Proyecto Haema [Fanfiction EX...

By JoeyLu17

5.4M 612K 566K

Kyungsoo tiene muchos planes, por ejemplo, asesinar a un hombre o a dos o a tres... Kyungsoo tiene un solo su... More

IntroducciĆ³n: G-6
CapĆ­tulo 1: Jongin
CapĆ­tulo 2: LuHan
CapĆ­tulo 3: Sehun
CapĆ­tulo 4: Kyungsoo
CapĆ­tulo 5: Jongin
CapĆ­tulo 6: Baekhyun
CapĆ­tulo 7: Baekhyun
CapĆ­tulo 8: Kyungsoo
CapĆ­tulo 9: Baekhyun
CapĆ­tulo 10: Luhan
Capƭtulo 11: YƬ XƬng
Capƭtulo 12: YƬ XƬng.
CapĆ­tulo 13: Sehun.
CapĆ­tulo 14: Jongin
CapĆ­tulo 15: Kyungsoo
CapĆ­tulo 16: Chanyeol
CapĆ­tulo 17: Chanyeol
CapĆ­tulo 18: Jongin
CapĆ­tulo 19: Kyungsoo
CapĆ­tulo 20: Luhan
CapĆ­tulo 21: Jongin
CapĆ­tulo 22: Xiumin
CapĆ­tulo 23: Kyungsoo
CapĆ­tulo 24: Baekhyun
CapĆ­tulo 25: Kyungsoo
CapĆ­tulo 26: Chanyeol
CapĆ­tulo 27: Kyungsoo
CapĆ­tulo 28: Sehun
CapĆ­tulo 29: Jongin
CapĆ­tulo 30: Baekhyun
CapĆ­tulo 31: Jongin
CapĆ­tulo 32: Kyungsoo
CapĆ­tulo 33: Baekhyun
CapĆ­tulo 34: Jongin
CapĆ­tulo 35: Sehun
CapĆ­tulo 36: Luhan
CapĆ­tulo 37: Jongin
CapĆ­tulo 38: Chanyeol
CapĆ­tulo 39: Kyungsoo
CapĆ­tulo 40: Baekhyun
CapĆ­tulo 41: Luhan
CapĆ­tulo 42: Chanyeol
CapĆ­tulo 43: Jongin
CapĆ­tulo 44: Baekhyun
CapĆ­tulo 45: Kyungsoo
CapĆ­tulo 46: Kyungsoo
CapĆ­tulo 48: Luhan
CapĆ­tulo 49: Sehun
CapĆ­tulo 50: Kyungsoo
CapĆ­tulo 51: Kyungsoo
CapĆ­tulo 52: Kris
CapĆ­tulo 53: Xiumin
Capƭtulo 54: YƬxīng
CapĆ­tulo 55: KaiSoo
CapĆ­tulo 56: Chanyeol
CapĆ­tulo 57: Baekhyun
CapĆ­tulo 58: Kyungsoo
CapĆ­tulo 59: Jongin
CapĆ­tulo 60: Jongdae
CapĆ­tulo 61: Chanyeol
CapĆ­tulo 62: Sehun
CapĆ­tulo 63: Joonmyeon
CapĆ­tulo 64: Joonmyeon
CapĆ­tulo 65: Xiumin
CapĆ­tulo 66: Jongdae
CapĆ­tulo 67: Joonmyeon
CapĆ­tulo 68: Jongin
CapĆ­tulo 69: Kyungsoo
CapĆ­tulo 70: Luhan
CapĆ­tulo 71: Xiumin
CapĆ­tulo 72: Baekhyun
Capƭtulo 73: YƬXƬng
CapĆ­tulo 74: Joy
CapĆ­tulo 75: Joy
CapĆ­tulo 76: Chanyeol
CapĆ­tulo 77: Joonmyeon
CapĆ­tulo 78: Joonmyeon
CapĆ­tulo 79: Jongin
CapĆ­tulo 80: Baekhyun
CapĆ­tulo 81: ChanBaek
CapĆ­tulo 82: Kyungsoo
Cosas de Hippocampus
CapĆ­tulo 83: Baekhyun
CapĆ­tulo 84: Kris
CapĆ­tulo 85: Luhan
CapĆ­tulo 86: Jongdae
CapĆ­tulo 87: Luhan
CapĆ­tulo 88: Chanyeol
CapĆ­tulo 89: Chanyeol
CapĆ­tulo 90: Chanyeol
CapĆ­tulo 91: Kyungsoo
CapĆ­tulo 92: Chanyeol
CapĆ­tulo 93: Baekhyun
CapĆ­tulo 94: Jongin
CapĆ­tulo 95: Kyungsoo
CapĆ­tulo 96: Kyungsoo
CapĆ­tulo 97: Xiumin
CapĆ­tulo 98: Kyungsoo
CapĆ­tulo 99: Chanyeol
Especial- Curiosidades y datos de Proyecto Haema
CapĆ­tulo 100: Kyungsoo
CapĆ­tulo 101: HunHan
CapĆ­tulo 102: Baekhyun
CapĆ­tulo 103: Chanyeol
CapĆ­tulo 104: Kyungsoo
CapĆ­tulo 105: Jongin
CapĆ­tulo 106: Jongin
CapĆ­tulo 107: Baekhyun
CapĆ­tulo 108: Kyungsoo
CapĆ­tulo 109: Jongin
CapĆ­tulo 110: Kyungsoo
CapĆ­tulo 111: Luhan
CapĆ­tulo 112: Sehun
CapĆ­tulo 113: Kyungsoo
CapĆ­tulo 114: Baekhyun
CapĆ­tulo 115: Sehun
CapĆ­tulo 116: Tao
CapĆ­tulo 117: Kyungsoo
CapĆ­tulo 118: Taemin
CapĆ­tulo 119: Kris
CapĆ­tulo 120: Jongin
CapĆ­tulo 121: Kyungsoo
CapĆ­tulo 122: HunHan
CapĆ­tulo 123: Chanyeol
CapĆ­tulo 124: Kyungsoo
CapĆ­tulo 125: Sehun
CapĆ­tulo 126: Kyungsoo
CapĆ­tulo 127: Jongdae
CapĆ­tulo 128: Tao
CapĆ­tulo 129: Kyungsoo
CapĆ­tulo especial
CapĆ­tulo 130: Kris
CapĆ­tulo 131: Jongin
CapĆ­tulo 132: Jongin
CapĆ­tulo 133: Kyungsoo -Final.
EpĆ­logo
Especial 1: BaekSoo
Especial 2 OT12
Especial 3
Especial 4: La adolescencia de un hippocampus
Proyecto Hippocampus
Proyecto Hippocampus/ Libros

