan
CapĆ­tulo 88: Chanyeol
CapĆ­tulo 89: Chanyeol
CapĆ­tulo 90: Chanyeol
CapĆ­tulo 91: Kyungsoo
CapĆ­tulo 92: Chanyeol
CapĆ­tulo 93: Baekhyun
CapĆ­tulo 94: Jongin
CapĆ­tulo 95: Kyungsoo
CapĆ­tulo 96: Kyungsoo
CapĆ­tulo 97: Xiumin
CapĆ­tulo 98: Kyungsoo
CapĆ­tulo 99: Chanyeol
Especial- Curiosidades y datos de Proyecto Haema
CapĆ­tulo 100: Kyungsoo
CapĆ­tulo 101: HunHan
CapĆ­tulo 102: Baekhyun
CapĆ­tulo 103: Chanyeol
CapĆ­tulo 104: Kyungsoo
CapĆ­tulo 105: Jongin
CapĆ­tulo 106: Jongin
CapĆ­tulo 107: Baekhyun
CapĆ­tulo 108: Kyungsoo
CapĆ­tulo 109: Jongin
CapĆ­tulo 110: Kyungsoo
CapĆ­tulo 111: Luhan
CapĆ­tulo 112: Sehun
CapĆ­tulo 114: Baekhyun
CapĆ­tulo 115: Sehun
CapĆ­tulo 116: Tao
CapĆ­tulo 117: Kyungsoo
CapĆ­tulo 118: Taemin
CapĆ­tulo 119: Kris
CapĆ­tulo 120: Jongin
CapĆ­tulo 121: Kyungsoo
CapĆ­tulo 122: HunHan
CapĆ­tulo 123: Chanyeol
CapĆ­tulo 124: Kyungsoo
CapĆ­tulo 125: Sehun
CapĆ­tulo 126: Kyungsoo
CapĆ­tulo 127: Jongdae
CapĆ­tulo 128: Tao
CapĆ­tulo 129: Kyungsoo
CapĆ­tulo especial
CapĆ­tulo 130: Kris
CapĆ­tulo 131: Jongin
CapĆ­tulo 132: Jongin
CapĆ­tulo 133: Kyungsoo -Final.
EpĆ­logo
Especial 1: BaekSoo
Especial 2 OT12
Especial 3
Especial 4: La adolescencia de un hippocampus
Proyecto Hippocampus
Proyecto Hippocampus/ Libros

CapĆ­tulo 113: Kyungsoo

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By JoeyLu17

¿Sabes por qué vale la pena luchar?

¿Cuándo no vale la pena morir?

¿Esto te quita el aliento

y te sientes sofocándote?

¿El dolor pesa como el orgullo

y buscas un lugar para esconderte?

¿Alguien rompió el interior de tu corazón?

Estás arruinado.

(Green day, 21 Guns).

Fuente desconocida


     Me he enfrentado a toda clase de personas horribles a lo largo de mi vida. He de confesar que algunos me han hecho sentir temor y aun así les he afrontado, sin embargo, conocí a un tipo al que no me gustaría tener de enemigo jamás:

Chen.

     Respetaba demasiado a esa sabandija temblorosa porque sabía que era capaz de botar la mitad del planeta tan solo con sus dedos.

     Chen me había hecho llegar unos certificados de nacimiento que Baekhyun firmó como el médico a cargo del parto y Chanyeol como el médico responsable del acta de defunción de una madre falsa. Oficialmente, mi hijo era mío. Solo había un problema: el niño había sido registrado como Do Tae Oh. Maldito Chen, justo «se confundió de nombre» a la hora de hacer los papeles, pero no, yo no iba a creer eso. Estoy convencido de que lo hizo de tal modo como protesta porque yo me empecinaba en alejarlo de Jongin.

     Está bien, podría soportar que mi hijo llevara ese horrible nombre porque al menos tenía mi apellido y estaba conmigo. Ni siquiera le reclamé algo a Chen, me había metido el dedo en el culo con sus habilidades informáticas, ambos lo sabíamos y no había nada que hacer. Yo le debía mucho y si ese hijo de puta quería ponerle cualquier nombre a Asher, no me quedaba otra opción que callarme.

