Todos mis amigos me preguntan por qué me mantengo fuerte.
Yo les digo que cuando encuentras el amor verdadero, vive por siempre.
Es por eso que sigo aquí.
(Lana del rey, Dark Paradise )
Fuente HarryIsMyWizard
—Ahí está Chanyeol —avisó Jongin. Me asomé y vi a su auto. Estaba hablando con mi hermano y en cuanto lo descubrí observándome, entré de nuevo a la casa. De inmediato, empecé a sentirme muy ansioso.
Habían pasado meses sin verlo. Lo último que supe de él fue una espantosa llamada que aún la siguiente noche me mantuvo llorando en un bar con Luhan y Key. Esa vez, me dio mucho miedo, sentí como si Chanyeol se estuviera despidiendo para siempre, como si me dijera que iba a suicidarse o algo así. Fue realmente horrible.
Luego, estaba ahí, muy delgado, ojeroso, como si hubiera estado bastante enfermo; mostrándome una casa vieja con una fotografía nuestra como si fuera un cálido hogar. No puedo evitar compararlo con la enorme y lujosa propiedad que compartió con aquella mujer, un hogar hermoso y frío. Me pregunté si lo que Chanyeol intentaba era darme un hogar tibio, intentarlo de manera distinta los dos, pero mi orgullo era enorme.
No. Dije que no, pero la verdad era que quería decir que sí.
Amaba a Chanyeol desde hace tanto tiempo. A pesar de todo, seguía pareciendo el hombre más apuesto para mí, el más inteligente. Su padre lo necesitaba, su pareja de conveniencia acabó enamorada de él, incluso mi hermano no podía odiarlo. Me detestaba por continuar experimentando ansiedad cuando él me hablaba de amor. Sin embargo, él me había lastimado. Le había perdonado que se confundiera respecto a sus emociones con su esposa, porque a decir verdad, lo he pensado mucho. Parte de lo que me enamoró de Chanyeol fue su capacidad de vincularse con las otras personas. Cuando trataba a sus pacientes, él realmente se preocupaba por ellos y daba lo mejor de sí, aunque siempre intentaba esconderlo, parecer un tipo duro.
Recordé cuando mi hermano la estaba pasando mal con el embarazo y Chanyeol explicó de manera fría a Jongin que si las cosas salían mal, él se encargaría del cadáver. Fue muy rudo, pero luego, durmió a Soo porque oírlo hablar lo hacía sentir presionado. Casi entra en crisis cuando se nos perdió una gasa y se mantuvo sin dormir gran parte la noche, al tanto de Asher y de Soo.
Chanyeol sabía cómo parecer frío, pero en el fondo, no podía manejar sus emociones. Tal vez era por eso que la mayoría de veces, las personas lo mal interpretaban. Como en la clínica, cuando habló de su sexualidad y todos quedaron en shock. Como todas las cosas que su padre ignoraba de él a pesar de vivir juntos. Siempre estaba reclamándome que yo sabía fingir demasiado bien mis emociones, y era cierto, pero yo me daba el tiempo para desahogarlas luego, en espacios más seguros y él, en cambio, las ahogaba todas en su interior, por eso le eran tan difíciles de manejar.
Deseé abrazarlo y confesar que a mi pesar, no lo había olvidado y que me hacía feliz saber que estaba bien y mejor aún, cerca. Me hacía feliz pensar que de vez en cuando, iba a encontrarlo en algún pasillo de la clínica. Pero entonces, recordaba la noche en la que recibí un golpe y todo eso pasaba a un segundo plano. No podía ni quería perdonar el que se hubiera atrevido a golpearme.
Ya perdoné que se confundiera con su ex porque es una mujer hermosa, odio tener que admitirlo, pero si yo fuera bisexual, posiblemente iría tras ella y le pediría que viviéramos los tres juntos. Lo que no puedo superar es el golpe. Chanyeol se atrevió a levantarme la mano a mí.
Estacioné el auto antes de alejarme demasiado de su casa porque estaba sintiéndome muy ansioso como para manejar. Me incliné sobre el volante y respiré con profundidad intentando calmarme. Mi corazón me gritaba que volviera, pero mi orgullo no me dejaba hacerlo. Me sentía como una mala persona porque durante muchos meses lo único que deseé era que Chanyeol sufriera, porque yo lo seguía amando, no podía superarlo y no quería que él me superara a mí. No quería que me olvidara, solo deseaba dolerle. Deseaba dolerle porque a pesar de que yo estaba bien, no podía sentirme feliz y lo culpaba a él.