CapĆ­tulo 47: Chanyeol

44.3K 4.2K 5.4K
By JoeyLu17

El amor es tan potente, no debí de haber estado sobrio todavía.

Caí por tus palabras tan dulces, ahora solo estoy cayendo, estoy cayendo...

No debí haberte conocido. Yo no sabía que esto iba a suceder así.

¿Terminamos esto de nuevo?

¿Por qué estoy comiendo solo de nuevo?

Viendo películas, solo?

Cantando solo. Llorando y llorando.

Te has ido, los arrepentimientos no sirven.

(Sistar, Alone).


     Cuando me reintegré al trabajo, tuve que soportar las bromas de todos los colegas. Ya saben, las típicas cosas que la gente suele decirle a un recién casado, con todo y sus preguntas indiscretas como «¿qué tal la noche de bodas?» y cosas afines.

     El oncólogo, ya antes les he hablado de él, pero creo que nunca les he dicho su nombre, ¿cierto? Bueno, se llama Seungri y era un cabrón de primera. Cuando se unía con la doctora Minzy y el anestesista Daesung, eran simplemente todo lo que uno no quería presenciar. Y fueron ellos los que no dejaron de hacer comentarios inventados respecto a mi nuevo estado: cuestionaban por qué volví tan pronto al trabajo, alegaban que había un brillo especial en mis ojos porque estaba enamorado. Pura tontería, no tenían la más mínima idea... Pero mientras intentaba soportarlo todo con tímidas sonrisas, miré a Baekhyun siendo testigo del montón de bromas sexuales que yo recibía y él sonrió resignado. Eso me destruía.