Bien jugado, bastardo infeliz.

     Después de cenar, duché a Asher y busqué un pijama para vestirlo. Baek y Chanyeol habían traído una caja llena de ropa y demás artículos para él ya que no tenía nada para niño en casa. De seguro, se habían gastado un montón de dinero en ello. Se los agradecí mucho.

     Asher había dejado de ser un bebé: su cuerpo era más grande y pesado, su voz, más ronca y tenía más fuerza en sus bracitos. Su manera de ser también era muy diferente a la que yo recordaba. Era como si su físico hubiera crecido al mismo tiempo en que él retrocedió psicológicamente.

     Donde ya había dominado el control de sus esfínteres, ahora se orinaba y defecaba sin avisar, como hace tanto no lo hacía. Volvió a chuparse el dedo y pedía su biberón sin pronunciar bien. En esa etapa de su vida, ya debería ser capaz de hablar de manera adecuada.

     Me di cuenta de que no le gustaba estar solo, pero a la vez, no se sentía cómodo cuando había muchas personas en casa. A veces, me hablaba bastante, pero había horas en las que no lograba que me dirigiera la palabra: entraba en una especie de mutismo del que nadie era capaz de sacarlo. Y cuando dormía, tenía pesadillas, decía que oía fantasmas.

     Esa noche, logré que me hablara un poco más y le pregunté qué hacía en su antigua casa.

Vel tele desde ha cuna —respondió con sencillez mientras jugaba desordenando un cubo de Rubik.

—Muy bien. ¿Qué más?

Comel deshde ha cuna —dijo antes de estornudar, de modo que me pareció adorable. Hasta esas cosas se volvían una bendición al tenerlo de vuelta.

—Mmm, ¿qué más? —interrogué mientras limpiaba su nariz.

—Nada más.

—¿Pasabas todo el tiempo en la cuna? —Él asintió, pero luego, pareció retractarse.

—A veces, los doltoles me llevaban a punzal aquí —señaló sus brazos con un puchero. Eso me confirmaba que sí investigaron sobre él.

—¿Te golpearon alguna vez?

Ño —me miró a los ojos por primera vez—. El abelo me llegañaba.

—¿El abuelo?

—Sí, cuando no me poltaba bien —volvió a estornudar. Tal vez estaba empezando a resfriarse.

—¿Qué hacías? —Él se encogió de hombros y yo acaricié su cabeza — Pequeño, ni siquiera sabes qué hacías mal.

—Me gustaba el tío que me leía y a veces jugaba conmigo y me cantaba.

—Nunca lo volverás a ver.

     Tal vez fue un error decirlo de un modo tan contundente porque él de inmediato rompió a llorar y cuando quise acercarme para consolarlo, protestó.

¡Ñoooo! ¡Ya me quielo iiiiih! ¡Quielo volvel a mi casa! ¡Te odio!

     Fue inútil intentar hablar con él y la verdad es que yo tampoco soy la persona más paciente del mundo, así que lo cargué, caminé de la habitación hasta la estancia donde Hye Sung veía televisión y lo dejé sentado a la par suya mientras yo salía a fumar.

     Fumé muchísimo en mi época de cacería y ahora estaba bastante adicto a la nicotina, pero por estar sobre Asher no había consumido en todo el día. Eso sumado al estrés me estaba causando demasiada ansiedad. No podía con mi hijo pidiéndome volver al lugar que conocía, a esa cueva de lobos.

—¿Qué ha pasado? —preguntó mi padrastro al ver que Asher lloraba sin parar.

—¡Dice que quiere volver! —me quejé desde afuera en tanto que encendía el cigarro— ¡Está loco! ¡No va a volver a ninguna parte!

—Es un niño asustado, no puedes tratarlo así —me aconsejó.

     El pequeño bajó del sillón y se lanzó a mis brazos mientras aún lloraba. Lo miré desde mi altura que a pesar de no ser tanta, a él debía parecerle lo contrario.

