Paraíso del Infinito Parte 1

110. Aceptación de llamadas difíciles.

Paraíso del Infinito de FanHarem.
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Suki colocó sus sandalias junto a ella mientras estaba sentada al borde del cálido arroyo que fluía a través de la ciudad. Sus delicados pies se sumergieron en el agua tibia con los dobladillos de su kimono verde subidos hasta las rodillas. Ella agitó ociosamente sus piernas dentro del agua, su mirada en blanco observando las ondas formadas.

"¿Puedo unirme a tí?" Una humilde petición atrajo su atención cuando Suki encontró a Katara sentada a su lado. Al igual que Suki, Katara se bajó la cálida sudadera con capucha y subió los dobladillos de su gran abrigo. Sus botas fueron colocadas junto a las sandalias de Suki y sus pies empujados hacia el agua mientras un suave y refrescante maullido escapó de los labios de Katara.

"Dime, ¿por qué el agua tibia no derrite el hielo?" Suki miró a Katara, quien se encogió de hombros: "Me acabo de enterar de que los maestros agua calientan el agua todos los días. Entonces, el otro lado de la ciudad es literalmente una zona glaciar".

A pesar de los malos intentos de humor de Katara, Suki no pudo evitar soltar una risa suave y nasal.

"Realmente intentas inventar chistes, ¿no?" Suki comentó cuando la sonrisa de Katara se tornó irónica.

"Qué esperabas. Más de la mitad de mi vida, he visto a Sokka hacer lo mismo y cuando no está cerca de mí, veo a Nik haciendo lo mismo... aunque, lo que dijo en esa reunión me tomó por sorpresa".

"Sí..." La expresión de Suki se volvió culpable por un segundo y Katara se apresuró a tomar nota de eso.

"Ehm... si no es demasiado privado, puedes compartir cosas conmigo, ya sabes. Como hicimos en el barco. Sé que estos días han sido incómodos para—"

"No es eso", Suki sonrió, "Y no quiero que pienses que te culpo ni nada. Al menos... lo disfruté, pero tampoco creo que sea normal, así que nos ocuparemos de eso mas tarde..."

El silencio descendió entre el dúo. Incluso si Katara se sentía un poco aliviada de que Suki se sintiera así, actualmente no lo mostraba en su rostro. El punto de acercarse a Suki era consolarla y no ser consolada en su lugar.

"¿Recuerdas ese día cuando los ojos de Nik se pusieron violetas? ¿Esa niebla?" preguntó Suki.

"¿Cómo no iba a hacerlo?" La expresión de Katara se volvió triste por un momento. Obligada a revivir sus recuerdos más dolorosos lograría abrirse camino en su corazón bajo una luz no tan positiva. Como si se diera cuenta de algo, Katara miró a Suki y luego, con un poco de determinación entrando en sus ojos, Katara susurró: "Yo... hablé de eso con Nik cuando estabas durmiendo. Y me ayudó mucho, así que... yo Quiero que hables de ello. Con cualquiera.

"Lo sé", Suki se encogió de hombros.

"¿Sabes?" Katara jadeó.

"Sí, estaba despierta cuando empezaste a compartir... pero luego empezaste a llorar y se volvió más difícil para mí despertar", reveló Suki mientras la expresión de Katara se ponía pálida.

Sintiendo las acusaciones obvias que se acumulaban dentro de Katara, Suki respondió a la mayoría de ellas de manera preventiva: "Oye, ¡eso no es lo peor que te atrapé haciendo, señorita me vengo! Y para empeorar las cosas, te acostaste con Nik a mi lado".

"¡Porque eres una mala borracha y cachonda!" Katara se burló a cambio, sus mejillas se hincharon en un puchero.

El silencio posterior solo hizo que las dos mujeres sonrieran levemente después de las acusaciones, ya que se sentían mejor con su situación.