Shen Yi Di Nu parte 3 Divina Doctora: Hija de la Primera Esposa

C. 556 La conspiración de la familia Duan Mu

¿Qué fue lo que dijeron esas madrigueras y jóvenes que están abajo? El líder Duan Mu ya había tomado doce concubinas, cada una más joven que la anterior. Los más jóvenes ni siquiera tenían edad para casarse.

Trajo a su esposa para celebrar el cumpleaños de Duan Mu An Guo. El propósito era que Duan Mu An Guo dijera algo a la corte para obtener el cargo de magistrado de Qing Zhou. El regalo que se había traído era naturalmente de gran valor. Ahora, la situación era diferente. Quería preservar su vida. Quería demostrar su valor entre todos estos funcionarios para poder permanecer en el Norte; Sin embargo, confiar en las relaciones familiares de la señora Lu no era suficiente. Sólo este regalo de cumpleaños tampoco fue suficiente. Agregar a esa hija de una concubina tampoco era suficiente. Tenía que pensar en otro método.

Y este método ...

El magistrado Lu rápidamente miró a Feng Yu Heng y se le ocurrió una idea.

La pareja ya no habló y se quedó en silencio por un rato. Finalmente, bajo la sugerencia del magistrado Lu, la pareja decidió retirarse a la sala interior para descansar. De cualquier manera, las cosas ya estaban como estaban. No podían salir y solo podían descansar dentro de su habitación.

Feng Yu Heng ayudó a preparar la cama. Luego ayudó a la señora Lu a lavarse antes de cerrar la puerta y regresar a la habitación exterior.

En el instante en que se cerró la puerta, la señora Lu disparó de inmediato al magistrado Lu con una mirada inquisitiva. El magistrado Lu solo dijo en voz baja: "Repite el mismo truco". Se las arregló para entender la insinuación.

Feng Yu Heng se enfrentó a la puerta y levantó una esquina de sus labios rosados. ¿Qué tipo de persona era ella? Ella era una persona que había experimentado dos vidas. ¿Cómo podrían las intenciones del magistrado Lu permanecer ocultas para ella?

¿Quieres mandarme al palacio del líder? Muy bien, me preocupaba cómo entrar; Sin embargo, me has dado una oportunidad. Es solo que ella necesitaba pensar con cuidado. Si la enviaban como la concubina número 13, y cuando llegara el momento, esta gorda señora Lu fue llevada a la cámara nupcial, ¿moriría de disgusto Duan Mu An Guo?

Ella se decidió y se acostó en la cama en la habitación. Cerrando los ojos, comenzó a descansar.

A medida que se acercaba el cumpleaños de Duan Mu An Guo, aumentó el número de funcionarios que ingresaron a Song Zhou. Por supuesto, la mayoría de estos funcionarios eran funcionarios intermedios de las provincias del exterior. De los funcionarios en la capital con el derecho de acudir a los tribunales, ninguno de ellos había acudido. Después de todo, los funcionarios de la capital estaban bien informados. Ellos más o menos entendieron lo que estaba pasando en el Norte. Este asunto sería naturalmente lo que temían.

El día antes de la celebración del cumpleaños, Duan Mu An Guo se sentó en un sillón de madera antiguo dentro de su estudio. Sentado junto a él estaba su hijo mayor, Duan Mu Cong.

A partir del año en curso, Duan Mu Cong ya tenía unos 40 años. Era el padre de Duan Mu Qing, quien había muerto a manos de Feng Yu Heng y Xuan Tian Hua. En lo que respecta a Da Shun, el odio de Duan Mu An Guo fue algo que fue el resultado de muchos años de adulación. En cuanto a Duan Mu Cong, fue un odio derivado de la pérdida de un hijo. Incluso en sus sueños, estaba pensando en correr a la capital y matar a Feng Yu Heng junto con el séptimo y noveno príncipes. Desafortunadamente, si Da Shun se apresuraba hacia el norte, serían capaces de soportarlo, pero cualquier esperanza de que el norte se apresurara era completamente imposible.

Duan Mu An Guo miró a su hijo y supo que el odio en su corazón necesitaba ser desahogado. Esto no era solo un odio que Duan Mu Cong quería desahogar. Incluso él quería ir a la capital para saldar esta deuda. Duan Mu Qing fue el nieto que más favoreció. Él era muy versado en sus asuntos académicos y artes marciales. Incluso había solicitado el puesto de líder adjunto del norte; sin embargo, quién sabía que el plan de enviarlo a la capital para que se capacitara le haría perder la vida. ¿Cómo podría sentirse reconciliado con eso?