—¿Quieres volver o quieres estar conmigo? —El niño se sentó en el piso a llorar y yo lo cargué de inmediato— No llores, Asher. Mira, mira hacia allá —señalé el cielo—. ¿Te gustan las estrellas? Son hermosas... Cuando crezcas, te llevaré a acampar y veremos muchas estrellas. ¿Te gustaría eso? —Le di otra calada a mi cigarrillo y él empezó a calmarse mientras se rascaba un ojo con el dorso de su mano.

—¿A dónde?

—A la playa o la montaña, donde tú quieras. Iremos a ambos lugares si deseas... ¿Qué me dices? ¿Quieres ir? —él asintió antes de empezar a toser. Le di una última y gran calada a mi cigarro antes de apagarlo contra la suela de mi zapato. Pensé en lanzar el filtro por ahí, pero como Asher me estaba viendo, lo llevé hasta el basurero y luego, entramos.

     Hye Sung se interesó porque el niño seguía tosiendo y me retó por fumar frente a él. Acabé acunándolo hasta que finalmente, se quedó dormido en mis brazos y pude acostarlo. Entonces, recibimos la visita de Baekhyun, quien me pidió salir de la habitación para hablar en la cocina con Chanyeol y Hye Sung como testigos.

—Te lo voy a decir solo esta vez, Soo: Luhan es inocente y no voy a permitir que vuelvas a lastimarlo. Si te acercas a él, te denunciaré a la policía, diré todo, ¿entiendes? Presentaré pruebas.

—O sea que no está muerto —me enteré. No le había dado seguimiento porque la verdad me interesaba muy poco. Lo que hice con él fue por un momento de ira después de ese funeral; ahora, todas mis fuerzas estaban sobre mi hijo. Quería dejar mis venganzas atrás. Luhan ya no me interesaba más, pero si estaba vivo y me denunciaba... Tal vez debería hacer algo.

—¡Y no lo va a estar! ¿Me oyes? Le hiciste mucho daño, Kyungsoo. ¿En qué te has convertido?

—¿De qué lado estás, Baekhyun?

—Del tuyo. No quiero que por tus estupideces pierdas de nuevo a Asher.

—No hice nada que Luhan no mereciera.

—Él es una víctima más, al igual que Jongin.

—No vuelvas a pronunciar su nombre en esta casa.

—Es mi casa y no puedes prohibirme eso. Te lo digo en serio, Kyung. Tú no vuelves a tocar a Luhan y deberías ir pensando en cómo hacer que Asher tenga contacto con su papá porque...

—¡YO SOY SU PAPÁ! —lo interrumpí con ira— ¡YO!

—No eres su único padre.

—No lo va a ver más, ¿entiendes? No me importa lo que pienses —me erguí frente a él— ¿Qué vas a hacer al respecto, eh? No puedes hacer nada, Baekhyun, porque es mi decisión, no la tuya.

—Te dije que voy a denunciarte si tocas a Luhan —me advirtió con voz sombría. Sin embargo, pude verlo titubear; estaba temblando.

—Ni siquiera puedes amenazarme, ¿cómo podrías denunciarme? —me burlé.

—Yo lo apoyaría —terció Chanyeol—. Si Baekhyun quiere demandarte, yo seré su testigo y también Jongin. Estarías perdido, Soo. Aun si no nos creen en un inicio, van a tener que montar una investigación. Tengo un amigo en la policía, ¿lo olvidas?

—¿Tú por qué te metes, drogadicto de mierda? ¿Acaso ahora haces todo lo que Baekhyun te diga para poder acostarte con él?

     Baekhyun dio un paso al frente y me propició una bofetada. Yo estaba dispuesto a devolvérsela, pero Chanyeol se colocó en medio.

—Calma, Kyungsoo —me dijo con voz tranquila—. Puedes pensar lo que te dé la gana de mí, no me interesa, pero debes saber que Luhan no tenía idea de que Eric era Jeong Hyuk... al igual que Jongin. Y no voy a permitir que lastimes a Baekhyun por intentar abrirte a los ojos.

—¡USTEDES NO ENTIENDEN! —grité.