     Igualmente, seguimos adelante; tiramos de la rutina. Me levantaba al lado de una hermosa mujer cada mañana, nos preparábamos para nuestros respectivos empleos, nos despedíamos con un corto beso en la boca y subíamos a nuestros propios autos. Procuraba llenarme de trabajo hasta las orejas, asumía responsabilidades que no eran mías en mi afán de encontrar cualquier excusa para no volver temprano a casa. Llegaba tarde, muy tarde. La cena estaba servida en el microondas y sabía que Joy había hecho lo posible por cumplir una jornada de ocho horas y volver temprano para cocinar. Descubría que ella lavaba mi ropa y limpiaba las habitaciones. Agregó detalles decorativos en la casa, dándole el aspecto de un hogar cálido; lo que sería posible si yo no fuera el peor esposo del mundo.

     Después de cenar (debo admitir que su comida era deliciosa), me duchaba y me metía en la cama donde ella ya dormía. A veces, despertaba e intentaba hablar, cruzábamos algunas palabras amables hasta que alegaba estar muy cansado y me disponía a dormir. Por lo general, era verdad que estaba agotado, así que pernoctaba como si estuviera en coma hasta que el despertador volvía a sonar. El cuerpo me pesaba, en especial aquellas noches donde Baekhyun aparecía en mis sueños; pero me levantaba, duchaba y repetía todo otra vez: la despedida de la mañana, el trabajo, las conversaciones banales con Baekhyun, la cena en soledad, las conversaciones banales con Joy, las noches cortas... La vida pasaba en tanto lo sobrellevaba todo. «Estoy bien», me repetía, «estoy bien».

     Solo que no lo estaba.  La verdad es que necesitaba de mi droga personal.

     Lo veía caminar cada tarde al salir del hospital para tomar el autobús y una parte de mí se iba con él. Buscaba excusas para estar cerca cuando había personas alrededor y buscaba excusas también para alejarme cuando estábamos a punto de estar a solas, lo cual no parecía difícil, ya que él hacía exactamente lo mismo. Necesitaba sus mensajes en mi teléfono, pero estos no llegaban. No era capaz de tocar a mi esposa y a la vez no dejaba de masturbarme en los sanitarios del hospital pensando en la imagen de Baekhyun. Estaba jodido y era consciente de ello, de que yo era una farsa. Mi único consuelo era Joonmyeon, quien se preocupaba por mí.

     —Tú eres un adicto —me dijo, sentí que me regañaba.

     —Debo desintoxicarme de Baekhyun, como si él fuera mi cocaína y Joy mi metadona.

     —Deja de hacer analogías tontas y date cuenta de esto: estás teniendo un comportamiento adictivo con tu trabajo.

     Fruncí el ceño porque el trabajo era lo último que me preocupaba en este momento.

     —No, Joon, no entiendes...

     —Sí que entiendo. Primero, era: cocaína, cocaína, cocaína. Luego, fue: estudio, estudio, estudio. Te volviste un nerd. Lo superaste en el hospital saliendo a todo lado con Baek, pensando en cómo ayudar a su familia; y ahora que ya no puedes estar con él, te aíslas en el trabajo. Nunca has dejado de ser un adicto, Chanyeol, es solo que tu droga cambia con el tiempo.

     —Bueno, pero está bien, ¿no? Es mejor trabajar que usar cocaína.

     —Nada en extremo es sano. ¡Mírate! Estás agotado. Acabarás con tu carrera en un par de años si continúas así.

     Froté mis ojos rojos y sentí el molesto dolor de cabeza que me acompañaba desde hace dos días. Tal vez mi amigo tenía razón. Pensando en ello, salí temprano de mi trabajo dos tardes después para acompañar a Joy y preparar una cena para sus padres. Mi suegra cumplía años, así que se propuso una pequeña celebración en nuestra casa y me pareció bien darle el gusto a mi esposa después de lo horrible que me había comportado con ella.