Llamé a Key y le conté todo rápidamente.
—¿Sabes qué estoy haciendo ahora mismo, Baekhyun?
—No, ¿pensando que soy un idiota?
—El mundo no gira a tu alrededor, cariño. Estoy en una heladería, con Jonghyun.
Jonghyun era el hombre que Key siempre quiso. Se habían juntado en una fiesta, pero luego, Jong desapareció y él siempre pensó que se rehusaba a admitir su homosexualidad. Mi amigo todo el tiempo hablaba de lo mucho que le gustaba ese tipo y un día, nos dimos cuenta de que el gay de clóset tenía una veterinaria, así que fuimos a comprar un gato y Key y yo no dejamos de coquetear. El tal Jonghyun estuvo a punto de matarme con la mirada. Se lo merecía por idiota, eso pensamos.
—No puedo creer que estés con él, ¿cómo pasó?
—Resulta que Jjong desapareció porque fue a terminar su carrera y ahora, volvió para iniciar su negocio —explicó sonriendo—. Después de que nos presentamos en la veterinaria, él apareció en el bar y se tragó toda nuestra horrible presentación para poder hablar conmigo... y ahora estamos aquí, comiendo helados —se apartó un poco el teléfono y pude oírlo hablar—. Dile hola a Baekkie, el hombre que te hizo sentir celos de mí.
—Hola, Baekkie —me saludó una voz desconocida—. Lamento haber puesto mala cara la otra tarde, estaba mal interpretando las cosas. Salgamos todos juntos la próxima vez.
—¿Lo ves? —me preguntó Key— Lo que quiero decir es que tú no has dejado de suspirar por ese cirujano y ya sabemos que tiene meses de estar separado de su esposa, mujer a la que nunca le fue fiel porque se casó amándote a ti. Si ahora el tipo ha vuelto y te ha dado una casa, entonces tal vez debas replantearte el seguir odiándolo, porque claramente, lo amas más de lo que lo odias.
—¿Y si las cosas se tuercen de nuevo?
—Ponlo a prueba y a la primera de cambio, le quemamos los testículos. Jjong nos ayudará, ¿verdad, amor?
—Verdad —escuché a su nuevo novio.
Colgué sintiéndome más enojado. Ahora, Key había obtenido su amor y yo continuaba estancado en Chanyeol. Le di más vueltas al asunto, pero yo sabía que acabaría volviendo a esa casa y cuando llegué a esa conclusión, le di un golpe al tablero del auto, este se abrió. Fue cuando descubrí un arma ahí.
Un arma. Chanyeol nunca tuvo armas. ¿Qué significaba eso? ¿Qué había estado haciendo todo el tiempo en que desapareció? Yo había vivido demasiados años con Kyung Soo como para adivinar que las cosas no estaban bien. Por supuesto que no estaban nada bien. De repente, el miedo sobre la posibilidad de un suicidio se volvió una certeza en mi mente y sin pensarlo ni un segundo más, retomé el camino de regreso y entré a esa casa más rápido que en un parpadeo.
Encontré a Chanyeol en el suelo del sanitario, intentando aspirar una raya de polvo blanco esparcida en un espejo pequeño que sostenía en su mano derecha. Cuando me miró, parecía completamente confundido.
—Baek... ¿qué haces aquí?
—No. ¿Tú qué haces?
Miró el espejo y frunció el ceño.
—Dijiste que te irías, Baekhyun. Es lo mejor, solo vete.
—¡No! —grité— ¡¿Qué demonios haces?! ¡¿Qué es esto?! ¡Respóndeme!
—Es lo que crees que es.
—¿Estás consumiendo cocaína? ¡¿Desde cuándo usas drogas?!
—Desde que soy adolescente.
—¡¿Qué?!
—Las marcas en mi brazo que te mostró una vez Kyungsoo son huellas de mi época como adicto a la heroína.
—¿Cómo has podido esconderme algo así durante tanto tiempo? —me sorprendí.
—Me rehabilité antes de entrar a la universidad. La madre de Joonmyeon me ayudó, es por eso que nos conocimos. No usaba drogas cuando estábamos juntos. ¿Entiendes? Estuve limpio ese tiempo.
