E.S.D.E.A

Capítulo 77: Su hermano Junli

Cuando Qi Shuo regresó al templo del dios asesino, mencionó todo el extraño comportamiento que había tenido hoy Ye Junli

Xian Xie no entendía nada de emociones, pero por lo que sabía del Sabio al que siempre había admirado, sentía que no era alguien que no pudiera permitirse el lujo de dejar escapar.

"Quizás es porque la Perla Llama de Fuego ha desaparecido y es un poco impactante para el Soberano...". Xian Xie analizó a Qi Shuo, "Después de todo, esta Perla de la Llama de Fuego era lo que el Santo Soberano se había esforzado tanto en obtener, y ahora todo ha desaparecido..."

Qi Shuo encontró las palabras de Xian Xie bastante razonables y asintió con la cabeza.

Pero entonces se le ocurrió otra duda: "No, Ran Chen ya ha entregado el Corazón Inmortal al Hermano Junli, por lo que ya no tiene que pasar por el castigo de la prisión del mal para caer en el mundo mortal, el Corazón Inmortal es más poderoso que la Perla de la Llama de Fuego, ¡el Hermano Junli no puede estar tan distraído!".

Xian Xie sacudió la cabeza impotente, indicando que no podía hacer nada: "Tal vez lo estás pensando demasiado, acabo de ver al Santo Soberano regresar lleno de alegría, no hay nada grave, no estés tan nervioso."

"Además... El que debería preocuparte debería ser el Pequeño Señor Qing Yan".

Viendo que Xian Xie no suele decir mucho, pero esta última frase le dio justo en el corazón a Qi Shuo, se enfadó tanto que apretó los dientes: "¡No es asunto tuyo! Deberías preocuparte por tu propia vida, ¡ni siquiera tienes una cita todavía! ¿Cómo te atreves a hablar de mí?"

Al ver que Xian Xie hacía una larga pausa como si le hubieran dicho lo que pensaba, bajó los ojos y sonrió levemente: "Desde el día en que seguí al Santo Soberano, decidí abandonar las siete emociones y los seis deseos, que se interpusieron en mi camino..."

"No lo entenderías aunque te lo dijera, de todas formas, te dije que vigilaras al hermano Junli, que no le pasara nada...". Qi Shuo amonestó seriamente.

Viendo que Qi Shuo rara vez se mostraba tan serio, observó en silencio el comportamiento de Ye Junli durante la noche.

Al principio de la noche, seguía siendo normal. Después de cenar, Ye Junli entró en el Palacio Ye Shang para leer sus pergaminos.

El Palacio estaba tranquilo, y desde que Yun Qian no estaba allí, se había vuelto aún más frío.

De vez en cuando, Xian Xie echaba un vistazo a Ye Junli a través de la ventana, temiendo que, como había dicho Qi Shuo, el rey del mundo demoníaco se hubiera vuelto extraño...

Si se corría la voz de esto, definitivamente afectaría a su estatus en los Seis Reinos.

Xian Xie tenía la obligación de evitar que tal cosa sucediera.

Sin embargo, tarde en la noche, antes de que Ye Junli se hubiera ido a la cama, Xian Xie escuchó un ruido de crujido proveniente del Palacio Ye Shang y no pudo evitar aventurarse de nuevo por la ventana.

Primero, Ye Junli guardó el pergamino que llevaba en la mano, y luego se dirigió a la mesa y se sirvió dos tazas de té, con el rostro lleno de sonrisas.

A continuación, su boca pronunció con naturalidad el nombre de esa persona: "QianQian...".

No dejó caer la mirada hacia ningún lugar sólido, sino que siguió ordenando el no tan desordenado Palacio Ye Shang, sin dejar de mover las manos.

Continuó: "Hoy he ido al mercado con Qi Shuo, y le he comprado un molino de viento y caramelos..."

"Ese caramelo parece un poco diferente al anterior, la próxima vez te llevaré a elegirlo, debería gustarte".