     Cocinar a su lado fue más relajante de lo que pensé. Comimos un montón de los ingredientes que necesitábamos y al final tuvimos que variar bastante el platillo. Ella inició una guerra con el lustre del pastel y al final, no tuvimos con qué decorarlo, así que acabamos por entregar un postre sin crema ni nada.

     —Oye, prueba esto —dijo con su cabello lleno de lustre mientras sacaba un recipiente del refrigerador.

     —¿Qué es?

     —Mi licor especial, fermentado a base de frutas.

     —¿Licor?

     —¡Pruébalo! —insistió empujando un vaso hacia mí.

     El olor era dulce y fuerte. Di un pequeño trago porque desconfiaba de su capacidad para hacer licores, pero no estaba tan mal, así que pronto tomé un trago más grande. El sabor parecía derretir mi lengua. Era como un delicioso vino, fuerte... muy fuerte en realidad. De seguro, tres vasos de eso me noquearían.

     —¡Es delicioso, Joy!

     —¡Viste! —rio.

     —¿Dónde aprendiste a hacer eso?

     —Tuve muchas niñeras. Una de ellas preparaba licor en casa y lo vendía. Cuando mis padres descubrieron eso, la corrieron. Yo tenía diez años y nunca olvidé su receta —sonrió—. Fue mi mejor niñera —agregó con un lindo puchero, como extrañándola.

     —Deberías vender esto tú también. Te volverías mucho más adinerada.

     —¡Lo vendí! Cuando estuve alejada de mis padres, sobreviví porque le vendía esto a mis compañeros. Era bastante popular entre los tomadores —me guiñó un ojo. 

     Reí de buena gana. Hacía mucho no me sentía tan relajado y de buen humor como después de ese vaso de licor. Nos duchamos justo antes de que sus padres llegaran y, a pesar de parecerme personas frías y aburridas, la deliciosa comida hizo que la cena tuviera un ambiente ligero y familiar, lo cual continuó sentándole bien a mi ánimo. Justo antes de pasar al postre, el timbre de casa anunció una llegada inesperada. Me ofrecí a atenderla, pero Joy fue mucho más rápida e insistió en que yo cortara el pastel mientras ella acudía a la puerta.

     —Yeol, tienes visita —dijo un minuto más tarde. Al voltear, encontré a Baekhyun en la entrada de la cocina, un poco avergonzado. De inmediato, toda la tensión volvió a mí, de modo que no fue capaz de hacer algo más que fruncir el ceño. ¿Qué hacía él aquí?

     —L-lo siento —tartamudeó un poco—. Tu padre insistió en que trajera esto —agitó un sobre con unas placas médicas—. Dijo que debes verlos lo antes posible y que esperaba encontrarte en la oficina, como siempre, pero como te fuiste tempano...

     —Parece que es algo importante, Chanyeol —asintió mi suegro—. Ve a atender al doctor Byun, no te preocupes por nosotros.

     Hice una venia y Baekhyun otra antes de salir de la cocina. Joy me sonrió y apretó mi hombro cuando pasé a su lado. Nuestra casa era bastante grande y lujosa. Cruzamos la sala y recorrimos el amplío pasillo hasta llegar a la biblioteca en donde aparte de libros, teníamos un enorme escritorio bien equipado.

     —Lo lamento, intenté negarme, pero tu padre insistió demasiado en enviarme. Con eso de que soy tu padrino y tu mejor amigo, ya sabes cómo es.

     —Está bien. No hay problema.

     Tomé las placas, les di un vistazo y de inmediato le escribí una respuesta a mi padre desde mi celular. Asunto resuelto.

     Él suspiró. —Tu casa es... es muy linda.

     —Gracias.

     Una enorme foto de la boda adornaba la pared.

     —Parece que llevas una buena vida, Yeol.

     —Lo parece, ¿cierto?