—Solo sé que has pasado por mucho y que llegó la hora de serenarse. Tranquilo.

     De algún modo, comprendí que ese idiota tenía razón.

—Júrame que no vas a tocar a Luhan —chilló Baekhyun tras él. Lo miré con odio y Chanyeol volvió a interceder.

—Tú no viste a tu hermano suplicarle a Luhan que no te denunciara para que no te apartaran de tu familia, Kyungsoo. Te estás enfadando con la gente equivocada.

—¿Qué has hecho, Kyungsoo? —me preguntó mi padrastro.

—Está bien —levanté mis manos en señal de rendición ante tal encerrona—. Si lo que quieren es que deje a ese bastardo con vida, lo han conseguido. No lo buscaré más. Los dejaré ser amiguitos. ¿Felices?

—No del todo —agregó Hye Sung—. Ya que estamos hablando sobre Jongin también, yo puedo aceptar que tú no desees que él vea al niño. Si me lo preguntas, no estoy de acuerdo con esa decisión, pero como he visto la traición tan de cerca, no voy a presionarte. Tú sabrás lo que haces, es tu hijo. Sin embargo, debo volver a mi empleo y no puedo mantenerte a ti, Kyungsoo, ni a Asher. Él parece enfermo y está creciendo. Necesita de medicinas, más ropa, alimento... cosas que no puedo costear en su totalidad. Debes solucionar cómo vas a trabajar y cuidarlo al mismo tiempo. Yo puedo ayudarte por las tardes. Puedo tomar un horario en el que deba impartir solo las clases de la mañana aunque eso implique la disminución de mi salario, el resto es tu problema —dijo antes de dar la vuelta para preparar algo de café.

—Tal vez Jongin... —insistió Baek.

—¡¿Quieres callarte?! No puedo convencerme de que él no sabía de todo esto. Me llamaba «Hippocampus». ¿Sabes cuál era el nombre de esa maldita investigación? «Proyecto Haema», Baekhyun... Además, le volé la cabeza a su padre frente a sus ojos. ¿Cómo podría confiarle a mi hijo sin temer alguna represalia? ¿Qué hay si decide que estoy loco y lo roba una vez más para alejarlo de mí? Cuando me torturaron, Jongin creyó que efectivamente, yo había perdido la razón; él estuvo a punto de abandonarme ahí y marcharse con Asher. Así que no, ¿me oíste? No voy a dejar que lo tenga. Puedes denunciarme si te da la puta gana, yo voy a sentarme en el porche a dispararle a todo aquel que intente siquiera apartarme de Asher, aun si esa persona eres tú.

     Lo vi inclinarse, doblado sobre su estómago mientras se quejaba de algún dolor, pero creí que solo estaba asustado por lo que le había dicho. Nunca le había hablado de ese modo a mi hermano. Comprendí que no era solo uno de sus teatros cuando tosió sangre sobre la palma de su mano.

     Chanyeol se apresuró a revisarlo mientras él sudaba y se quejaba de dolor abdominal.

—Parece que la úlcera péptica ha causado una ruptura. Lo llevaré a la clínica de inmediato —nos informó antes de cargarlo en brazos y montarlo a su auto. No pensé antes de tomar la motocicleta e irme tras ellos, incluso llegué primero, pero unos tipos en la entrada no me dejaron pasar.

—¡Son la seguridad privada que Sehun contrató! —me informó Chanyeol cuando pasó a mi lado con mi hermano en brazos. Iba a forzar mi entrada, pero Baekhyun me gritó lleno de preocupación para que no causara más problemas.

—¡Vete a casa, por favor! ¡Por favor! —Lo vi desaparecer por el pasillo y me tuve que retirar de ahí derrotado y lleno de preocupación. Cuando llegué a casa, Hye Sung intentaba calmar a Asher.

—Te escuchó marchar y desde entonces está llorando —me lo entregó—. ¿Qué pasó con Baekhyun?

—No me dejaron pasar, será mejor que vayas tú.

