Shen Yi Di Nu parte 3 Divina Doctora: Hija de la Primera Esposa

C. 413 Ponerse celoso

Xuan Tian Ming reaccionó rápidamente, apresurándose unos pasos y atrapándola en sus brazos.

Feng Yu Heng se sorprendió por un momento y luego dijo: "Muchas gracias, amable señor".

La esquina de sus labios se contrajo, "¿Son tus piernas las que no son buenas, o tu mente no es buena?"

Feng Yu Heng apretó los dientes y dijo: "También es posible que mis ojos no sean buenos o que mi mente no pueda seguir el ritmo". Agarró a Xuan Tian Ming y miró a Bai Ze.

Bai Ze no sabía qué tipo de error había cometido. Estaba bloqueando adecuadamente el sol para su amo. ¿Por qué fue cuando vino la esposa del maestro, ella se volvió infeliz?

Al verlo parado allí en blanco, Feng Yu Heng enojado sacó unas palabras de entre los huecos en sus dientes: "¡Saca ese paraguas de aquí!"

Xuan Tian Ming se quedó perplejo: "Querida esposa, hace calor".

Ella no quería hablar más con los dos. Era la mitad del día. ¿Por qué pretendían ser deidades mientras estaban de pie junto al lago? Su imaginación ya estaba demasiado activa. ¿Podría ella todavía comer una comida en paz? ¿Podría ella ... eh?

Una cierta persona reflexionó en retrospectiva y finalmente sintió que algo no estaba bien. ¿Por qué se detuvieron todos los carros a un lado del lago? ¿Por qué no se movían? Además, ¿en qué consistía esa tía comprando huevos babeando? Señorita joven en el otro lado, ¿estás lanzando miradas coquetas o girando tus ojos? ¡Tus globos oculares están a punto de saltar! Chica de allí, ¿por qué tienes una mirada expectante y ojos llenos de lágrimas?

Feng Yu Heng siguió todas sus miradas para encontrar la fuente y finalmente se posó en el rostro de su marido. Luego se puso furiosa: "Tu rostro ya estaba cubierto por la máscara, y es imposible saber si eres un hombre o una mujer, pero, ¿por qué todavía están tan atraídos por ti?"

Ella era infeliz. Tirando de Xuan Tian Ming, caminó hacia el ferry en el lago. Xuan Tian Ming apartó a Bai Ze, que sostenía el paraguas, "¡Rápidamente, tira el paraguas!" Luego persiguió a Feng Yu Heng, "¡Uh, querida esposa! Querida esposa, baja un poco la velocidad. Escucha lo que este príncipe tiene que decir ...

A partir de este momento, con el Refinado Edificio de Deidades como centro, se difundieron rumores en torno a la capital del noveno príncipe por temor a su esposa. Aparentemente, había un gran número de personas que formaron una "Asociación de Apoyo del Noveno Príncipe" y una "Alianza Anti-Condado Ji An". Pero cuando pensaron en lo protector que era el noveno príncipe de su esposa y cómo la princesa del condado Ji An desconocía a su familia, solo reconociendo a su marido, decidieron disolver las asociaciones que habían logrado formar, en lugar de optar por apoyar en silencio a su ídolo.

Por supuesto, esta fue una historia para otro momento. Actualmente, Feng Yu Heng estaba sentado en una de las habitaciones privadas de Refined Deity Building y luchaba con un gran lomo de cerdo.

Xuan Tian Ming se sentó frente a ella, tomando té. Era solo que la mano que sostenía la copa temblaba ligeramente. Afuera, se podía escuchar a Bai Ze apurando al personal: "Esa crujiente paloma frita, apúrate y fríela más rápido".

Xuan Tian Ming miró a la chica delante de él, mezcló la sopa de la espaldilla de cerdo con su arroz y luego abofeteó airadamente la mesa: "¡Maldición! Dije que no puedes comer bien en la familia Feng. Cada vez que voy a la mansión Feng, siento que adelgazan. Mira tu ahora, ¿es posible que no hayas comido ni siquiera una vez desde que regresaste? "

Feng Yu Heng finalmente levantó la vista del hombro de cerdo y respondió: "En verdad, como en el pabellón de Tong Sheng".

"¡Entonces el pabellón Tong Sheng necesita un nuevo chef!" Pensó un poco y llamó a Bai Ze al interior, informándole: "Coge a un chef del Refined Deity Building y envíalo al pabellón Tong Sheng para preparar comida para la princesa".