     Él asintió, fue fácil notar lo incómodo que estaba, como si tuviéramos mucho que decirnos, pero nos fuera prohibido abrir la boca. No aparté mi vista porque quería ver cómo caían las piezas de falsa seguridad tras las que Baekhyun se escudaba cuando había gente alrededor, pero él no estaba dispuesto a dejarme presenciarlo todavía, así que se despidió rápido y giró sobre sus talones para abrir la puerta de la biblioteca y huir. Le seguí sin intentar detenerlo porque no quería que mi propia falsa seguridad también se tambaleara, pero antes de tener tiempo para detenerme, él giró y chocó conmigo. Prácticamente, estaba arrinconándolo contra la puerta y supe que debía apartarme, pero no pude hacerlo. Mi cuerpo no obedecía a mi raciocinio.

     —¿Debo... debo llevar de vuelta las placas? —preguntó antes de tragar grueso.

     —No es necesario.

     —Entonces... ya me voy.

     —Baekhyun... la madre de Joy cumple años, es por eso que están aquí.

     —No tienes que darme explicaciones.

     —Pero siento que sí.

     —Lamento haber interrumpido. Ya me voy.

     Asentí sin dejar de mirarlo y él no se movió tampoco. Podría haberlo dejado retirarse, salir y continuar con la cena; Pero cada parte de mí gritaba por un poco de cercanía. Mi droga. Necesitaba un poco, solo un poco de él.

Besé su mejilla. Él cerró los ojos.

Besé su quijada. Él se aferró a mi ropa.

Rocé sus labios.

Mi corazón empezaba a sentir la euforia.

Tomé su cuello con mis manos y subí por él hasta atrapar su cabello. Baekhyun jadeó.

     —Chanyeol... apártate —pidió. Yo me pegué a él y respiré en su cuello.

     —No estamos haciendo nada malo, ¿o sí? Solo estoy tocando tu cabello.

     —Sí —suspiró—, pero es que...

     —Porque somos amigos, ¿verdad? Los amigos pueden abrazarse —bajé mis manos por su espalda y desde la cintura lo pegué contra mí con fuerza.

     —Somos amigos.

     —Los mejores amigos —rocé sus labios con los míos.

     —Los mejores —respondió antes de que empezáramos a besarnos. 

     Quería solo un poco, pero ahora que estábamos ahí, no podía alejarme. La necesidad por mi vicio solo crecía y crecía de manera apabullante y se convertía en un monstruo que lo controlaba todo, absolutamente todo. Apreté su trasero y me froté contra él. Baekhyun jadeó y me empujó la cadera con las suyas, ofreciéndose. En mi interior hubo un aullido animal que lo reclamaba. Metí mi mano por sus pantalones y empecé a masturbarlo mientras él me hacía lo mismo. No tardamos mucho en acabar.

     —Chan... ¿les llevo algo de postre? —escuchamos a Joy gritar mientras se acercaba.

     —¡No! —respondí— Baekhyun ya se va.

     No podía permitir que ella nos encontrara así.

     Baek se arregló rápidamente y se fue sin que nadie lo viera. Yo tardé unos minutos de más en el sanitario, asegurándome de limpiar cualquier rastro de mi infidelidad. Y al siguiente día, mi humor era el adecuado, o al menos el mejor que mi esposa había visto desde nuestro matrimonio: llegué temprano del trabajo, cenamos los restos de la celebración anterior, bebimos lo último de su ponche de frutas y descalzos, nos lanzamos al sofá a ver una película cualquiera mientras ella me comentaba los chismes de su empleo y yo los del mío.

     Un poco de Baekhyun bastaba para estabilizar mi humor durante varias horas. Y así era mucho más fácil responder a Joy porque, en honor a la verdad, ella era una persona muy agradable y divertida. Se volvía muy fácil hablarle de cosas ligeras así como de cosas importantes. Hubiera sido genial poder amarla. Nos concentramos en la película hasta que una escena de sexo volvió tenso nuestro ambiente. Era verdad que no solía tocarla más que para darle un pequeño beso de saludo o despedida. Me sentía culpable por ello y por no hablarlo, pero no sabía cómo explicar algo así. Si hablaba sobre Baek con ella, y se enfurecía, podría cancelar el trato de la fusión de las clínicas. Di un brinco de dolor cuando ella tiró de un vello de mis piernas.

