Reliquia del futuro

Capitulo 111

El troll está de regreso e imitándonos a mí y a otros en las reseñas, esta vez tratando de hacer que parezca que atacaría a mis propios revisores porque obviamente eso es algo que haría al azar desde una cuenta de invitado. Ignora las tonterías.

Arte de portada: Jack Wayne

capitulo 111

Oscar se despertó temprano en una habitación que no reconoció, suspiró y bajó a desayunar. No fue su mamá quien lo saludó y el desayuno familiar que quería. Le dio las gracias al buen hombre de todos modos, sentándose con unos huevos en pan ligeramente quemado y un vaso de jugo de naranja recién exprimido. Si había algo que había aprendido desde que las voces en su cabeza lo obligaron a hacer esto, era que la gente preparaba la misma comida de manera diferente dondequiera que fueras. Hubiera sido agradable viajar y saborear eso.

" Nos falta tiempo".

Él sabía eso. Con el ceño fruncido, Oscar apuñaló el yugo y derramó bondad amarilla por todas partes. Ozpin siempre estuvo ahí, siempre escuchando, y hasta ahora la relación se sentía increíblemente unidireccional.

" Remanente nos necesita, Oscar. Te necesita a ti. Habrá tiempo para las recompensas más tarde".

El gran alcalde del pueblo se acercó para sentarse a la mesa con él con su propio plato de huevos revueltos. Había otras mesas, pero el hombre eligió la suya, y también había estado pendiente de Oscar la noche anterior. Ozpin no confiaba en él, pero Oscar lo había experimentado antes. A algunos adultos no les gustaba ver solos a niños de su edad.

" La confianza es algo que me llevó a la muerte. No conocemos a este hombre".

"Te diriges al oeste, ¿no es así?" preguntó el alcalde de repente.

" No se lo digas. Di que estamos al norte".

"Lo soy", dijo Oscar, ignorando el consejo de Ozpin y su comentario enojado. "A Vale. ¿Por qué?"

"Recibí algunas noticias anoche sobre el camino a seguir. Resulta que hay un criminal buscado que va por el mismo camino. Pensé que deberías saberlo. Sería prudente retrasar tu viaje un par de días. No te metas en problemas".

" No podemos".

"No puedo", repitió Oscar.

"¿Es dinero? Tengo algunas pequeñas tareas que puedes hacer para pagar el alojamiento. Lavar los platos, barrer el piso. No voy a hablar mucho, muchacho. Solo un día o dos. Deja que las autoridades correspondientes se ocupen de este tal Rainart". ."

" ¿Rainart? ¡Oscar, pide detalles! ¡Date prisa!"

Oscar quiso poner los ojos en blanco. Dudaba que si esperaba diez segundos, el alcalde olvidaría espontáneamente la información, pero Ozpin actuó como si este fuera un momento de vida o muerte. "¿Rainart?" preguntó. "¿Sabes algo de él?"

"Solo lo que me dijeron. Uno de los muchachos de Henrich se topó con él. Henrich es el guardabosques líder y comandante de la milicia", explicó cuando Oscar parecía confundido. "Por supuesto, su muchacho no se dio cuenta de que este tal Hazel era tan peligroso al principio. Resulta que está buscando a alguien. Alguien llamado Ozpin".