     Las siguientes tres horas estuve intentando bajar la temperatura de Asher. Le di medicina y puse toallitas húmedas en su frente, pero era inútil. La tos también parecía aumentar hasta que vomitó parte de la cena. Me vi obligado a prepararlo todo y llamar un taxi para llevarlo al servicio público de emergencias ya que en la clínica no podía entrar por culpa de aquel millonario idiota.

     Tenía a mi hijo envuelto en una sábana, medio dormido en mi hombro, despertando de manera ocasional por culpa de la tos y el malestar. Rogué internamente para que no hubiera nada malo en los malditos papeles que Chen envió. No fue hasta después de dos horas que una doctora llamó el nombre de Do Tae Oh, para ser atendido. Una vez que entré ahí, la reconocí. ¿Cómo podría no haberlo hecho si era Joy Park? Tuve el resultado de las pruebas de su útero dentro de mí.

—¿En qué puedo ayudarte, Do Kyungsoo? —preguntó de modo altanero.

—Estaría bien si otro médico se hace cargo.

—Bien, entonces sal de aquí y espera dos horas más.

—No puedo esperar tanto tiempo, mi hijo no se siente bien.

—Soy pediatra, déjame revisar a Tae Oh. Aunque me caigas mal, soy una profesional.

     Tenía razón... Solo la dejé verlo, pero fue difícil, a Tae no le gustaban las personas con bata blanca. La observé muy de cerca y vi que se encargó bien de mi hijo. Lo envió a zona de internamiento. Dijo que tenía signos de bronquitis.

     Una vez ahí, fue una enorme lucha para poner la oxigenoterapia que ella le recetó. Asher se revolcaba porque lo asustaba la mascarilla oronasal que cubría parte de su rostro. Además, le habían puesto una vía en su bracito y el dolor de la misma lo mantenía desesperado. Sudé mucho intentando controlarlo hasta que a las diez de la mañana del día siguiente, fue dado de alta. Joy personalmente se encargó de volver al hospital solo para revisarlo. Cuando estaba firmando los papeles de la salida, me atreví a hablarle.

—Creí que trabajabas en una clínica lujosa.

—No desde que discutí con mis padres —me dijo al entregarme la hoja de salida de mi bebé con unas recetas médicas que debía conseguir. La vi meterse el lapicero a la bolsa de su bata médica en un gesto de lo más natural.

—Muchas gracias por haber cuidado de mi hijo.

—Solo hice mi trabajo.

—Supe que también tienes una hija... ¿Cómo está?

—Está bien.

—¿Dónde se queda cuando trabajas?

—Con su padre.

—¿Su padre? —eso fue extraño, creí que ese tipo ni existía. ¿Cómo podía volver con alguien así?

—Es su padrastro, Kyungsoo, no su padre biológico. Puedes decirle a tu hermano que esté tranquilo, mantengo una relación sentimental con alguien más, y sí, esa persona cuida de mi hija cuando yo tengo que trabajar por las noches. ¿Tu curiosidad ha sido satisfecha?

—Lo lamento... no solo por hoy, sino por aquella vez, ya sabes.

—Solo vete.

     Antes de salir, me giré para verla. No podía irme sin decirle esto...

—Joy... la persona que alejó a tu hija y la que tomó tu útero... esa persona está muerta. Si algún día quieres reencontrarte al padre biológico, puedes llamarme.

     Sin embargo, sabía que no iba a llamarme. No buscaba a Chanyeol, mucho menos iba a buscar a un loco amor de secundaria. No lo sé, de repente esa mujer me caía demasiado bien.

     Cuando llegué a casa, Hye Sung me avisó que habían operado a mi hermano y que ahora estaba mucho mejor. Yo dejé a mi niño a su cuidado y salí a buscar empleo. Dos días después, fui contratado como obrero en el proyecto de construcción de un nuevo centro comercial. Lo acepté de inmediato pues tenía un horario de ocho horas, seis veces por semana, con derecho a seguro médico, lo que me ayudaría para cuidar de Asher.

     Tuve que ingeniármelas porque no podía contar con que Baek y Yeol cuidaran de mi hijo. Lo matriculé en la guardería infantil más barata de la zona porque era lo único para lo que me alcanzaba. Además, solo sería cuestión de que lo cuidaran en la mañana porque Hye Sung lo recogería después de mediodía, cuando saliera de su trabajo.

