Shen Yi Di Nu parte 3 Divina Doctora: Hija de la Primera Esposa

C. 439 Conmigo aquí, el mundo no descenderá al caos

Las palabras calor extremo hicieron que todos vieran una escena que parecía provenir del infierno.

Después del desastre natural, el calor extremo daría lugar a una epidemia. El Emperador miró a Feng Yu Heng y le preguntó: "¿Hay alguna esperanza?"

Feng Yu Heng juntó las cejas con fuerza y ​​pensó un poco antes de decir: "Ya envié a las personas a reunir los cadáveres en un lugar distante. Para controlar la epidemia, los cadáveres deben ser cremados y las personas vivas deben ser observadas. Cualquier pequeña herida en el cuerpo, si no se trata adecuadamente, puede terminar infectándose. El ambiente en el que se encuentran los refugiados también debe ser esterilizado continuamente. Las bacterias deben ponerse en cuarentena y los alimentos que comen deben estar limpios. En caso de fiebre o resfriado, debe tratarse de inmediato para una recuperación inmediata. Bajo este tipo de condiciones, un solo estornudo puede ser desastroso. Yo ... "Ella dijo un montón de cosas en un solo aliento. Cuando finalmente se detuvo, sin embargo, tomó la mano de Xuan Tian Ming. Luego miró al Emperador con una expresión decidida y dijo:

"¡No es bueno!" Xuan Tian Ming fue el primero en reaccionar. Girando su mano, él agarró su pequeña mano y dijo seriamente: "Absolutamente no".

El Emperador también asintió, "Hay algunas cosas que pueden ser delegadas. A-Heng, no deberías ir ".

Feng Yu Heng negó impotente con la cabeza: "No está bien". Solo yo puedo salvarlos. Si no voy, los médicos que son enviados no podrán ayudar ".

Ella le aconsejó a Xuan Tian Ming: "Debes confiar en mí. Tengo la capacidad de protegerme y, definitivamente, no me infectaré con la epidemia ". Ante el temor de que Xuan Tian Ming no la creyera, inmediatamente agregó:" Me puedo dar unavacuna. Mientras tenga esa vacuna, no me enfermaré ".

Xuan Tian Ming no entendió lo que significaba obtener una vacuna, pero cuando pensó en las ocasiones en que Feng Yu Heng había salvado a otros. Su expresión y esas herramientas extrañas le permitieron saber que si esta chica era tan decidida, él sabía que definitivamente podía protegerse a sí misma. Así que asintió y dijo: "Eso está bien. Este príncipe irá contigo.

Estas palabras causaron que el Emperador se irritara, mientras golpeaba la mesa y decía en voz alta: "¡No!"

Zhang Yuan también aconsejó desde el lado: "¡Alteza, por favor, piense cuidadosamente!"

Quizás el Emperador podría aceptar que Feng Yu Heng saliera de la ciudad, pero no podía aceptar que Xuan Tian Ming saliera. No podía permitir que su hijo sufriera lo más mínimo, así que agitó la mano y tomó una decisión muy decidida. "¡No vamos a dar ningún margen de maniobra en este asunto!"

Xuan Tian Ming miró al Emperador y no habló durante mucho tiempo. Justo cuando Feng Yu Heng sintió que esta atmósfera era demasiado incómoda, ella quería aconsejar a Xuan Tian Ming que renunciara a salir de la ciudad. En este momento, Xuan Tian Ming habló de repente y le dijo al Emperador: "Finalmente entiendo por qué la madre concubina imperial no desea verte".

Estas palabras mataron completamente cualquier impulso que tuvo el Emperador. Su mano permaneció en el estado de ser agitado, permaneciendo congelado en el aire. La ira en su rostro no desapareció. En su lugar, rezumaba rastros de tristeza. Era como si hubiera regresado a un tiempo hace muchos años, a un tiempo en que había vivido libremente en una montaña con su amado Yun. Esa chica que se zambulle en busca de mariposas podría hacer que se riera por mucho tiempo. Al pescar, ella se cayó al agua y él se echó a reír hasta que las lágrimas aparecieron en sus ojos. Pero más tarde, una plaga se extendió, y una gran cantidad de personas murieron en la tribu. El palacio envió gente a recogerlo, obligándolo a regresar a la capital. Apretó los dientes y sacó a la concubina imperial Yun de la tribu que la había criado. Esto terminó salvando su vida; sin embargo, no había forma de controlar la epidemia. Al final, toda la tribu se perdió en el largo río de la historia. Él escondió esto de su querida concubina imperial Yun durante unos años hasta que se reveló la situación. La concubina imperial Yun luego se encerró en el Palacio de la Luna de Invierno, sin volver a encontrarse con él.