     —¡Oye! —me quejé.

     —No seas bebé, las mujeres hacemos esto todo el tiempo.

     —¿Se jalan los pelos unas a otras? —bromeé intentando volver al ambiente ligero. Ella se rio.

     —¡No eso! Me refiero a que nos depilamos con cera.

     —Están locas. Yo me quedaría con todos mis pelos.

     —No te gustaré si hago eso —respondió con un puchero.

     —Los pelos no son algo que me genere problemas.

     —¿Ni aunque fuera mucho? —preguntó traviesa acercándose bastante a mí. Ahora su lado del sofá estaba vacío porque ella estaba en el mío.

     —Ajá —tragué grueso ante la inminente cercanía.

     —¿Si tuviera mis piernas como las tuyas? —Ella subió una de sus piernas a mi regazo. Usaba un short de tela bastante corto y podía ver su blanca piel y sus muslos torneados. Bueno, soy un ser humano y ella era... perfecta. Vamos, Joy era perfecta. Empezó a ser como una lucha física obligándome a mí mismo a no sentir deseo, lo cual era bastante raro porque se supone que debía buscar el modo de cumplir con mi matrimonio, pero yo sentía que hacerlo era como ser infiel con Baekhyun. A pesar de que si lo decía, Baek solo insistía en que lo mejor era concentrarme en mi compromiso, por lo que mi cuerpo y mi mente eran un caos. Nunca antes me había sentido tan inestable y confundido respecto a mis emociones. Acaricié su pierna. 

     —Aún si tuvieras tantos vellos como yo. Pero para que eso pase, tendrás que llenarte de testosterona.

     Ella apoyó su cabeza en mi hombro y con su delicada mano, acarició mi cuello.

     —También cambiaría mi voz.

     —No quiero que cambie tu voz. Mejor olvida la testosterona.

     —¿Te gusta mi voz? —casi ronroneó. ¡Dios me ayude!

     —Me gusta, sí.

     —A mí me gusta tu voz. Es sexy.

     Cielos. Tanto si respondía como si no, era un idiota. No había manera de salvarme del infierno. El peso ético de la clínica, la responsabilidad con mis padres, la mala consciencia  respecto a lo que le hacía a Joy y el dolor de Baekhyun, todo estaba sobre mí y no había modo de salir bien librado de ese asunto. Estaba en un laberinto sin salida y lleno de trampas dulces. De Baekhyun, de Joy. 

     La besé. Ella me recibió con sensualidad, jugando un poco, siendo absolutamente linda. Subió sobre mi regazo y pude acariciarla por completo. Se movió contra mí, acariciándose con mi miembro erecto y jadeó. Entonces pensé que ese era el momento. Debía aprovechar esa clase de impulsos si quería que el matrimonio siguiera adelante. La empujé contra el sillón y subí sobre ella, acaricié su clítoris a través de la ropa y cerró los ojos mientras mordía su labio. Se había despeinado y lucía como una modelo erótica. Subí su camisilla de tirantes y besé su ombligo, bajé mi rostro e inhale el dulce aroma de su femineidad. Volví a besar su boca mientras introducía un dedo bajo su ropa y acariciaba sus genitales. Ella estaba húmeda y tibia, de modo que introduje dos dígitos en su vagina con total facilidad. Gimió y yo jadeé porque ahora estaba muy excitado. Salí de ella para tomarla bien de las caderas y empujarme simulando una penetración. Joy me rodeó con sus piernas atrayéndome más. Estaba a punto de bajar mi ropa de una vez por todas para poseerla en la sala de nuestra casa, cuando llamaron al timbre. Gruñí y ella también. Al ver que ambos deseábamos continuar, ignoré el llamado y besé su cuello. Pero el timbre no se detenía.

     —¿Quién diablos llama un sábado a las diez de la noche? —pregunté fastidiado.

     —Ve —me empujó—. Revisa qué quieren y luego continuemos con esto —me besó. Me levanté de mala gana mientras ella se acomodaba un poco la ropa. Me asomé por la ventana y vi a un hombre tambalearse en mi portón antes de empezar a gritar:

     —¡Chanyeooooorrrr!