—¿Y por qué ahora no?
—Desde hace meses... —esquivó la mirada y no acabó de responderme— Nunca quise que conocieras esa parte de mí, te lo dije, ¿no es cierto? Que había cosas que no deberías saber porque eres la persona que amo. Supongo que eso ya no importa. No debiste volver, Baekhyun.
Me sentí increíblemente enojado. Todo me rebasó de pronto. Le quité el espejo y lo reventé contra la pared, revolví su botiquín y encontré una bolsa más de cocaína que lancé al sanitario.
—¡No hagas eso! —intentó detenerme y cuando sujetó mi mano, lo empeoró todo: sin dudarlo ni un segundo, cerré mi puño izquierdo en su boca, obligándolo a apartarse, pero no fue suficiente para mí y me fui sobre él golpeando su pecho y dándole repetidas bofetadas, hasta que acabó en un rincón de la ducha.
—¡¿Con qué cara me pides que vuelva contigo cuando eres un adicto?! —le gritaba— ¡¿Qué es lo que buscas, Chanyeol?! ¡¿Quieres arruinar mi vida entera?! ¿¡Por qué demonios quieres atarme a una persona enferma?! ¡¿Qué se supone que haga cuando vuelva contigo y un día, te des una sobredosis?!
—Eso no va a pasar —susurró y tuve que callarme para oírlo—... porque no vas a volver.
—¡Claro que no voy a volver! ¿Por qué lo haría? ¿Por qué querría estar con una basura? —grité de nuevo. Para mi sorpresa, él tan solo asintió con una leve sonrisa en su rostro.
—Lo sé, Baek, no te enojes... Ya lo sé.
—Te odio —le empujé—. Eres lo peor que me ha pasado —lo insulté durante un buen tiempo sin conseguir una reacción diferente, lo que me descolocó, y cuando al fin saqué todo mi enojo, tuve que preguntárselo—. ¿Por qué no me pides que deje de lastimarte?
—¿Por qué lo haría? Tienes razón.
Fue entonces cuando acabé de comprenderlo todo... y me sentí peor que nunca.
—Chanyeol, lo siento —lo abracé mientras lloraba—. No lograba entender por las cosas que estabas pasando. Debiste decirme... Estoy tan enojado y asustado... No quiero hacerte más daño, pero yo también me equivoqué todas las veces.
—No llores, Baekhyun —me secó las lágrimas—. Todo estará bien. No te preocupes.
—¿Cómo? ¿Cómo van a estar bien cuando tú estás tan mal?
—Pero tú lo estarás.
—No puedo estar bien cuando tú eres un suicida.
—Solo déjame salir de tu vida.
—No, Chanyeol. Si volví, fue porque te quiero. ¿No lo ves? A pesar de que dije todas esas cosas, no puedo dejar de amarte y he vuelto, pero me ha dolido verte así, descubrir todo eso... No puedo aceptarlo. Tienes que arreglarlo.
—Pero, ¿cómo? ¿Qué quieres que haga por ti?
Me sequé el rostro con las manos:
—¿Sabes qué? Me quedaré. Hablaremos cuando estemos más tranquilos... Date una ducha, ¿está bien?
Salí para asegurar las puertas de la casa, puse agua a hervir y después de que él salió del baño, me duché yo y tomamos un té para calmarnos un poco. Por la noche, nos sentamos en la cama, nos cubrimos con diferente sábana, uno frente al otro, y lo tomé de las manos.
—Chanyeol, ¿hay algo más que deba saber de ti?
—Sí... —aceptó— pero todas son cosas horribles que no quiero decirte.
—Está bien. Tú y yo no somos pareja, por lo tanto, no perderás nada al decirme la verdad. Así que hazlo —y acabé escuchando la historia de cómo mi vida estuvo en peligro y cómo mi hermano había hecho de nuevo, cosas horribles. Sentí ganas de vomitar como aquella vez en la que Soo me habló sobre quien asesinó a sus padres, pero pude contenerme porque no quería que Chanyeol me viera peor.
—Lamento decirte todo esto, Baekhyun.
—¿Tú ya no estás en peligro?
—Ya no, te lo juro.
—¿Tú de verdad crees que después de todo lo que ha pasado entre nosotros, deberíamos vivir juntos?
