Reliquia del futuro

Capítulo 124

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Arte de portada: Jack Wayne

capitulo 124

Cinder lo acorraló solo en una sala de estar bastante lujosa después de la cena, conocía la torre mucho mejor que él y, por lo tanto, no tuvo dificultad para localizarlo. Notó que ella esperaba en la entrada, deliberando y mirándolo fijamente, todavía vestida con su uniforme de Beacon y luciendo notablemente pequeña y joven a sus ojos ahora mayores. Fue una sensación extraña. Siempre había pensado que Cinder parecía mayor antes, como una mujer que fingía ser una niña, pero ahora realmente parecía una niña que intentaba actuar como mayor de lo que era.

"¿Hay algo que quisieras, Cinder?" él la llamó. La impulsó a entrar en la habitación, caminando lentamente por la alfombra roja y deteniéndose a unos metros de él con las cejas hacia abajo y el cuerpo tenso como un resorte. "¿Hay algo mal?" preguntó de nuevo.

"Es posible que hayas perdido la oportunidad de que Watts trabaje para ti al defenderme".

Se había imaginado como tal. Jaune había sobreestimado la madurez del hombre, especialmente si obtenía su satisfacción burlándose de alguien que debía tener diez o incluso veinte años menos que él. ¿Eran estas realmente las personas a las que tanto habían temido y odiado? Un adolescente arrogante y hambriento de poder, un petimetre infantil con un chip en su hombro, un fauno mentalmente defectuoso y un gigante con problemas de hermanas. ¿Cómo les había dado tantos problemas esta gente?

"¿Es realmente tan infantil?"

Cinder resopló, disfrutando de la implicación. "Lo es. Lo dije antes, pero tiene que ser el más inteligente de la sala".

"No insulté su inteligencia".

"Insultaste su madurez", dijo, sonando demasiado satisfecha por el hecho. "Es como si lo llamaras inmaduro frente a Salem. No va a olvidar eso en el corto plazo. Incluso si se ofrece a trabajar para ti, lo rechazaría ahora".

Jaune frunció el ceño. "¿Crees que sabotearía mi trabajo?"

"Sí. Si te apareciera frente a Salem".

¡Que ridículo! Lo que era aún peor era lo molesto que se sentía Jaune cuando en realidad debería estar contento de que sus enemigos fueran unos idiotas desenfrenados. Tal vez la ira provino del hecho de que todavía habían planteado un desafío la última vez. Eso tenía que ser culpa de Ozpin. A él mismo le pareció infantil arrojarlo todo sobre el inmortal, pero había sido el único adulto que guiaba a un grupo de niños. Eran de primer año expulsados ​​de un Beacon derribado y necesitaban dirección. En cambio, habían tenido una extraña persecución inútil en Remnant sin tomar casi ninguna acción significativa contra sus enemigos más que luchar contra ellos cada vez que atacaban.

Si las fuerzas de Salem siempre hubieran estado tan desarticuladas, deberíamos haberlas derrotado antes.

"Se supone que debemos estar del mismo lado". Dijo Jaune. "¿Soy el único aquí que ve eso?"

"Sí."

Suspirando, se sentó en uno de los sillones. Después de un breve momento de reflexión, Cinder vino y se sentó en el que estaba al lado del suyo. Fue extrañamente íntimo. No romántico, pero extrañamente cómodo como dos viejos amigos relajándose frente al fuego con una pipa, excepto que uno era un padre soltero que viajaba en el tiempo y el otro era… bueno, no estaba seguro de qué era Cinder. Hecho un desastre. Hambrientos de poder. La sociópata probablemente encajaba, porque nunca había parecido tan loca como Tyrian, pero ciertamente le faltaba empatía o no le importaba.