     ¿Qué hacía Baekhyun subiéndose por mi portón?

     —¡Demonios!

     —¿Qué pasa? —preguntó Joy corriendo a mi lado para mirar.

     —Veré qué quiere este loco. Sube a la habitación, no te preocupes. —Ella asintió, confundida. Yo corrí hacia afuera. —¡Baek! ¿Qué estás haciendo?

     —¡¡Chanyeor!! —sonrió felizmente— Eztaba por aquí... Vine a ver a mi gigante —anunció abrazándose a sí mismo como niña enamorada.

     —¿Estás ebrio?

     —Un poquito —señaló una pizca con sus dedos y chilló mientras repetía—, un poquitooo.

     —¿Por qué vienes ebrio hasta acá, Baekhyun? No debes hacer eso. Dentro está Joy, lo sabes.

     Su sonrisa se esfumó. —Pero no... yo zoro pazé... Ya me voy, no te enojez, Gigante —Hizo ademán de marcharse, pero luego se devolvió y metió su rostro entre mi portón—. Antes dame un bezzito.

     Miré hacia dentro esperando no encontrar a mi esposa en la ventana. Por suerte no. Lo golpeé en la frente sin nada de fuerza.

     —¡Loco! ¡Vete de aquí!

     —Un bezito, Yeor... No zabez cuánto re duere a mi corazón... tu caza, tu nueva famiria. Hubiera dezeado nunca ver ezo. ¿Ya me orvidazte?

     Su lengüita se enredaba y su voz era la de un mimado. Sus ojitos brillaban y tenía las mejillas sonrojadas. Aaaah, ¡Baekhyun era un borracho muy tierno! Cada espacio de mí quería correr a abrazarlo y a susurrarle que no lo había olvidado mientras llenada de besos su cabello despeinado.

     —Ya te olvidé —mentí solo para que se fuera. Dio un par de pasos atrás y empezó a cantar a toda voz.

     —Camino zora, veo ra terevizión zora.

Me emborracho zora. Chorar y chorar como ezto todoz ros díaz.

Er amor era durce bajo ra zombra de ra ruptura.

No puedo dormir ezta noche, ¡whooo whoo whoo whooooo!

     Se movía alargando sus piernas y se volteaba para mover el trasero de manera insinuante. Entonces me di cuenta de que estaba cantando una canción de Sistar. Dios mío, Baekhyun, ¿qué te hecho? ¿En qué te he convertido?

     —Ssssssh —le reprendí— ¡Hey, hey! ¡Pequeña Hyorin! ¿Quieres callarte?

     —Me guzta Zoyou —respondió antes de correr a vomitar en mi muro.

     Entré a casa a buscar las llaves del portón y encontré a Joy esperando por mí.

     —Lo siento, cariño, Baekhyun está muy ebrio allá afuera. Intentaré enviarlo en un auto o algo.

     —Oh, ¿qué le pasó? —se preocupó.

     —Lo dejó la novia —inventé.

     —Pobrecito. ¿Quién es tan tonta para dejar ir a un hombre tan lindo? 

     —Sí, fue una persona bastante idiota —dije antes de darle un beso en la frente. Cuando volví, ya Baek estaba dejando de vomitar. Abrí el portón y le froté un poco la espalda.

     —Baek, llamaré un taxi para que te lleve a casa.

     Él se sacudió, enojado. —¡Tengo mi propio teréfono! No me toquez. —Se limpió la boca con la manga de su abrigo.

     —Está bien, llamaré un taxi y pronto estarás en casa —dije con calma para no enojarlo más. Pero él empezó a golpear mi pecho con su dedo acusador.

     —I-dio-ta. Ezo erez. Ton-to. Y también... idiota. . Y... y también tonto. Ton-to.

     En medio de todo aquello no pude evitar reírme. Baekhyun era tan pero tan tonto que solo un imbécil como yo podría amarlo de esta manera. Porque también era completamente adorable e incluso en estas horribles circunstancias, me hacía sonreír.

