Shen Yi Di Nu parte 3 Divina Doctora: Hija de la Primera Esposa

C. 458 La última voluntad de la matriarca

Al ver que Feng Jin Yuan estaba a punto de vomitar sangre, Feng Yu Heng sacó una aguja y rápidamente se la clavó en el hombro. El sabor a pescado y dulce que ya se había abierto camino en su garganta se tragó inmediatamente, lo que provocó que Feng Jin Yuan tosiera por un largo tiempo.

La doncella del palacio y el eunuco lo miraron con desdén. Luego se despidieron de Feng Yu Heng y se fueron.

El portero que quedó arrodillado agarró la pierna de Feng Jin Yuan y dijo mientras lloraba: "¡Maestro, la segunda señorita te trajo de la cárcel para que participes en el funeral! La señora mayor, ella ... falleció ".

"¿Qué?" Feng Jin Yuan acababa de tragarse un bocado de sangre, y no se había recuperado de la oscuridad que había llenado su visión. Las palabras sobre el fallecimiento de la señora mayor casi le hicieron vomitar sangre por el shock. Afortunadamente, Feng Jin Yuan había vuelto a la realidad. Agarró al portero y preguntó: "¿Qué está pasando exactamente?"

En cuanto a Feng Yu Heng, sin embargo, ella ya había comenzado a caminar hacia la mansión. Mientras caminaba, ella le preguntó al portero: "¿Acaso vinieron el médico imperial y el médico forense?"

El portero consideró la influencia que Feng Jin Yuan y Feng Yu Heng tuvieron en la familia y luego decidieron responderle primero a Feng Yu Heng, quien dijo en voz alta: "Lo han hecho. Los asuntos importantes han sido explicados a las dos madams.

Feng Yu Heng asintió y llevó a sus dos sirvientes a la mansión. El portero se dio la vuelta y explicó lo que había sucedido durante el día a Feng Jin Yuan.

Cuando contó la historia, enfatizó especialmente que fue la matriarca la que causó problemas. Ella había pagado a un montón de alborotadores para molestar a la segunda señorita. Cuando la segunda señorita regresó a la capital, quién sabe qué sucedió exactamente, pero la señora mayor fue golpeada por esos alborotadores. Después de que ella regresó a la mansión, ella falleció.

Aunque lo dejó en claro, Feng Jin Yuan era completamente incapaz de entender lo que se decía. Para él, la matriarca había muerto a causa de que Feng Yu Heng la había dañado. Fue Feng Yu Heng quien instigó a esos alborotadores. ¡Por el crimen de matar a alguien, Feng Yu Heng tuvo que pagar con su propia vida!

Su ira aumentó, mientras empujaba al portero y prácticamente cargó contra Feng Yu Heng. Tenía una atmósfera que hacía parecer que quería destrozar a Feng Yu Heng para vengarse de la matriarca.

Desafortunadamente, Feng Jin Yuan era alguien que había sobreestimado sus propias habilidades. Era un funcionario del gobierno. Para actuar contra una chica que conocía las artes marciales, no estaba tratando de que lo mataran.

Feng Yu Heng ni siquiera miró hacia atrás, e incluso sus dos sirvientes no se molestaron en mirar la situación detrás de ellos, pero en el instante en que Feng Jin Yuan alcanzó su cuello, hubo un giro repentino. Como un fantasma, se envolvió detrás de Feng Jin Yuan en un abrir y cerrar de ojos.

Por lo tanto, hubo un cambio en quién estaba siendo agarrado, ya que se había convertido en Feng Yu Heng agarrando a Feng Jin Yuan.

Era baja y solo podía llegar a ponerse de puntillas; sin embargo, ella se mantuvo muy firme. Ella no se balanceó en lo más mínimo.

En este momento, la ira de Feng Jin Yuan no se había desvanecido; sin embargo, un horror había brotado dentro de él. Los dedos helados de Feng Yu Heng fueron presionados contra la parte posterior de su cabeza. No tenía dudas de que si esta chica lo deseaba, ella podría romperle el cuello al instante.

Se quedó en su lugar y no se movió, mientras un sudor frío goteaba de su frente. La mansión Feng, en general, tenía una mirada muy triste. Había pancartas funerarias en todas partes, y todos los sirvientes llevaban ropas sencillas y tenían cinturones blancos en las cinturas. En medio de la noche, se veía muy inquietante.