—Yo creo que no deberías vivir conmigo, pero sé que lo único que me haría bien es vivir contigo —sonrió—. Soy un egoísta al desearlo.
—Yo también, Chanyeol. Lo deseo. Quisiera poder construir algo bueno contigo porque a pesar de todo, sigo queriéndote demasiado. Racionalmente, creo que es una locura y que lo mejor es alejarnos, pero ya lo he intentado muchas veces antes y no funciona para mí el distanciarme de ti. Soy una persona terca y caprichosa. La vida me ha dicho tantas veces que no puedo estar contigo que lo único que deseo es estar aquí.
—Yo siento que... podríamos haberlo hecho bien, ¿sabes? Si tantas cosas no se hubieran atravesado de camino... creo que entre los dos hubiera sido perfecto y tal vez es eso lo que me hace volver una y otra vez, Baek, porque algo dentro de mí se rehúsa a darlo todo por perdido y siempre pienso «tal vez esta vez sí, tal vez de este modo sí funcione» porque cuando hemos estado juntos, ha sido tan cercano a lo ideal.
—Nunca será perfecto, ¿de acuerdo?, pero puede ser bueno. Tengo cosas que ofrecerte, Chanyeol. Yo sería una pareja cariñosa, reiría de todos tus chistes, me encargaría de hacer que los días sean divertidos para ti y de que nunca te sintieras solo como ese adolescente que fuiste y que has vuelto a ser... Yo trabajaría de manera diligente y pagaría la mitad de los gastos de la casa... y no soy de los que esperan una boda e hijos, pero te haría el amor cada noche y además, tengo un sobrino adorable que puede visitarnos los fines de semana para que cuidemos de él como padres substitutos... ¿Qué te parece?
—Perfecto... eso suena tan perfecto que me parece imposible. Tú te mereces demasiado.
—Yo no me conformaré con poco, ese es el problema. Nunca puedo conformarme con poco, así que, ¿qué tienes para ofrecerme tú a mí, Park Chanyeol?, porque no puedo estar contigo si no estás a la altura de mis sueños.
—Yo... te daría sinceridad. Nunca jamás te mentiría, Baekhyun... Cuidaría de ti y jamás permitiría que sientas que no te amo con toda mi alma.
—Eso es todo lo que deseo, Chanyeol, así que ve y mejora. Cuando los médicos digan que estás completamente bien, entonces, reunámonos y construyamos esto, ¿de acuerdo?
Por primera vez esa noche, lo vi mostrar sus emociones y empezar a llorar. Me abrazó y escondió su rostro en mi cuello.
—Me voy a curar, Baekhyun. Ya lo verás. Voy a hacerlo muy bien por ti.
—Apresúrate. No me hagas esperar demasiado tiempo.
—¿Y Key?
—Nunca fuimos novios, tonto, Key sale con otra persona. Solo fingimos porque quería lastimarte, lo lamento.
—Perdóname.
—Sí, pero ya no más, Chanyeol. Tú y yo hemos dicho lo siento demasiadas veces. Te perdoné, me has perdonado. Ahora, vamos a intentar esto por última vez y aun cuando no funcione, no vamos a pedir perdón, solo vamos a dar la vuelta. ¿Lo prometes?
—Lo prometo —me abrazó con más fuerza—. Lo prometo.
Al siguiente día, lo acompañé a una clínica a la que nunca había entrado porque era un centro de rehabilitación, uno nuevo en la capital al que Chanyeol insistió en ir. Cuando estuvimos ahí, preguntó por un médico en específico.
—Yook SungJae —lo saludó en cuanto nos atendió—, he venido a ponerme en sus manos para que nunca más tengas que mentir por mí.
El médico pareció sorprendido. Luego, se cruzó de brazos mientras se apoyaba en la silla de su oficina y esbozó una leve sonrisa.
—Bienvenido, Park Chanyeol.
Me prohibieron visitarlo y mientras las semanas transcurrían en tanto que su padre me daba apenas leves noticias de él, yo me preparaba siendo una mejor persona, más centrado y alegre, con mayor control emocional. Debía ser alguien más sano para que cuando él saliera, pudiéramos construir los sueños que teníamos.
Continuará...
N.A: Esta es la foto que estaba en la casa de Chanyeol.