     —Baekhyun, tienes que irte. Aunque no quiera, tienes que irte.

     Levantó sus manos en rendición. —No iba a quedarrrme, idiota. —Caminó hacia el lado contrario al que debía tomar y se tambaleaba de aquí para allá. En menos de un metro, tropezó dos veces y chocó con el muro de mi casa.

     —Tu casa queda del otro lado, Baekhyun —advertí. Se volteó solo para seguir bailando como un borracho majadero.

     —Caí por tuz parabraz tan durcez. Ahora zoro eztoy cayendooo, eztoy cayendoooo.

     No podía dejarlo ir así. Incluso enviarlo en un taxi me parecía riesgoso en su estado. No podría dar la dirección. ¿Y si vomitaba la tapicería y el conductor lo agredía? Tampoco podía llamar a Kyungsoo para que viniera por él; junto a Jongin, ya debían tener demasiado quehacer con el pequeño Tae Oh. Y llamar a Steve me daba mucha vergüenza. Caminé hasta su lado y lo levanté como si fuera una princesa. Se abrazó a mí de inmediato y empezó a susurrarme en el oído mientras lo llevaba adentro.

    —Te amo, Channie... te amo. Me erquivoqué dejándote ir. Perrsdóname. —Hubiera sido romántico si no oliera a vómito y vodka. 

     Expliqué a Joy la situación lo mejor que pude, mientras intentaba meter a Baekhyun en la habitación de huéspedes.

     —Voy a ducharlo y arroparlo para se quede tranquilo, Joy. Creo que me quedaré con él para vigilarlo. Estuvo vomitando mucho.—Ella asintió y trajo una de mis pijamas para él. Me dio un beso en la boca antes de irse. Nuestro plan nocturno estaba arruinado, pero no me pesaba. Cuando entré al sanitario, Baekhyun estaba bebiéndose el enjuague bucal. —¡Hey! ¡Hey! ¿Cuándo te volviste un completo alcohólico? ¡Dios! —me sorprendí mucho. Lo desvestí y lo metí bajo el agua helada hasta que dejó de balbucear y empezaron a castañearle los dientes. Entonces cambié la temperatura del agua para que entrara en calor.

     —Chanyeol... llama un taxi, me iré a casa.

     —¿Ya estás mejor?

     —Sí. Lo siento mucho.

     —¿Lo sientes después de vomitar mi casa y empaparme? —Mi ropa estaba toda mojada después de mis intentos por mantenerlo bajo el agua helada. 

     Él inclinó su rostro a punto de llorar y asintió. Sabía que estaba avergonzado por completo y lo besé. Sin quitarme la ropa, me metí a la ducha con él y acaricié cada espacio de su cuerpo, lamí cada rincón, mordí y bebí de él todo lo que pude, hasta que gastó sus últimas fuerzas.

Continuará...

Continue Reading

You'll Also Like

154K 26.9K 27
Siete chicas pobres. Siete chicas millonarias. Un encuentro inesperado. ĀæQuĆ© es lo peor que puede pasar? Nota: no permito adaptaciones.
410K 31.9K 167
~SINOPSIS DE LA 1ĀŖ PARTE~ Anya Forger, la adorable y telepĆ”tica niƱa, se ve envuelta en un enredo de rumores junto con Damian Desmond, el hijo del pr...
267K 31.9K 81
āœ® Ā« šŸāœŗ Ā°šŸ† Ā« . *šŸŽ āŠ¹ ā‹†šŸš„ * ā­‘ Ā° šŸŽ š™›1 š™­ š™˜š™–š™„š™§š™žš™„š™šš™§š™Øš™Øš™¤š™£ āœØ š™šš™£š™šš™¢š™žš™šš™Ø š™©š™¤ š™”š™¤š™«š™šš™§š™Ø ĀæY si el mejor piloto de l...
616K 67.1K 127
1era y 2da temporada ā™„ļø Sinopsis: En donde Jimin es un Omega mimado y Jungkook un Alfa amargado, los dos se casan por sus propias conveniencias. āš ļø...