Paraíso del Infinito Parte 1

146. El bandido ciego.

Paraíso del Infinito de FanHarem.
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Nik vestía una túnica gris con capucha. La Colonia de Gaoling era próspera y ciertamente, muchos querían aventurarse en ella. Nik era uno de ellos, Mai no. Y sabiendo muy bien que su propio tiempo se arruinaría por su... amabilidad, incluso fue traicionada por su madre que quería encontrar una tienda aristocrática adecuada que supliera su pintura. Después de todo, estas eran pasiones nobles, y solo unas pocas regiones comerciaban con estos bienes, siendo Gaoling una de ellas.

Entonces, con Michi y Suki como un equipo, y Katara y Yue como el otro ya que Mai se terminó yendo con Nik, los tres equipos caminaron en las sombras. Su principal objetivo era encontrar algo sobre los prisioneros. Cualquier incidente puede ayudar e inesperadamente, la Colonia de Gaoling está simplemente llena de incidentes de un tipo similar que atrajeron la atención hacia una figura en particular—

El bandido ciego.

"Wow", dijo Mai arrastrando las palabras, "Un misterioso bandido... justo cuando tu búsqueda no podía ser más interesante".

Nik miró a la figura con la túnica holgadamente encapuchada y parpadeó con curiosidad, "¿Qué estás haciendo?"

"¿Qué?"

"Sé que no quieres decir ni una pizca de lo que dijiste... pero nunca pensé..." Dejó algunas cosas sin decir mientras Mai entrecerraba los ojos y se inclinaba más hacia él.

"¿Quién dijo que solo estaba actuando desinteresadamente mientras asentía a todo?"

"Lo hice", asintió Nik. Estaba bastante seguro de este hecho después de atrapar a Mai. Su 'espectáculo' podría no ser el más bonito, pero cuando están solos, Mai siempre querría que la 'despreciaran' y la violaran de muchas maneras a su elección.

"Entonces, ¿qué parece que estoy haciendo?" Mai vaciló por un segundo y luego tomó la mano áspera y callosa de Nik y dejó que sus dedos delgados se entrelazara con sus dedos considerablemente más gruesos.

"No interrumpas cuando trato de ser una mujer comprensiva".

"Oh, ¿eso es algo que se enseña en tu academia?" Nik cuestionó mientras se dejaba arrastrar por Mai ahora que de repente había decidido tomar una lánguida iniciativa. Su ritmo se había vuelto aún más lento y ella parecía decidida a quedarse con él en silencio en lugar de cuestionar a los demás sobre este Bandido ciego.

"Algo así", tarareó Mai en afirmación, "Una mujer noble debe satisfacer y apoyar a sus maridos destinados para que puedan alcanzar su máximo potencial y contribuir a la Nación del Fuego".

"Nunca entendí eso", continuó pensativa, "Nunca entendí realmente el punto de eso. Como ver el amanecer... ¿por qué? ¿Estás tan aburrido?"

"Bueno, me gusta", Nik se encogió de hombros, "pero entiendo tu punto. No te interesa".