Paraíso del Infinito Parte 1

49. Rey Loco. (2)

Paraíso del Infinito de FanHarem.
___________________________________________

"Esta es una muy mala idea", murmuró Suki.

"No te pedí que vinieras conmigo", respondió Katara en voz baja, pero en el fondo se sentía feliz de que Suki lo hiciera.

"Alguien tiene que cubrirte la espalda", Suki frunció los labios. Las dos mujeres se escabulleron por el palacio antes de subir por el piso. Aparte de Mai, que tenía su dormitorio en la planta baja del palacio, los demás miembros de la nobleza vivían en los pisos superiores.

El dúo finalmente se detuvo frente a una puerta de metal y Katara presionó su oído contra la puerta antes de retroceder rápidamente con un suave grito.

"Ow... eso es frío", jadeó mientras se frotaba la oreja izquierda momentáneamente.

"No creo que Nik esté aquí", susurró Suki.

"Kai claramente tiene algo contra nosotros, debe ser él quien intente algo contra Nik", explicó Katara.

"¿Algo? Te refieres a cómo trató de..."

"¿Te pedí los detalles? Estuve allí", Katara miró a la sonriente Suki antes de respirar hondo y luego presionar su oreja contra la puerta de metal una vez más. Aunque estaba acostumbrada al frío, la sensación del frío metal contra su oído era muy diferente y extraña. Sin embargo, el enfoque más básico no funcionó y Katara no pudo escuchar nada.

"Vamos, él no está aquí", Suki palmeó la espalda de Katara, "Tenemos que dormir. Esa es la única manera de levantarse temprano".

"O no dormir en absoluto", Katara frunció el ceño.

"Ese es un juego peligroso", Suki se encogió de hombros, "Nuevamente, dale algo de crédito a Nik y trata de creer que puede defenderse. Moverse sin rumbo seguro nos meterá en problemas".

Katara finalmente aceptó y el dúo comenzó a caminar hacia las escaleras cuando escucharon unos pasos apresurados. Sin siquiera necesitar otro aviso, los dos nuevamente encontraron un lugar para esconderse cuando vieron a Mai corriendo apresuradamente hacia las escaleras. Por la noche, a pesar de las lámparas, su visión se vio afectada un poco, por lo que la expresión de Mai no era visible, pero los pasos apresurados contrastaban con su habitual naturaleza indiferente y casi displicente.

"¿Qué le pasa a ella?" Suki frunció el ceño. Ella no tenía una buena impresión en la mujer que acapararía una sala de entrenamiento para ella sola. No era el lugar de Suki juzgar a otra persona por su propiedad y ella lo sabía, aún más, juzgaba duramente.

"Vamos a averiguarlo", susurró Katara y señaló hacia la sala de estiramientos, "Mai estaba huyendo de ese lugar... vamos a ver qué está pasando".

Era una distracción interesante de su plan de dormir o preocuparse por un amigo suyo y podrían encontrar algo necesario, por lo que el dúo comenzó a caminar con cuidado en la dirección por donde Mai escapó.

Solo tuvieron que seguir este camino por un corto tiempo cuando ellos también se encontraron frente a otra puerta de metal con una insignia de llama dorada real en su manija con un fuerte sonrojo en sus rostros.

Las puertas de metal no están insonorizadas, pero aun así, la voz en el interior debe haber sido demasiado alta para sonar claramente.

"-- Dereeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooad