Sé que él dice que está bien,
pero puedes hacerlo la próxima vez.
Sé que él sabe que no está bien,
no hay motivo para mentir.
Tal vez él piensa que algo sé,
tal vez él piensa que está bien.
Tal vez sabe algo que yo no.
(Jack Johnson, Flake).
Fuente harryismywizard
Él en serio tenía un maldito problema, o sea, ¿quién se creía? ¿La madre Teresa de Calcuta? ¿Por qué siempre tenía que estar entrometiéndose buscando ayudar? Y además cuando estaba cerca de Chanyeol el entusiasta.
—¡¡Eso sería magnífico!! Mañana por la noche Baek no está en la clínica y podrá acompañarlo. Si te lo quedas hoy, estaríamos muy tranquilos. Puedo pagarte.
¿Si te lo quedas? ¿Pagarle? ¿Qué acaso piensa que soy una mascota? Si Baek no estuviera entusiasmado con él, lo golpearía. Pero otro día, en ese momento no, tenía una de esas cosas que eran como un diabólico cólico gigante y a duras penas pude protestar cuando entre los dos me bajaron del auto y me estiraron en la cama de Jongin de Calcuta. Los escuché cuchichear en la sala, luego el gigante entró a advertirme que me comportara bien y que mañana pasarían por mí.
Me empecé a sentir como un crío abandonado con ganas de llorar. No sé qué mierdas pasaba con mis emociones, pero últimamente no era yo mismo. Claro, ¿quién puede conservar la cordura después de seis meses de cargar un parásito en la panza? Y no hablo de una lombriz cualquiera, esta es LA lombriz.
Me había quitado los zapatos, la gabacha del trabajo y abrí el botón de mi pantalón. A pesar de que el dolor seguía atormentándome, me sentía mejor ahí acostado. Luego, Jongin entró con dos tazones de sopa, me ayudó a sentarme y comimos en silencio, estaba delicioso porque durante todo el día no había ingerido nada. Empecé a sudar, pero está vez tibio y ya no sentía que me desmayaría en cualquier momento. Me dio té de miel y canela que me sentó mucho mejor aún. Revolcó algunos cajones buscando su pijama y se fue a dar una ducha, salió usando un pantalón de algodón con cuadritos azules y una camiseta blanca, me ofreció una ropa similar.
—¿Quieres darte una ducha?
Asentí porque sí, estaba sudado, estresado, lleno de polvo de las cajas del supermercado, podía apostar a que olía terrible. Primero me lavé los dientes con su cepillo, luego me tomé un buen tiempo en el baño, dejé el agua más caliente de lo debido, era muy placentero. En mi departamento el agua salía casi congelada. Cerré mis ojos y me acaricié la barriga, el parásito pareció quedarse dormido porque el dolor empezó a ceder. Me resbalé hasta lograr sentarme, el piso estaba helado, pero el agua tibia no me permitía sufrirlo mucho. Quería quedarme ahí por el resto de la noche y dormir... de hecho me quedé dormido, y me refiero a profundamente dormido, como no suelo hacerlo. Este parásito dentro de mí, consumía mi energía por entero, me convertía en alguien débil y dependiente, lo que me hacía odiarlo más.
—¡Kyungsoo! ¿Estás bien? —Me preguntó sacudiéndome los hombros. Cuando desperté ya no había agua cayendo sobre mí y el señor Calcuta invadía mi intimidad.
—¿No puedo estar un minuto a solas?
—Llevas media hora aquí, ¿te desmayaste?
—No, me quedé dormido —acepté—. ¿Me darías algo de tiempo para vestirme?
Era incómodo que me vieran desnudo cuando lucía de esta deforme manera. En especial si la persona que me veía parecía un jodido modelo que alguna vez me abordó en un bar.
—Claro, solo déjame ayudar a ponerte en pie. —Fue una suerte que lo hiciera porque mis piernas estaban un poco adormecidas y no hubiera logrado levantarme por mí mismo. Me vestí lo más rápido que pude, considerando que mi movilidad había disminuido en grados alarmantes y salí del cuarto de baño. —Chanyeol me dijo que te mantuviera tibio, así que he sacado el edredón más grueso para ti.
—Mantenerme tibio no es asarme, Calcuta.
—¿Perdón?
—Olvídalo —dije subiendo a la cama.
—Estaré en el sofá, si necesitas algo, solo llámame. ¿Te sientes bien?
—Jongin —lo miré seriamente—, podría decirse que soy intersexual... es por eso que hay un... un... —me rehusaba a decirle bebé — una vida dentro de mí. Mentí cuando dije que tenía hepatitis. Mi cuerpo, como habrás notado, tiene mayores características masculinas, pero, ¿qué puedo decir? Soy un misterio médico.
Jongin se sentó a mi lado. —¡Vaya! ...eso es maravilloso.
Arrugué la cara. —No, solo es molesto y doloroso.
—Pero se supone que los embarazos no duelen, no son una enfermedad.
—Pero mi cuerpo no está preparado. Baekhyun dice que conforme va creciendo, estira mi útero y eso me causa dolor. Son como contracciones, debilitan mi organismo, además, siempre tengo asco y sueño... Es una pesadilla.
—El doctor Pa... quiero decir, Chanyeol, mencionó que no cuidas bien de ti mismo, tal vez eso es lo que hace que te sientas mal.
—El gigante es un exagerado.
—De todos modos lamento que te sientas así... —me dijo apenado y con miedo agregó— ¿Tienes cuánto? ¿Seis meses? ¿Y qué hay del... padre o madre... no lo sé... qué hay de la otra parte?
—No eres tú, si es lo que crees... El padre es un idiota que no volví a ver, fue cosa de una noche.
—Oh... deberías buscarlo.
—Lo dices porque no eres tú.
—Si fuera yo, me gustaría saberlo.
—Ajá —dije dándome la vuelta. Él no sabía lo que decía, era como un niño y yo ya había hablado suficiente, debía conformarse con eso.
—Buenas noches, Kyungsoo... a ambos.
«A ambos».
«A AMBOS».
Cuando salió de la habitación, apagando la luz, yo aún tenía los ojos muy abiertos, nunca nadie le había hablado a mi parásito y el maldito bicho me dio una patada. Esa fue la primera vez que me pateó, le di un golpe como venganza. A mí nadie me pateaba, maldito bastardo.
Caí rendido y sin pesadillas durante la noche, como todas las veces que había dormido en esa casa, pero en la madrugada tuve que levantarme a mear, últimamente el parásito había empezado a presionar mi vejiga haciéndome aguantar menos. Me dio curiosidad por asomarme a la sala y encontré a Calcuta dormido en el sofá, se veía incómodo y se retorcía a cada instante, estuve seguro de que se caería de ahí al menos una vez antes de que amaneciera.
Volví a la cama pensando que ese moreno era en realidad apuesto, sabía preparar sopa y no actuaba tacaño, de no haber sido por esa barriga de hipopótamo que cargaba, me le hubiera ido a subir encima para convencerlo de follar.... Entonces caí en cuenta de que estaba teniendo pensamientos eróticos con Calcuta y euugh, no, ese embarazaba. De seguro es porque desde hace como seis meses nadie me cogía. Pero recordé que el último que me cogió fue él y que me había gustado mucho... muchísimo en realidad, a pesar de que luego medio me desmayé y ni mencionar lo de la preñez.
La verdad es que Jongin de Calcuta me gustó desde que lo vi en el bar. En un inicio no quise darle mucha atención porque parecía un niño bueno buscando despertar el interés de cualquiera... un niño de papá, eso creí, pero entonces, él me dijo que no besaba bien y una llama de verdadero interés se encendió en mí.
Calcuta era tan inexperto que casi sale corriendo cuando me la saqué en el callejón para que me la chupara, era tan educado que no podía decir «verga» y cuando quiso imitarme lo cambió por «órganos sexuales masculinos», era tan metiche que me había salvado el culo cuatro veces y era tan idiota que no se había dado cuenta de ello. Pero también podía encararme, incluso me echó de su casa una vez, de seguro porque no sabía quién era yo, por otra parte, si hubiera sabido ni siquiera me hubiera dejado entrar. Me da risa pensar en su ignorancia, pero está bien, me agrada. Si sobrevivo de esto mantendré a Calcuta vivo.
Desperté con el olor del desayuno, podría reconocerlo donde fuera... rollos de canela.... Oh, mi dios, es lo único que vale la pena en el mundo. Vendería a Baekhyun por una de esas cosas.
—Intenté hacer esto, pero creo que no salió muy bien —dijo cuando me asomé.
—¿Puedo probar?
—Sí, pero no deberías estar descalzo.
Fruncí el ceño, ¿qué le importaba si caminaba descalzo por ahí? Me metí a la boca un rollo tibio de canela, lo mastiqué tres veces antes de escupirlo en mi mano.
—Esto no está bien —opiné desilusionado.
—Te lo advertí. Creo que no se cocinaron bien por dentro, lo lamento, es la primera vez que intento prepararlos —explicó alcanzándome un vaso con leche y pan con mantequilla.
—¿Y los otros que probé?
—Los ha dejado mi madre, no son cosa mía.
—Es una lástima, me gustan esos panes. —De verdad me dolió que no fuera capaz de hacerlos.
Me duché y vestí con mi ropa ahora limpia, al parecer Calcuta madrugó para el proceso de lavado y secado.
—Ya me voy —anuncié.
—Pero Chanyeol dijo que Baekhyun pasaría por ti en la tarde.
—Debo ir a trabajar.
—Chanyeol dijo que no deberías realizar trabajos pesados, además es sábado.
—Chanyeol habla mucha mierda, pero nunca me ha dado dinero y tengo que trabajar los sábados para comer los domingos.
—¡Pero!
—No te preocupes, me siento mejor —expliqué caminando fuera de la casa. Él me siguió.
—Kyungsoo, puedo llevarte en mi auto.
—No es necesario... pero —me volteé para verlo a la cara— muchas gracias, Moreno. Por todo.
Él sonrió... y se los digo, era un hombre muy hermoso cuando sonreía. Sentí ganas de darle un beso, obvio no lo hice, pero... objetivamente, ese Jongin de Calcuta era una cosa linda de verdad.
Continuará...