     La vida se volvió realmente difícil cuando tenía que despertar tan temprano para conseguir que el niño y yo estuviéramos listos a tiempo. Lo subía a la motocicleta y lo dejaba en la guardería, donde se formaba un auténtico drama porque Asher gritaba y pataleaba para que no me fuera. Siempre, mi última imagen de él por las mañanas consistía en un niño lloroso, sujetándose de las mallas de la estancia infantil, estirando sus manitas hacía mí para que no lo abandonara.

     Cuando volvía por la tarde, lo encontraba resentido y triste. Hye Sung parecía muy cansado de estar cambiando pañales y preparando biberones a su edad. Estábamos intentando que Asher dejara todo eso, pero era mucho más difícil que cuando tenía dos años. El niño no respondía nada bien. Yo le dedicaba todo de mí en cuanto ponía un pie en esa casa, y al final de la noche, caía rendido, pero despertaba cada cierto tiempo porque él seguía teniendo una horrible tos que no lo dejaba dormir o porque lloraba a causa de alguna pesadilla hasta que yo cantaba algo dulce y volvía a descansar.

      Después de pocos días, sufrió una recaída y tuve que pasar toda la noche en emergencias, donde volví a encontrar a Joy. En esa ocasión, Asher y yo salimos de la sala de observación directamente a la guardería porque se me hacía tarde para ir a trabajar. Además, tuve que hacer un par de horas extras porque la obra se había atrasado y ahora laborábamos a contra tiempo. Cuando llegué a casa, Asher estaba dormido en los brazos de su abuelo. Lo llevé a la habitación y descansé yo también sin haber tenido tiempo para hablarle siquiera. Dos días después, se contagió de viruela por uno de los niños de ese lugar. Entonces, Hye Sung tomó un par de mañanas libres para cuidar de él.

     Cuando cobré mi sueldo, comprendí que todo se iba directo a los gastos de salud del niño. No quería molestar más a Chen pidiéndole dinero. Tampoco quería fastidiar a Baek. Después de nuestro último encuentro, a penas y lo había llamado por teléfono para disculparme con él; no se suponía que lo estresara más cuando su salud estaba delicada. De todos modos, él ya había gastado demasiado comprando toda esa ropa y pañales para Asher. Hye Sung no podía hacer más por nosotros de lo que hasta ahora hacía. Kris me visitó, cuidó de Asher algunas tardes, pero el niño seguía detestando quedarse con personas que casi no recordaba, solo me aceptaba a mí y a su abuelo.

Y yo cada vez estaba más y más agotado.

     Tenía a mi hijo conmigo, pero no era capaz de disfrutar de él, ni siquiera tenía tiempo para educarlo o amarlo. Lo abandonaba cada mañana.

¿Qué podía hacer?

     Una tarde, llegué de mi empleo un poco más temprano de lo usual y no encontré a Asher en casa. Antes de entrar en pánico, Hye Sung me explicó que Baek (quien ya había sido dado de alta en la clínica) se lo había llevado a jugar en el parque del centro. Quise unírmeles, creí que sería un buen momento para limar asperezas con mi hermano, así que tomé la motocicleta y conduje hacía allá.

     Cuando me acerqué, pude reconocer que no estaban solos. Había un hombre atajando la bola que Asher pateaba con desatino y que luego, corría hasta levantarlo y darle vueltas en el aire. Le llenaba su rostro de besos y lo abrazaba contra sí mismo antes de volver a dejarlo en el piso, donde el niño corría hasta la pelota una vez más.

     Me escondí para hacerle una llamada a mi hermano.

—Baekhyun, quiero que traigas ahora mismo a mi hijo a casa. Espero que no estés haciendo algo realmente estúpido. No me provoques...

—¿Eh? ¡Claro que no! Estaremos ahí en cinco minutos —aseguró el muy mentiroso.

Continuará...

Ya escribí el final de la historia, poco a poco vamos llegando

Besos, Gomitas

Tengo gripe *se muere* 

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